Las más conocidas y concurridas como La Catedral, San Francisco, Altagracia y Santa Capilla tienen la presencia de la GNB, de la Guardia del Pueblo y de la PNB desde el pasado domingo. Están en las puertas, sentados en los bancos y en los alrededores. Los colaboradores religiosos dicen que el despliegue no es normal, en comparación con la Semana Santa de 2017.

Caracas. Las principales iglesias del centro caraqueño fueron “militarizadas” de cara a la celebración de la Semana Santa 2018. Parroquias como La Catedral, Santa Capilla, San Francisco, Altagracia, desde este domingo 25 se llenaron de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y Guardia del Pueblo.

Están en las afueras, incluso hacen rondas en las oficinas de las casas parroquiales y dentro de las instalaciones.

Los preparadores de los oficios religiosos trabajan sin descanso en el cronograma previsto para esta semana, aun sintiéndose vigilados por los efectivos militares, que portan sus armas dentro de las iglesias.

José Lor, quien desde hace casi una década trabaja en la preparación de la imagen El mayor dolor de Cristo, contó que nunca antes había visto tanto despliegue militar dentro de las capillas en vísperas de la Semana Santa.

Los funcionarios están desde este domingo en las iglesias.

Personal de la casa parroquial de La Catedral informó que “ellos llegaron a la oficina y dijeron que iban a colocar 25 funcionarios”. Frente a la entrada del templo instalaron un toldo.

Lo mismo hicieron en la parroquia Altagracia, donde apostaron a 22 militares que vigilan de cerca los preparativos.

Normalmente, lo que se observaba alrededor de las parroquias era a los bomberos, al personal de Protección Civil y a la Policía Nacional. Pero esto tiene un efecto intimidatorio. Será que están evitando que en las misas se hable de la crisis del país, dijo María Ramírez, colaboradora parroquial.

En San Francisco los militares están sentados en los bancos y en las puertas. También hacen recorridos por las instalaciones, donde este Lunes Santo se observaron pocos feligreses, lo que hizo sobresalir la presencia de los uniformados.

A confesión de parte

El presidente de la República, Nicolás Maduro, hizo el pasado 20 de marzo un llamado a la Iglesia Católica para que respete las creencias de los venezolanos en Semana Santa y no “politice” la fe de la población.

Le hago un llamado a la élite de la Iglesia Católica a respetar al pueblo venezolano en la Semana Santa que viene. Le hago un llamado a todos los párrocos, a todos los curas, a que respetemos la Semana Santa del pueblo venezolano y que nadie venga a politizarla. Respetemos la oración, declaró el mandatario desde Charallave.

Y recalcó: Cuando uno acude a la iglesia uno acude en búsqueda del ser divino, no para que venga de repente un militante de la derecha disfrazado con una sotana a perturbar la paz colectiva y la paz individual del ser humano, eso no debe ser.

Tras su alocución, las iglesias permanecen militarizadas y sus encargados cuidadosos de emitir algún comentario.

Sin embargo, el cardenal Jorge Urosa Savino habló en nombre la Iglesia Católica y le salió al paso a las declaraciones presidenciales:

Cuando el río suena

Se conoció que las actividades ejecutadas este fin de semana en La Vega, parte alta, fueron supervisadas por la Policía Nacional y preguntaron nombre y cédula del cura, al igual que los actos celebrados este domingo en la parroquia Universitaria y en La Catedral, donde el Gobierno montó un acto con el cual afectó la procesión por la plaza Bolívar.

Cabe recordar que el pasado 2 de febrero, Día de la Virgen Candelaria, en la iglesia que lleva su nombre un evento completamente polarizado empañó la homilía del padre Miguel Acevedo.

Sus palabras, dirigidas a miles de feligreses, se inspiraron en la crisis que aprieta y que, en su opinión, “asfixia” a la población, a la que llamó a defenderse “aun ante el miedo que puedan sentir”.

En esa misa hizo referencia al comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) sobre la convocatoria “extemporánea” de las elecciones presidenciales.

Entre los congregados se levantó una señora que le gritó “perro derechista”, situación que generó una reacción en cadena: la gente empezó a gritar “libertad”, “libertad”, hasta que desalojaron a la atacante.

Un par de semanas antes, en la procesión de la Divina Pastora, en Barquisimeto, hubo una protesta en contra del gobierno de Maduro. Los militares que estaban junto con la gobernadora, Carmen Meléndez, en una tarima ubicada en la avenida Morán con Venezuela, a una cuadra del círculo militar de Barquisimeto, recibieron una lluvia de mandarinas y agua de parte de la feligresía.

Tradicionalmente, la Guardia realiza un homenaje a la virgen en el lugar. Sin embargo, ese día fueron desalojados. Luego la gente se subió a la plataforma y empezó a gritar “y va a caer… este Gobierno va a caer”.

Estos dos episodios no pasaron por debajo de la mesa y se hicieron tendencia en las redes sociales.

Fotos: Mabel Sarmiento


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