Zulianos besaron por primera vez tablilla de La Chinita

Los preparativos están listos para celebrar el sábado la Bajada de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, momento en el que la patrona de los zulianos desciende de su nicho en lo alto de la Basílica

Nataly Angulo V./ @natalyaav

Maracaibo. La Chinita se reencuentra el sábado con su pueblo. Es el primer día del año en que la patrona de los zulianos sale de su templo y en el que miles de personas rondean su altar, le lanzan flores, rosarios o estampitas para agradecer cualquier favor concedido.

La gaita zuliana no falta. Los máximos representantes del folclore asisten para entonar canciones dedicadas a ella. La música no es en vano, la Virgen danza con el vaivén de al menos 40 Servidores de María que cargan el majestuoso altar en procesión.

El 31 de octubre se celebra la Bajada de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, momento en el que la patrona de los zulianos desciende de su nicho en lo alto de la Basílica hasta un mes después cuando vuelve al lugar que la cobija durante todo el año.

30 mil flores estiman usar la organizadores para adornar el trono en la que montan a la Virgen, el tobogán por donde se deslizará la tablita y el exterior del templo, donde desde el miércoles se prepara la logística para el evento que reúne a mandatarios y a la feligresía zuliana. Unos 300 funcionarios de los distintos cuerpos de seguridad se encargarán del resguardo de los asistentes.

Un beso histórico

Ayer se limpió la tablita con la imagen de la Virgen y la corona de oro y plata que la adorna. Una actividad que hasta el año pasado fue privada. Los novedoso ahora, fue que los feligreses tuvieron la oportunidad de besar la reliquia.

A las 9:00 pm se inició el proceso. Servidores de María sacaron a la Virgen del nicho y la imagen fue retirada de su corona. Cientos de personas hicieron cola para besar a la santa patrona. Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica, informó que la idea de cambiar la tradición que se hacía en la intimidad y con un número limitado de invitados a una ceremonia más grande se tomó de las festividades que se hacen para la Virgen de Chiquinquirá en Colombia.

Mientra los chiquinquireños se acercaban a la Virgen, un grupo de orfebres reunidos en el despacho parroquial limpió, restauró y pulió la corona de oro de la Chinita que mide 47 centimetros y tiene un peso de 10 kilos, el relicario de plata con enchapado de oro, el cetro de oro de unos 41 centímetros, y el portacorona que tiene una cobertura de acero con dos ángeles de plata, cuyo peso es de cinco kilos cada uno.

Terminado el evento, llegó a la oficina parroquial la pieza más importante: el retablo de cinco milímetros de grosor, 21 centímetros de ancho y alto, y 923 gramos de peso, medidas suficientes para abarcar el amor y devoción de un pueblo durante los 306 años que cumple esta renovación de fe.

Maracaibo Venezuela 25/10/2014 ZULIA En la tradicional Bajada de la Chinita, realizada el último sábado de octubre, comenzó con una eucaristía oficiada por monseñor José de la Trinidad Valera. La Virgen descendió por el tobogán entre las oraciones hechas gaita de Los Chiquinquireños En la foto: La Chinita desciende de su trono.
La Chinita desciende de su trono.

Fotos: cortesía diario La Verdad


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