A 433 años de la fundación de La Guaira reaparecen la muralla y las bóvedas coloniales

La Guaira

El nuevo aniversario coincide con estos hallazgos patrimoniales que requieren de nuevas excavaciones arqueológicas que permitan finalmente recuperar parte del sistema defensivo de la ciudad, el cual quedó parcialmente sepultado con las obras viales del primer cuarto del siglo XX.

La Guaira.- En 23 días se cumplen los 433 años de la fundación de La Guaira y ante sus nuevas generaciones, reaparecen los vestigios de la muralla y otras obras de fortificación colonial, joyas arquitectónicas con las que aún se aspira a la declaratoria de patrimonio de la humanidad.

En efecto, desde 1992, La Guaira, cuna de la libertad americana y del puerto más estratégico de Venezuela, se encuentra en una lista de ciudades a proteger su patrimonio histórico, dado que está en riesgo,  de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

De ahí, que para los miembros del Consejo Superior de Identidad y Patrimonio Turístico de Vargas, los hallazgos recientes de extractos de las bóvedas, la muralla y el baluarte del patrimonio (en las cercanías del río Osorio en dirección hacia el mar Caribe), representen una esperanza en relación con el examen supervisor de la Unesco.

La reaparición de los mencionados tesoros coloniales comenzó en mayo pasado, con el movimiento de tierra de las maquinarias de la gobernación de La Guaira para restaurar la plaza en honor a Francisco de Miranda, justo al lado de los silos de almacenamiento de la zona portuaria.

En medio de las excavaciones de hasta cinco metros hacia abajo y más cerca del mar, se dejaron ver algunos vestigios de la muralla, así como del baluarte de la plataforma.

En cuanto a las bóvedas, se aprecian mínimos resquicios de las mismas, porque están por debajo de la muralla. Estas se usaban como cárceles y para el resguardo de las tropas militares en la colonia y la Guerra de Independencia.

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Grupos protectores del patrimonio cultural han estado vigilantes con los trabajos de remoción de tierra en la zona donde se hallaron los vestigios de la muralla y las bóvedas coloniales. Foto Cortesía

En las bóvedas de la ciudad histórica estuvieron presos, entre otros personajes, Juan Bautista Picornell y José Lax (protagonistas de la revuelta de San Blas en 1795); el prócer preindependentista, José María España, y su esposa Josefa Joaquina Sánchez; el redactor de la Constitución de 1811, Juan Germán Roscio; el expresidente y médico guaireño José María Vargas; el general Juan Bautista Arismendi y su cónyuge, Luisa Cáceres de Arismendi; el padre José Cortés de Madariaga (el de los sucesos del 19 de abril de 1810) y el general en Jefe, Francisco de Miranda.

Ahora lo que hay que hacer es iniciar las excavaciones arqueológicas, de acuerdo con los lineamientos del IPC (Instituto de Patrimonio Cultural, adscrito al Ministerio de la Cultura) para rescatar esos monumentos y así, demostrar que gran parte de la ciudad amurallada de La Guaira fue enterrada con las nuevas construcciones”, dijo Abilio de Oliveira, coordinador de la Oficina de Patrimonio del municipio Vargas.

En esas futuras excavaciones, hay que cernir (separar, observar y examinar) la tierra porque se presume la existencia de restos humanos y de otro tipo que sumarían valor patrimonial a las obras en cuestión. “Son los procedimientos técnicos que se han hecho en Egipto y en México”, añadió.

Sigilosa sepultura

En textos de investigadores sobre La Guaira, se asegura que las labores del corredor de la avenida Carlos Soublette, entre Maiquetía y Macuto, apuntalaron un enorme relleno, que sepultó a la ciudad amurallada de La Guaira, cuya calle Bolívar se asemeja a las de Cartagena de Indias (Colombia) y Santo Domingo (República Dominicana).

Fotografías de 1930 atestiguan que, además del puerto marítimo, en esa zona de La Guaira había 47 consulados diplomáticos, bancos, tranvías y un cañón Snyder del baluarte de la plataforma, una de las 17 obras de arquitectura militar que conformaba el sistema defensivo de la ciudad. Fue edificado en 1877, en tiempos del presidente Antonio Guzmán Blanco.

Actualmente quedan tres de esos castillos: La Pólvora, El Vigía y el San Carlos, mientras que del baluarte de la plataforma y sus 18 cañones, apenas reaparecen vestigios con los recientes trabajos de la plaza Miranda.

“Una larga muralla que se iniciaba en Las Trincheras hasta lo que hoy es Ipostel (al lado de la Casa Guipuzcoana), protegía al poblado del asalto de piratas  y filibusteros que infectaban el mar Caribe. La muralla fue construida con piedra del mar y arena del río Osorio; lista la argamasa, se solidificaba la coraza pétrea”, destaca el libro Crónica de La Guaira de Amador Clark y Gilberto Bruzual Díaz.

El proyecto de la muralla fue concebido por el ingeniero español Miguel González Dávila, que llegó a La Guaira en el año 1773, cuando vivían 3463 personas en 567 casas. Un siglo después, Guzmán Blanco ordenó la demolición de la misma, pero esto no se hizo efectivo, pese a las dudas que hasta mayo tenían algunos investigadores del tema en el Litoral Central.

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La muralla de La Guaira había sido sepultada cuando hicieron la avenida Soublette después del primer cuarto del siglo XX. Foto Cortesía

Posterior a los gobiernos del Ilustre Americano, las bóvedas de La Guaira se convirtieron en almacenes de sal y otras mercaderías de los comerciantes, hasta que una vez fallecido el presidente Juan Vicente Gómez se empezaron las labores en la avenida Soublette y quedaron sepultadas.

Pero, ahora que las bóvedas, la muralla y el baluarte de la plataforma están expuestas públicamente, el Estado venezolano, a través del IPC, está obligado a preservarlos para las nuevas generaciones de venezolanos, entre ellos miles de guaireños que, a su vez, se siguen preguntando si es posible apuntalar al turismo con el rescate de estas obras patrimoniales.

Vamos a ver hasta dónde se puede con estos nuevos hallazgos del patrimonio y estaremos listos para verificar las futuras excavaciones arqueológicas”, adelantó el historiador Alfredo Portales, miembro del Consejo Superior de Identidad y Patrimonio Turístico de Vargas.

Desconfianza popular

Mientras tanto, en las empedradas calles de El Guamacho y La Cabrería, en el casco colonial, algunos todavía perciben el salitre de la desconfianza con este asunto.

“He visto con qué orgullo hablan los colombianos de Cartagena como la heroica que nunca pudo ser doblegada, y a nosotros, en La Guaira, quienes nos gobiernan no tienen idea de que desde aquí Gual y España sembraron la semilla de la libertad y que José María Vargas fue el primer presidente civil de Venezuela”, comentó Arlene Liendo.

Por lo pronto, la mujer de 67 años de edad, maestra jubilada del preescolar de la Escuela Luisa Castillo en Punta de Mulatos, dijo que irá el venidero 29 de junio a la tradicional misa aniversario de La Guaira en la Catedral, el mismo día de los tambores de San Pedro y San Pablo.

Tenemos que seguir pidiéndole a Dios que La Guaira algún día tenga un museo internacional digno, como lo merece, por ejemplo, la Casa Guipuzcoana”, afirmó.

El referido inmueble, luego de 13 años sin ocuparse por decisión del fallecido gobernador Jorge Luis García Carneiro, ahora está repleto de funcionarios de esa dependencia, que bajo el mandato de José Alejandro Terán sigue sin sede oficial.

Desde diciembre de 2021, el sitio que fue declarado patrimonio nacional en 1964 no termina de convertirse en el museo que contempla el decreto suscrito el 1º de julio de 1997 por el alcalde de Vargas, Lenín Marcano.

“Uno vive en La Guaira y no sabe qué van a hacer con esa muralla, con esas bóvedas de nuestra historia, y mucho menos con la Casa Guipuzcoana que hasta la usan de estacionamiento de carros de enchufados”, indicó Luisa Laya, habitante del sector Muchinga, detrás del lugar.


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