Botes de aguas y olores putrefactos afectan a vecinos de la urbanización Alberto Ravell

urbanización alberto ravell

Desde hace ocho meses en la calle Alí Primera, de la parroquia El Valle, corren aguas blancas y negras, situación que afecta a los habitantes, perjudica vías de acceso, genera malos olores y propaga a los insectos.

Caracas. Vecinos de la urbanización Alberto Ravell, ubicada en la calle Alí Primera de la parroquia El Valle —conformada por 17 bloques— reclaman que botes de aguas blancas y negras corren hacia el canal que recoge las aguas de lluvia de la zona residencial. Enfatizaron en que esto genera olores putrefactos y promueve la proliferación de insectos.

Habitantes aseguran que estas aguas llevan más de ocho meses afectando el lugar; indicaron que, en este tiempo, ningún organismo ha acudido para solventar la situación.

La urbanización, en la que habitan 408 familias, ocupa casi la mitad de la calle Alí Primera. Justo enfrente se encuentran los botes. Se observa a simple vista que estas filtraciones producen acumulación de desperdicios en plena vía pública.

A pocos metros está la estación de Metro El Valle. Llegar hasta el lugar es una travesía. Los carros que transitan frente a los bloques deben orillarse para esquivar las aguas derramadas.

Además, los desniveles del pavimento representan un peligro para los niños y adultos mayores que circulan por el sector, y también son una causa de deterioro para los vehículos.

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Canal de aguas de lluvia de la urbanización Alberto Ravell. Por allí corren aguas servidas. Foto: Tairy Gamboa

El canal de agua pluvial está empozado y lleno de basura, lo que atrae a montones de plagas, insectos y quien sabe qué otra cosa. Para cruzar la calle los vecinos tienen que saltar los pozos. Hemos realizado denuncias anteriormente en otras zonas pero las autoridades hacen caso omiso, explicó Alonso Becerra, líder comunitario de El Valle.

Según Becerra, algunos residentes se han enfermado a causa de la contaminación que se propaga por la zona.

“Mientras aguas blancas se desperdician por las calles, a los bloques solo les llega el servicio una o dos veces por semana e incluso hay semanas en que no nos abastecen. Gracias a Dios tenemos tanques y envases de reservas, pero hay ocasiones en que no sabemos de dónde surtirnos”, contó Julio Pérez, vecino de la urbanización Alberto Ravell.

Los residentes de los bloques también son afectados por basura, huecos, poca iluminación y obras inconclusas en espacios comunes. En octubre estos bloques cumplirán 58 años de su fundación, por lo que son casi un patrimonio de la parroquia.

Los vecinos plantean proponer a las autoridades municipales y distritales un plan de fumigación para los insectos que permanecen en los canales pluviales. Esperan que este mismo año se solvente el problema, de lo contrario, tomarán medidas más drásticas.

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Calle Alí Primera. Foto: Tairy Gamboa

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