Hospital de Coche quedó para que los fantasmas hagan de las suyas luego de siete días cerrado

Este centro hospitalario, el único de la red pública cercano a las parroquias Coche y El Valle, lleva siete días sin luz y sin agua. Un transformador explotó el pasado jueves y tras la emergencia tuvieron que desalojar a todos los pacientes. Este martes en horas de la tarde, otro alimentador de energía se dañó y aún no hay una respuesta oportuna de Corpoelec ni del Ministerio de Salud.

Caracas. El hospital Dr. Leopoldo Manrique Terrero, conocido como el Periférico de Coche, lleva siete días con las puertas cerradas. En sus consultorios no hay pacientes, los pasillos están desolados y las camillas de la emergencia, acostumbradas a soportar los golpes y los gritos de los pacientes, hoy lucen inertes.

En este puesto asistencial -de referencia para el área de traumatología, quemados y de toxicología- no hay actividad. Zuleika Pérez, representante sindical, lo describió como un hospital fantasma.

Es el único de la red pública cercano a las parroquias Coche y El Valle, y si ya venía a menos por la falta de insumos, medicinas, equipos médicos y por la escasez de personal, ahora quedó desahuciado: lleva siete días sin luz y sin agua.

Un transformador explotó el pasado jueves y tras la emergencia tuvieron que desalojar a todos los pacientes.

Este martes en horas de la tarde, otro alimentador de energía se dañó y aún no hay una respuesta oportuna de Corpoelec ni del Ministerio de Salud.

Por eso sus puertas están cerradas. Según Pérez el problema estaba solucionado este lunes 12. No fue así y, el martes 13, los trabajadores hicieron una asamblea para analizar la situación. Están yendo a cumplir horarios, pero no ingresan a las instalaciones pues todo está oscuro.

“Hay quienes no van, ante la poca capacidad de respuesta de las autoridades competentes. El hospital está sin director activo. Se llama Pedro Salazar y está de reposo, de hecho, el día de la explosión estaba ahí haciéndose una cura. Pero estamos acéfalos en materia administrativa, nadie dice nada”.

El martes de nuevo fue Corpoelec y lo que informaron es que hay que comprar el cable de alta tensión, y mandar un informe al jefe de hospitales para tramitar los requerimientos, al doctor Earle Siso.

“Aquí no se ve luz al final del túnel. La situación se agrava, no hay insumos, no hay luz, no hay agua, no hay seguridad y no aprueban un plan de contingencia. No se están pasando las consultas de pediatría, no hay cirugía, no hay traumatología, por su puesto no hay terapia intensiva”.

Los trabajadores que fueron consultados muchos temen dar sus nombres. Comentaron que hay maltrato verbal y que los quieren trasladar a la Clínica Popular de El Valle, al materno Hugo Chávez y a los que viven en Los Valles del Tuy al hospital de Cúa.

“Quieren dejar el hospital solo. Lo quieren cerrar”, dijo un obrero.

Los trabajadores cumpliendo horarios.

Intervención fallida 

En febrero de 2013, cuando Nicolás Maduro era vicepresidente ejecutivo de la República, ordenó la intervención del hospital de Coche y se establecieron como medidas prioritarias la recuperación de la infraestructura, la dotación de equipos médicos e insumos, además de la intervención quirúrgica de 25 pacientes.

Ordenó nombrar una comisión, conformada para ese entonces por Ernesto Villegas, Néstor Reverol y Eugenia Sader, quien era la ministra de Salud.

Para ese entonces el periférico estaba casi paralizado. No tenía gasas, ni alcohol, ni povidine, ni agua oxigenada, ni solución fisiológica al 0,9%; tampoco tenía suministro de antibióticos y faltaba la mayoría de los medicamentos necesarios, entre otros insumos para laboratorio y Rayos X. La situación en este nosocomio ya pintaba crónica, pues hasta escaseaban los artículos de limpieza.

“Cuando se logra la intervención desaparecieron los buhoneros, cerraron los bares de la zona. Casa Militar se encargó de custodiar los espacios. Los mototaxistas se la pasaban molestos porque no los dejaban instalarse en los alrededores. Eso funciono por lo menos seis meses. Luego todo se quedó en veremos”, dijo Pérez.

Tan es así que actualmente las entradas del hospital estaban repletas de vendedores informales, tanto que ya ni la salida del estacionamiento estaba operativa.

Dicen, trabajadores que prefirieron el anonimato, que las tomas ilegales hechas desde las afueras del puesto asistencial sobrecargaron los tableros de energía y eso, en parte, ocasionó la quema de los transformadores.

Otros denunciaron robos de cables, acción que también dejó sin luz la intercomunal Valle-Coche y algunas residencias cercanas. Esto favorece los asaltos y hace que muchos trabajadores teman salir tarde del hospital.

Para finales de esta semana tienen otra reunión interna, pues se maneja el tema de la reubicación del personal.

Foto referencial: Miguél González


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