Renuncia del alto mando de la liga de beisbol complica más la temporada 2019-2020

El presidente y el vicepresidente del circuito rentado decidieron dar un paso al costado a menos de mes y medio de que se cante la voz de play ball.

Caracas. En términos de pelota, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) se quedó sin mánager ni coach de banca a menos de mes y medio para que comience, si es que se juega, la temporada 2019-2020 del beisbol profesional venezolano.

Si para un equipo sería grave estar sin piloto ni la mano derecha del cuerpo técnico a tan poco del inicio del torneo no es difícil imaginarse lo que representa para el circuito completo que el alto mando renuncie el 5 de septiembre. Y más a un circuito que está desafiliado al Acuerdo Invernal –el pacto que rige las relaciones entre las ligas caribeñas y el beisbol de Grandes Ligas– y con la autoridad bastante socavada entre los peloteros.

A la renuncia de Juan José Ávila “por razones personales”, se suma la de Esteban Palacios, el vicepresidente de la LVBP, como confirmó el periodista Ignacio Serrano. Sin embargo, el departamento de prensa solo mencionó la retirada de Ávila, quien se marchó a República Dominicana a una reunión con el presidente de la Confederación del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, y al parecer no ha regresado al país.

Más allá de las razones personales o las presiones que desde entes gubernamentales haya recibido Ávila para dar un paso al costado, la liga de beisbol está en una situación muy difícil. Y quizás lo que más deberá preservar en esta coyuntura es la autonomía de sus estatutos, que le dan completa luz verde para designar la cabeza de su junta directiva sin tener que consultar a nadie más que a sus equipos miembros.

¿Podrá ser la LVBP autónoma en esta crisis? Ese es su reto principal, sobre todo porque desde hace dos temporadas la estatal Pdvsa es su principal sponsor. Y ese patrocinio es acaso el principal inconveniente que observa el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos para notificarle a la Major League Baseball (MLB) que mantener relaciones con el despacho de El Recreo no viola la orden ejecutiva de la administración de Donald Trump y, por lo tanto, puede otorgar permisos a sus peloteros para jugar en Venezuela y además afiliar nuevamente al circuito al Acuerdo Invernal.

Un nombramiento impuesto podría ser inconveniente para el destino de la LVBP y una eventual luz verde de la MLB o más bien del Departamento del Tesoro. De todas maneras sin estar en el Acuerdo Invernal, la autoridad del presidente parece decorativa, pues no podrá impedir que los jugadores –previendo cualquier sanción individual–, y en especial los que juegan en ligas independientes o tienen intereses económicos en Estados Unidos, se marchen a jugar en otros campeonatos caribeños.

De hecho, si bien las ocho divisas tienen suficiente material criollo para sacar adelante la temporada sin los 96 venezolanos que han jugado este año en Grandes Ligas ni los más de 1.800 criollos que están en ligas menores, el agente Félix Luzón ya advirtió que los jugadores de las ligas independientes piden jugar en otras ligas o incluso en algún torneo invernal de Estados Unidos, pues, al no estar Venezuela en el Acuerdo Invernal, esos peloteros no están en la reserva de las ocho divisas venezolanas y pueden actuar como importados en el Caribe.

Antes de la renuncia de Ávila, la liga de beisbol apeló la decisión de la MLB ante el comisionado Rob Manfred, aunque las posibilidades de que el beisbol organizado afilie nuevamente a Venezuela al Acuerdo Invernal son pocas. Y serán todavía menores si llega en las próximas horas un nombramiento impuesto y no precisamente institucional.


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