Desde las 6 de la mañana los habitantes de la popular zona de Caracas salieron con banderas a manifestar su apoyo al grupo liderado por el sargento mayor Bandres Figueroa. Los residentes de Cotiza fueron recibidos por efectivos de cuerpos de seguridad quienes buscaron replegarlos con lacrimógenas y perdigones, a lo que los vecinos respondieron con piedras y botellas.

Caracas. En plena madrugada de este lunes 21 de enero, los habitantes de Cotiza se despertaron con sonidos de detonaciones y gritos en la zona, el motivo: una sublevación de al menos 43 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) quienes se atrincheraron en el comando de la popular barriada caraqueña y pedían el apoyo de los habitantes para desconocer a Nicolás Maduro.

Se trató de una escena atípica: decenas de personas salieron a protestar en el que, se pensaba, era un terreno afecto al chavismo. “No queremos bonos, no queremos Clap, lo que queremos es que se vaya Nicolás”, gritaban los vecinos mientras las detonaciones de bombas lacrimógenas y perdigones impactaban en los alrededores. La hostilidad de los cuerpos de seguridad se extendió al personal de prensa y de medios de comunicación que inclusive llegaron a ser detenidos.

Todo comenzó en la comandancia de la Guardia, como a eso de las 3 o 4 de la mañana que se escucharon disparos. Al parecer la gente de ahí se le volteó al comandante. Por redes y por otros lados empezamos a ver a los militares que llamaban a la gente a la calle, declaró uno de los habitantes de Cotiza que respondió al llamado de los sublevados.

El hombre de 31 años agregó que en la madrugada, luego de los disparos, empezaron a llegar otros cuerpos de seguridad al comando, todos intentando entrar para poner fin a la toma. Desde la propia madrugada empezaron a llegar Dgcim, Sebin, PNB, FAES y todos ellos tratando de entrar para allá. Se veía que inclusive se negoció y ellos se entregaron, cuando los están sacando, la gente del pueblo sale, primero los del bloque de allá abajo y luego nosotros. Cuando los efectivos se percataron de la presencia de la comunidad, comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas en un intento por reprimir la manifestación que se avecinaba. Eran las 7 de la mañana y la situación en el comando volvía a ser “regular”. 

Aún a las 9:30 de la mañana, el joven que declaró a Crónica.Uno —cuya identidad se resguarda por seguridad— seguía en la calle Fernando Peñalver junto con otros vecinos que se defendían de los cuerpos de seguridad con piedras y botellas.

Una versión similar ofreció otra residente del lugar, Nieves Gusimana, quien vive en la calle Cotiza, más allá de la plaza que queda luego de pasar el Oncológico Luis Razetti. La mujer, quien observaba desde la puerta de su hogar el despliegue castrense frente al comando de la GNB, dijo que no podía precisar el momento en que se inició el enfrentamiento. En realidad no sabría decir cuándo comenzó porque mi cuarto tiene aire acondicionado y yo no escuché nada. Me enteré cuando empezaron a llamarme, se escuchaban disparos y nosotros no salimos de la casa, explicó.

Foto: Luis Morillo

Nieves dijo que cuando por fin se atrevió a salir, encontró la calle llena de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, quienes no dijeron nada a los vecinos sobre lo que estaba pasando.

Las autoridades no nos dicen nada, solo lanzaron lacrimógenas cuando salió la comunidad a la calle, dijo la mujer que al momento de ser consultada sobre si apoyaba la sublevación de los 43 efectivos de la GNB, dudó por unos segundos y rió antes de emitir su respuesta: “¡Ay Dios! (risas) la situación está tensa y necesitamos un cambio”.

Foto: Luis Morillo

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