A médicos extranjeros les venden en 5000 dólares los cupos para hacer postgrados en LUZ

Las autoridades de esa casa de estudios despidieron a cuatro trabajadores por negociar los cupos.

Maracaibo. Todo es bajo cuerda. Sin embargo, hay más de un dirigente estudiantil, empleado de la Dirección de Postgrado e incluso profesor que vende los cupos para especializaciones en la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia (LUZ), en dólares, especialmente para los médicos extranjeros, quienes vienen a Venezuela porque, aun así, les “sale más barato”.

Alberto Cabrera, médico colombiano, los pagó. Dice que, en su país, realizar un postgrado le costaría mucho más. Por eso, y por el reconocimiento de la preparación médica en Venezuela, prefirió pagarlos aquí.

No fue difícil, yo tengo una sobrina estudiando medicina acá. Ella me hizo la ‘vuelta’ con la gente de la facultad que vende los cupos. Nos conseguimos en la frontera, entregue la plata en efectivo [dólares] y el contacto hizo el resto. Esto no es nuevo, aquí [LUZ], lamentablemente, hay mucha mafia y uno consigue de todo con dinero. Es una lástima, porque ya hay desprestigio afuera, pero igual uno arregla todo para que no haya inconvenientes después.

Los que se atreven a pagar los 5000 dólares están claros que solo cubren la reservación del cupo, nada más.

Ángel Chirinos (nombre ficticio) es dirigente estudiantil de la Universidad del Zulia desde hace más de 10 años. Confesó que él tramita los cupos para los galenos extranjeros, “sobre todo colombianos”.

Esto es un secreto a voces, porque todos los que estamos metidos en esto sabemos que la Facultad de Medicina y la Dirección de Postgrado son las que tienen la última palabra. Obviamente, a uno le queda su ‘tostón’ de la maraña, pero es arriba donde se maneja todo. La verdad, no es complicado. Todos los días yo recibo de tres a cinco colombianos, chilenos o ecuatorianos, que buscan especialidad, sobre todo en cirugía. Les doy el costo, cuadro el pago y subo los papeles. Así de fácil.

Lo legal

Los trámites deben efectuarse obligatoriamente de forma presencial. En el caso de aspirantes extranjeros, todos los procesos del concurso son estrictamente personales, pero las negociaciones de vacantes se escapan de las manos de las autoridades.

Los estudiantes venezolanos tienen su proceso legal, según se indica en el portal web de la universidad y en el instructivo (baremo) que explica con detalle el procedimiento. Los aspirantes deben entregar los recaudos: planilla de inscripción en el concurso, notas de pregrado certificadas por el Centro de Documentación e Información y Archivo (Cedia) y la cancelación de la suma de siete millones de bolívares para aplicar al proceso de selección de aspirantes al postgrado.

Para los médicos extranjeros el proceso debería ser igual; sin embargo, el costo legal de entrada al concurso es el doble, 14 millones de bolívares. El meollo está en que el proceso antes descrito no garantiza el cupo y los 5000 dólares sí.

Esa es solo una de las etapas del proceso regular para optar por un cupo. Obtener una plaza, según indica el instructivo 2018 —avalado por el Consejo Nacional de Directores y Coordinadores de Postgrados de las Facultades de Medicina del país—, depende de la evaluación de las credenciales consignadas y de la aprobación de la entrevista y de la prueba de conocimientos, efectuadas de manera presencial.

¿Para qué son los dólares?

Además de asegurar el cupo, los que pagan la cantidad en moneda extranjera cubren los exámenes psicológicos y de sangre, otros de los requisitos para el ingreso. El que recibe el dinero se encarga de hacer los exámenes para que el solicitante no tenga que “gastar de más en venir dos veces”. Los médicos solo tienen que presentar la prueba presencial de conocimientos y listo, están adentro.

Mano dura

Sergio Osorio, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, informó recientemente que despidieron a cuatro trabajadores de diferentes facultades por comercializar cupos. Calificó de “delincuentes” a los que incurren en estos hechos, que no solo ocurren con postgrados, sino también con pregrado.

Foto: Mariela Nava


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