Las fallas en la entrega de las bolsas de alimentos por parte de los Clap y la escasez general motivan protestas que son reprimidas por los cuerpos militares y policiales en las calles de Puerto Ordaz y San Félix.

Puerto Ordaz. Titubear no es precisamente un verbo que domine la voz de Zujeimar Ruiz, habitante de San Félix. No hay resquicios de duda cuando habla sobre cómo ha sido la distribución de comida por parte de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y sobre las consecuencias que ello ha traído a la zona.

¿Que cómo ha sido esa distribución? Irregular y turbia. ¿Cuáles han sido las consecuencias? Que ella y sus vecinos, en más de una oportunidad, hayan salido a protestar para exigir comida.

“Las bolsas con comida son una burla porque lo que nos llega nos sirve apenas para alimentarnos una semana. En mi casa somos seis y no podemos comer tres veces al día. ¿Cómo hacemos?”, increpa.

Por eso justifica y aplaude que en toda Ciudad Guayana la gente exija y se manifieste en la calle. Pero, a la vez, reconoce que esas expresiones populares se han distorsionado cuando se tornan saqueos.

De acuerdo con el último informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, durante el primer semestre de 2015 las protestas por comida incrementaron 90 % en relación con el mismo lapso del año pasado: si hasta el último día de junio de 2015 había 502, este año ha habido 954.

No solo eso: el mismo informe detalla que han ocurrido 416 saqueos o intentos de saqueo en lo que va de año. Tal fenómeno se ha desperdigado en Ciudad Guayana. Ejemplos sobran. Durante la segunda semana de junio hubo tres: uno en San Félix y dos en Puerto Ordaz.

Mejor es prevenir

Si la presencia de la Guardia Nacional y de la policía en las colas era habitual para evitar revueltas, luego de los saqueos, cualquier concentración es abordada por los cuerpos de seguridad y, en el peor de los casos, dispersada.

El lunes, en la avenida Guayana, los militares detuvieron a cuatro hombres. Una de sus familiares, Viudina Montaño, denunció irregularidades en el procedimiento, entre ellas la incomunicación por más de 24 horas a la que estuvieron sometidos.

Los saqueos no solo han dejado como consecuencia el acento en la represión por parte de las autoridades. Públicamente, mediante comunicados, los colectivos oficialistas Movimiento Estudiantil Revolucionario Socialista Unido de Venezuela (Mersuv) y Simón Bolívar han advertido que harán “lo que sea” para frenar las protestas por comida.

Además hay quienes consideran que las manifestaciones no se justifican, como Marisol Herrera, habitante de La Laguna: “Nosotros sabemos que la situación está difícil, pero creo que no hace falta hacer protestas porque la bolsa nos llegó el sábado y eso fue después de organizarnos. Eso es lo que tenemos que hacer”.

Vivirlo otra vez

Durante el mes de junio, los saqueos afectaron tanto a locales como a camiones. Un caso emblemático fue el de la panadería La Marquesa, en Puerto Ordaz. Allí, el 16 de junio una turba saqueó un camión cargado de embutidos.

Menos de un mes después, la historia se repitió: este jueves, en el mismo local, varios de los que estaban en cola por comida en locales cercanos, cuando vieron la llegada del camión, lo abrieron, amenazaron al chofer y sacaron varios productos. Sin embargo, la Guardia Nacional  intervino y evitó que continuara la rebatiña. El saldo: tres detenidos.

Así transcurren estos días en Puerto Ordaz. Del otro lado, en San Félix, buena parte de la actividad comercial del centro de la ciudad se detuvo. Asocomercio ha llamado a los dueños a mantener la calma y a colaborar, en todo caso, con las autoridades militares y a estar en alerta. Pero muchos prefieren confiar en sí mismos y tomar la previsión de cerrar a pesar de las pérdidas. Eso, afirman, es mejor antes que ver saqueados sus negocios.

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