Son innumerables los problemas que deben sortear las 78 familias de La Escalera, pero el de mayor peso es el del agua, ya que son más de 100 escalones que deben subir y bajar dos o tres veces a la semana con tobos de agua a cuestas, que compran a los camiones cisternas cuando sus reservas llegan al límite.

Barquisimeto. Siete meses sin agua tienen 78 familias del sector La Escalera, comunidad ubicada al suroeste de Barquisimeto. Los vecinos de esta zona de la ciudad deben hacer maromas para poder obtener el líquido que les permita desde cocinar hasta el aseo personal. Anteriormente, les llegaba tres veces por semana por tuberías, pero ahora están a la buena de Dios.

Aseguran que es mucho el sacrificio que hacen, ya que la mayoría son personas de la tercera edad y les cuesta cargar “dos tobos por viaje” mientras suben y bajan los empinados escalones, una y otra vez, hasta lograr llenar las pipas que tienen en sus casas. No se explican cómo de la noche a la mañana dejaron de recibir agua a través de las tuberías, ya que han ido hasta la sede de la empresa hidrológica estadal y no han tenido respuestas.

Además, deben comprar agua potable todos los días para cocinar y beber, pues la que adquieren del camión cisterna no es apta para el consumo humano. En esta situación se ven obligados a preguntarse cuál es la prioridad en ese momento, ¿si beber agua o comprar comida?, ya que todos los que viven a orillas de la avenida Ribereña son de bajos recursos económicos.

La Escalera
Siete meses tienen los vecinos de La Escalera sin recibir agua por tuberías. Foto: Yelitza Figueroa

El equipo de Crónica. Uno conversó con la señora Yamilex López, que contó que la situación de todos los vecinos es crítica, ya que desde que comenzó el problema iban a buscar agua a otros sectores cercanos, pero los residentes de esas zonas están poco dispuestos a ayudarlos: “Porque vamos todos los días a buscar agua, y no es un solo botellón o un solo tobo, son dos, tres, cuatro o cinco tobos para poder hacer comida y beber agua”.

Afirmó que su esposo compra diariamente una garrafa. Es una decisión difícil porque la única persona que trabaja en su hogar es él y cobra un poco más de 3 millones de bolívares semanalmente. Un tobo con 18 litros de agua lo venden en 1.300.000 bolívares, y los vecinos de La Escalera, en Barquisimeto, compran semanalmente hasta cinco tobos que usan para tomar o cocinar.

Eso no es plata, porque si uno compra una harina, no compra la pasta; si compra granos, no compra arroz, y la bolsa no alcanza. Yo me siento fatal y rendimos la comida para que nos alcance”, expresó.

La Escalera
Son las mujeres y personas de la tercera edad quienes realizan esta ardua tarea. Foto: Yelitza Figueroa
Zona considerada de alto riesgo

Por la inestabilidad del terreno, sus casas se encuentran en alto riesgo, y cada vez que llueve los vecinos tiemblan al ver cómo va cediendo el cerro y tanto barro como piedras van entrando en sus hogares.

La señora Yamilex relató que Darwin, vocero del Consejo Comunal de la zona, realizó un censo antes de marzo del 2020 y, anteriormente, también les realizaron otro censo con la promesa de que los iban a reubicar. Los vecinos entregaron fotos y  detallaron las condiciones en que se encontraban las viviendas.

Todavía estamos esperando. A mi me reubican y yo me voy, desarmo y me voy porque es un peligro vivir aquí, pero no tengo adónde ir”, lamentó.

La Escalera
Varias casas de la zona se encuentran en riesgo por la inestabilidad del terreno. Foto: Yelitza Figueroa

La quebrada que baja desde el sector San Vicente pasa por un lado de la casa de la señora Yamilex. Su vivienda refleja los signos de los deslizamientos del cerro, las tuberías las quitaron, la pared del baño se vino abajo, el techo de zinc también ha sufrido los golpes de las piedras, el piso de la casa se ha resentido por el arrastre de los escombros. Muchas de las piedras que han caído en su patio las han usado para hacer unas escaleras en el frente.

La Escalera
La vivienda de Yamilex perdió la pared del baño, y el techo de zinc muestra los golpes de las piedras. Foto: Yelitza Figueroa
“Soy enemiga de cocinar en leña”

El gas se los vendieron el 10 de febrero de este año. No lo vendían desde abril del año pasado: “Vamos a ver para cuándo vuelven a vender el gas”. Afirmó que hay casas donde las bombonas duran 15 días, y otras donde duran menos, pues venden los cilindros de 10 kilos.

“A mí me dura bastante el gas porque yo cocino más en cocina eléctrica que con gas para aguantarlo y no cocinar en leña. No me gusta cocinar en leña, y le digo francamente, soy enemiga de cocinar en leña”, indicó.

                         


Participa en la conversación