4 jóvenes fueron asesinados en fiestas durante este fin de semana

Joseph Solano, de 26 años, celebraba su cumpleaños dentro de su casa en Antímano y un vecino le disparó porque no quería que él apagara la música. Después del crimen los invitados robaron dinero, comida y equipos de la vivienda.

Caracas. Todos conocen al vecino que mató a Joseph Gregory Solano Castillo el día de su fiesta de cumpleaños. Estaba ebrio y al parecer bajo el efecto de las drogas, por eso presuntamente usó su arma para matarlo y solo porque quería bajarle volumen a la música.

La víctima cumplía 26 años y como era DJ hizo una fiesta en su casa, entre los sectores El Cardón y Las Delicias en Antímano. Ya a las 8:30 a. m. del domingo 22 de abril decidió apagar el sonido porque quería irse a dormir, pero este hombre, a quien no identificaron por temor, volvía a encenderlo. Esta situación generó una discusión entre los dos.

Al cabo de unos minutos apareció con su arma y disparó. Joseph corrió para resguardarse, al igual que el resto de los vecinos, pero recibió tres impactos de bala en la espalda.

Su hijo, de nueve años, presenció el asesinato. Ese fin de semana lo pasó con su papá, como lo hacía frecuentemente, y este era más especial porque cumplía un año más.

Fue trasladado hasta el hospital Pérez Carreño donde murió. Su mamá, Vilma Castillo, contó que algunos invitados robaron de la casa dinero en efectivo, comida y sus equipos de sonido profesional, luego de que pasó el susto del tiroteo.

Joseph vivía solo. Desde muy joven se independizó, recordó su mamá. A los 15 años ya se le había despertado el amor por la música y le pidió de regalo a su papá una consola. Tenía 10 años laborando como DJ.

Dejó a dos hijos huérfanos, de distintas madres. El varón, de nueve años, y una hembra, de seis años, quien también pasaba los fines de semana con él.

Fiestas dejan más víctimas

Edward Junior Cuenca González, de 24 años, apareció muerto en Quinta Crespo el viernes 20 de abril. Su papá, Julio Cuenca, contó que supieron de él al día siguiente, a la 1:00 p. m., luego de que lo buscaran por hospitales, preocupados porque no había llegado a la casa.

El joven vivía en Ciudad Tiuna y avisó que estaría en una fiesta por su casa. Por eso no saben por qué apareció lejos de ahí y con una herida de arma blanca en la cabeza.

La juventud está incontrolable, no hacen caso aunque uno les diga que no vayan a fiestas. Los muchachos no están llegando a los 30 años, la juventud se está muriendo, dijo uno de los familiares.

Además le robaron el koala, los zapatos y una gorra de marca.

Otro joven que fue asesinado este fin de semana fue Yordy Daniel Cuevas Ramos, también de 24 años, en el barrio Unido de La Vega.

La madrugada del sábado 21 de abril le dieron un tiro en el cuello, mientras estaba en una celebración callejera en la plaza Los Muchachos del sector. Testigos dijeron que un hombre se le acercó y le disparó.

A las 8:30 a. m. funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantaron su cadáver. Su mamá, Eukarys Ramos, contó que su pareja se encuentra embarazada.

Elvis Johan Trompetero, de 38 años, también figuró entre las víctimas de este fin de semana. La madrugada del domingo 22 de abril le dieron un golpe con una botella en la cabeza y al caer herido, le propinaron varios cortes con un punzón.

Desde la noche del sábado había ido a varias fiestas, primero acudió al cumpleaños de un familiar y de ahí se fue con tres amigos al Desarrollo Habitacional de Antímano a seguir la rumba. Después se fueron a otra reunión en el barrio Santa Ana de Carapita.

A las 6:10 a. m. le dijo a sus amigos que se iba a Las Torres, pero en el camino lo atacaron. Dejó a tres hijos huérfanos y trabajaba como obrero.

Foto Archivo


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