17 hospitales en el Área Metropolitana sin presupuesto operativo para 2019

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Con un presupuesto en cero, en la práctica, los hospitales de la ciudad han perdido su capacidad de maniobra y no queda espacio ni para la improvisación. Desde hace dos años, el presupuesto trimestral asignado a los hospitales de Caracas a través de la Dirección Regional de Salud llega con irregularidad. Sin embargo, es la primera vez, admite un funcionario del Ministerio de Salud, que las 17 instituciones surcan el inicio de año sin tener acceso siquiera al monto presupuestario preliminar.

Caracas. Con un 2018 que aún lleva a cuestas el ahogo de los pacientes crónicos, 2019 luce ennegrecido para quienes convalecen en los hospitales de salas desiertas y servicios ruinosos. Con la escasez de insumos médicos en escalada, los primeros soles de este año son el preludio un período tal vez extremo, al filo de lo insospechado. En el Área Metropolitana de Caracas, los 17 hospitales adscritos al Ministerio de Salud están sin presupuesto operativo, los directores no tienen qué gastar y cualquier pretensión de mejora se embarranca por el abismo del déficit.

En lo que va de año la directiva de los centros, que responde al despacho de Salud, no ha recibido luces en torno a su presupuesto, informó una fuente del ministerio. La coyuntura, explica, impide llenar, al menos transitoriamente, los agujeros de una crisis que deja su mayor grieta en el sistema sanitario público. Según Caritas Venezuela, entre 5 y 6 seis niños fallecieron semanalmente en 2018 por desnutrición; 90 % de los servicios de emergencia operan con fallas y solo 10 % de los servicios pediátricos están operativos, agrega Médicos por la Salud.

Con un presupuesto en cero, en la práctica, los hospitales han perdido su capacidad de maniobra y no queda espacio ni para la improvisación. Desde hace dos años, el presupuesto trimestral asignado a los hospitales de Caracas a través de la Dirección Regional de Salud llega con irregularidad. Sin embargo, es la primera vez, admite el funcionario de MinSalud, que las instituciones surcan el inicio de año sin tener acceso siquiera al monto presupuestario preliminar.

En el Hospital de Niños, la sociedad médica asegura que no hay ni para cambiar bombillos. La institución no solo tiene problemas con el suministro de agua, también ha tenido que suspender sus planes quirúrgicos por falta de insumos descartables, de laboratorio y de anestesiólogos. En el Hospital de Coche, un centro de referencia en especialidades como Traumatología, algunos pacientes aguardan desde hace cinco meses por una cirugía. Hay quienes improvisan su propia lista de espera. La falta de material de osteosíntesis, antibióticos y analgésicos acorralan a esa institución, que además es sede del Centro Nacional de Toxicología.

El déficit presupuestario es profuso y compromete la vida de los enfermos en el Vargas, el José Ignacio Baldó, Los Magallanes de Catia, Lídice y la Maternidad Concepción Palacios, por mencionar algunos. Una prueba de ello es lo ocurrido la mañana de este lunes en la emergencia del Pérez de León, en Petare, donde faltó insulina, bicarbonato de sodio y solución fisiológica para salvarle la vida a una joven de 17 años. La adolescente diabética, a quien la emergencia humanitaria le puso cuenta regresiva, falleció a las 9 de la mañana. No hubo nada para remediar su situación, dijeron los médicos que intentaron socorrerla.

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A propósito de ello, la directora del Pérez de León, Zaira Medina Campo, admite que la escasez es abrumadora. No tienen cómo enfrentar las emergencias y los familiares tampoco tienen cómo responder a las peticiones de insumos. Hace cuatro años que la oficina de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud centralizó la asignación de las partidas trimestrales a sus hospitales y la situación ha empeorado desde entonces.

Cuesta creerlo, pero no tenemos récipe para dar indicaciones a los pacientes, para decirles cómo tomarse el tratamiento, tampoco para comprar insumos de limpieza ni material de papelería, critica Zaira Campo.

Quienes participan en los encuentros esporádicos entre directivos de hospitales aseguran que las reuniones solo sirven para hacer catarsis, para ojear un diagnóstico de la crisis que resulta reiterado.

Organizaciones como la Sociedad Venezolana de Salud Pública estiman que para atender la emergencia humanitaria en materia de salud el Gobierno tendría que aprobar al menos 6 millardos de dólares por año para atender los requerimientos. En el Área Metropolitana solo los hospitales Miguel Pérez Carreño, en La Yaguara, y el Domingo Luciani, en El Llanito, estén en capacidad de atender algunas emergencias. Sin embargo, esos dos centros, adscritos al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, no están al margen de la contingencia.

Este año, al igual que el pasado, las cifras gruesas de la Ley de Presupuesto de la Nación fueron censuradas, además del detalle en materia de Salud. En 2016 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) permitió al Ejecutivo eximirse de entregar la Memoria y cuenta y las Leyes de Presupuesto a la Asamblea Nacional y los montos determinados por el Gobierno para el ejercicio económico en curso se manejan como secreto de Estado. A juzgar por la arbitrariedad con la proceden las instituciones, resulta fácil imaginar que la maniobra realizada este lunes por el TSJ no es fortuita. El máximo juzgado desconoció la actual directiva de la Asamblea Nacional y sus jugadas parlamentarias, como la gestión de ayuda humanitaria para atender la emergencia compleja que acorrala a 9 de cada 10 venezolanos.

De todos los hospitales, coinciden críticos, el que mayor polvo ha levantado en los últimos días es el Universitario de Caracas. La institución quedó en manos de una junta interventora, presidida por Earle Siso, tras una falla eléctrica que cobró la vida de al menos dos personas y puso en riesgo a otros pacientes en cuidados críticos. Siso, quien es director de salud del Distrito Capital, dirigió el Hospital Militar y también estuvo al frente del Hospital de Niños J. M. de los Ríos, tiene el reto de reanudar las operaciones de un centro que fue referencia nacional.

Aún cuando se mantiene en reserva, se sabe que el ahora director transitorio del Hospital Universitario de Caracas ha asomado, a puerta cerrada, un plan “estratégico” para traer medicamentos e insumos al país con la colaboración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Pero hasta ahora es solo una propuesta sin concretar.


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