Desde diciembre de 2018 las autoridades no mencionaban la resolución que fijó precios a medio centenar de productos y que entró en vigencia en junio de ese mismo año.

Caracas. Desde hace ocho meses el gobierno de Maduro había dejado de hablar de precios y más específicamente acerca del “Plan 50”, hasta que este miércoles 4 de septiembre ordenó a Tareck El Aissami retomarlo.

El 25 de junio de 2018 el gobierno de Nicolás Maduro anunció el “Plan 50” que buscaba congelar precios a medio centenar de productos de higiene y alimentos. El 22 de agosto del año pasado las autoridades publicaron una primera lista con los precios de 25 artículos. Según el Ejecutivo, se trataba de un acuerdo con el sector privado. A principios de diciembre de 2018 las autoridades emitieron una nueva Gaceta Oficial donde fijaban el precio a 30 rubros, los aumentos fueron entre 50 % y más de 400 % dependiendo del artículo.

En el listado el precio de la harina de maíz pasó de Bs. 20 en junio a Bs. 151 en diciembre, un aumento de 655 %. En los últimos meses de 2019 este es uno de los artículos que volvió a verse en los anaqueles de los supermercados y en los estantes de buhoneros. Esta semana el precio de la harina ronda los Bs. 25.000. En ocho meses el producto experimentó un alza de 16.456 %.

Al igual que la harina de maíz otros artículos han reaparecido en el mercado a precios estándares. Los productos regulados dejaron de ser relevantes para los venezolanos, donde los precios de bienes y servicios aumentan rápidamente por la hiperinflación. Mientras el gobierno de Maduro se olvidó de la disciplina fiscal prometida y del seguimiento de los precios, la inflación acumulada entre enero y agosto de este año, según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, escaló hasta 2674 %.

Maduro emplazó este miércoles a El Aissami, vicepresidente de Economía, a reanudar la resolución. “Lo encargo a usted, subordinado plenamente a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, para que establezca de manera permanente con información al pueblo, el sistema de precios acordados y justos, actualizados. Es una orden de pleno cumplimiento y buscar el punto de equilibrio. Nosotros nunca le decimos loqueras, si tu precio de costo es este, no te voy a poner un precio menos, menos x, es buscar un sistema de precios justos acordados”.

Gremios del sector agrícola rechazaron la medida el año pasado al considerar que no respetaba la estructura de costos y que los precios asentados en la gaceta generarían pérdidas. Las industrias del ramo automotriz y metalmecánica operan a 20 % de su capacidad, según Conindustria, mientras que las de alimentos estarían alrededor de 50 %. No obstante, en el estado Aragua, donde se agrupan varias empresas de alimentos, algunas fábricas operan a 15 % de su capacidad, de acuerdo con la Cámara de Industriales del Estado Aragua.

“No puede ser que los precios se disparen por especulación, por guerra económica, por falta de gobierno, lo digo porque cometemos errores de gobierno y no logramos los precios acordados. Asumo toda la responsabilidad y es la crítica que he hecho al gobierno mismo. Precios acordados con los agroindustriales, con los productores. Precios justos y acordados en el sistema que ha demostrado ser útil. No es el sistema de control de precios —que al final no controla nada— ni es el sistema de liberalización de precios que nos quieren imponer, es un sistema de precios acordados justos y debe renovarse permanentemente, mientras la economía logra un nivel de equilibrio”, subrayó Maduro.

A pesar de que los precios en algunos artículos que eran clave para el gobierno subieron como lo hizo el resto, en medio de una economía hiperinflacionaria, los anaqueles volvieron a llenarse de marcas que eran extintas para la cotidianidad de los venezolanos. Algunos consideran que la reaparición de marcas emblemáticas se debe justamente a la falta de controles de precio, lo que estimuló a que aumentara la oferta, sin embargo, la agroindustria tampoco se pronuncia sobre el Plan 50 creado el año pasado.


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