Asesores de Maduro chocan con las medidas para enfrentar la crisis

Los técnicos de Unasur proponen revisar el régimen cambiario y eliminar subsidios, mientras que otros asesores sugieren seguir con los controles.

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. Los venezolanos diariamente sufren las consecuencias de las distorsiones de la economía, porque tienen que cazar comida, medicinas, papel higiénico, pañales y jabón y sufren una elevada inflación que evapora sus salarios. Sin embargo, para salir de la crisis el Presidente Nicolás Maduro no termina de definir las acciones, y ahora chocan las visiones de sus asesores.

A principios de mayo el mandatario anunció que expertos de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur)  presentaron propuestas para “vencer la guerra económica”. Y efectivamente, los técnicos de la organización, encabezados por el economista, Francisco Rodríguez, quien estuvo en el Bank of America, han estado trabajando en un conjunto de acciones, pero mientras el jefe de Estado dice que aguarda por el programa completo del bloque, en paralelo, continúa escuchando a los asesores que avalan los controles entre los que están el español Alfredo Serrano y el ex ministro Luis Salas.

La asistencia 

En febrero Maduro devaluó la paridad oficial de 6,30 a 10 bolívares y estableció un sistema complementario con una tasa que supera los 500 bolívares, recortó la entrega de dólares, aumentó  el precio de la gasolina y arrancó con una revisión de los costos de los rubros regulados, sin embargo, las medidas han sido insuficientes para corregir los desequilibrios que tienen en picada a los sectores clave de la economía (industria, construcción, comercio, petróleo).

Por esa prolongación de la crisis, un sector del gabinete recurrió a Unasur. En el transcurso de los próximos días los técnicos del bloque entregarán al Vicepresidente, Aristóbulo Istúriz y el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, un amplio informe con las medidas que se tienen que ejecutar como la revisión del régimen cambiario para dejar una sola tasa, la reforma fiscal para reducir la brecha entre ingresos y gastos, el refinanciamiento de la deuda pública, las vías para estimular la producción nacional y los cambios en el esquema de subsidios para atender a las familias más pobres.

Fuentes oficiales admiten que hay lentitud en la toma de decisiones no sólo por las diferencias entre los ministros de economía, sino también por las corrientes de los asesores. Y apuntan sobre el último punto que la gran duda es saber a quiénes escuchará esta vez el Presidente Maduro: si a los técnicos de Unasur o a los radicales.

Otras fuentes del oficialismo consultadas agregan que no comprenden la decisión del jefe de Estado de atender a un grupo (Serrano y Salas) que desconoce el desenvolvimiento de la economía venezolana.

El entorno

En diciembre dirigentes del PSUV, encabezados por el ex ministro Alí Rodríguez, le sugirieron al mandatario que aplicara un plan de emergencia económica que abarcara correcciones cambiarias, reforma tributaria profunda y revisión del endeudamiento, pero Maduro no les paró y a los días nombró a Luis Salas, defensor de los controles y para quien la inflación no existe, como Vicepresidente de Economía. Pero apenas duró un mes en el cargo y fue reemplazado por Miguel Pérez Abad, ministro de Industria.

Si bien tras la salida de Salas se aplicaron algunas medidas, el programa amplio para resolver la coyuntura no se ha instrumentado. De hecho, Salas ha estado en la sombra y junto a Serrano sugieren incrementar los controles y condicionar la entrega de dólares.

Alfredo Serrano en sus artículos asevera que hay una guerra económica promovida por el sector privado y hasta indica que el desabastecimiento se debe a la dependencia por las divisas y a los “comportamientos especulativos de sectores privados oligopólicos y las fallas en los canales de distribución”.

El asesor español considera que el sistema de asignación de los billetes verdes tiene que modificarse y plantea que hay que aplicar “una acupuntura de divisas” (término que usan el primer mandatario y los ministros) así como condicionar la aprobación de los certificados de producción (que es un requisito para acceder a los dólares oficiales), aspecto que ya fue incluido en la reforma de la Ley contra los Ilícitos Cambiarios.

Ese mayor control a la distribución está en proceso. El Gobierno desde hace ocho años autoriza guías de movilización a las empresas de alimentos y con el último decreto de emergencia la regulación crece, porque los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), vinculados a los consejos comunales, intervendrán en el despacho de los productos.


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