Advierten que es poco probable que con restricciones Sudeban le eche mano a las remesas

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Las medidas del Gobierno no tendrán el impacto deseado en “atraer o forzar” el uso de las casas de cambio para transar las remesas, indica el analista financiero Henkel García, quien considera que la medida de la Superintendencia “le complica la vida a los que están en el exterior para hacer sus pagos en bolívares, pero en lo que respecta a remesas tiene un impacto muy limitado”.

Caracas. Las medidas que ha impuesto la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) para restringuir el uso de las cuentas venezolanas desde el exterior, intentan fomentar el empleo de las casa de cambio autorizadas para el envío de remesas. No obstante, el analista financiero Henkel García y el economista Luis Crespo, coinciden en que estas acciones no serán suficientes para lograr tal objetivo, debido a que las divisas nunca terminan de ingresar a Venezuela por concepto de remesas.

Muchos son los venezolanos que, desde el extranjero, hacen intercambios de moneda local (dólares, euros, pesos, entre otras) para enviar bolívares hacia las cuentas venezolanas de sus familiares. Este intercambio se realiza a través de personas particulares o empresas que reciben efectivo y transferencias en divisas, que luego utilizan sus cuentas en bolívares, dentro y fuera de Venezuela, para hacer efectivo dicho canje. Este proceso, según el economista Luis Crespo: “Formalmente, no se considera como remesas, sino como una redistrubición de bolívares dentro del país”.

De este modo, la inserción de divisas por remesas a la economía nacional solo es factible mediante el sistema bancario o con dinero en efectivo. En cambio, lo que está ocurriendo es una redistribución del dinero que poseen personas con la capacidad de comprar divisas a través de bancos internacionales, quienes, según Henkel García, pueden ser las más afectadas si se encuentran fuera del país. 

Crónica.Uno contactó a varios venezolanos fuera del país, quienes comentaron su situación sobre este particular.  

Mariana Cordero (nombre ficticio), quien vive en Ecuador desde 2017, envía dinero a su propia cuenta bancaria en Venezuela. Contó que mientras utilizaba su cuenta Banesco, la plataforma electrónica arrojó un mensaje informativo que le pedía verificar su ubicación. Cordero solía utilizar su cuenta constantemente, pero este miércoles, tres días después de que entrara en vigencia la circular de Sudeban, cuando intentaba hacer una transferencia al mismo banco, la transacción no se realizó y “quedó pendiente”.

Probablemente la plataforma bloqueó su cuenta al detectar una dirección IP fuera del país. En su caso, Cordero piensa encontrar a “algún familiar que se encuentre en Venezuela para que realice los pagos”, pues no piensa volver al país para “resolver esa tontería del Gobierno”.

Cuentas en Instagram que ofrecen servicio de remesas a Venezuela
Las cuentas en Instagram que ofrecen servicio de remesas advierten que van a seguir operando

De acuerdo con el analista García, la nueva restricción “le complica la vida a los que están en el exterior para hacer sus pagos en bolívares, pero en lo que respecta a remesas tiene un impacto muy limitado”. El analista financiero considera que las medidas del Gobierno no tendrán el impacto necesario para “atraer o forzar” el uso de mecanismos oficiales o casas de cambio.

Quienes realizan intercambios de menudeo a distancia, como en el caso de Cordero, se verán afectados no en la retención de sus divisas, sino en el manejo personal de sus cuentas que serán bloqueadas si las plataformas bancarias identifican un dirección IP distinta a una venezolana. Por su parte, algunos usuarios ya consideran utilizar sistemas de VPN para burlar las medidas.

Cuentas de instagram que ofrecen servicio de remesas a Venezuela
Cuentas de instagram que ofrecen servicio de remesas a Venezuela

En el caso de un joven migrante que prefirió ocultar su identidad, él maneja cuatro cuentas bancarias desde Colombia para ayudar económicamente a su familia. Hasta los momentos no le han impedido el acceso electrónico en la banca.

Según reiteradas declaraciones del Ejecutivo, tanto la banca pública como privada y unas 150 casas de cambio operan para que los ciudadanos puedan recibir y vender sus divisas, pero no se han autorizado las compras.

Este jueves, 30 de agosto, la tasa oficial para remesas se ubicó en Bs. S. 61,12 por dólar, lo cual resulta poco atractivo frente a las transacciones paralelas. Además, los usuarios desconfían de hacer el registro para realizar operaciones Dicom o de remesas.

Las autoridades venezolanas anunciaron la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios y la reactivación de casas de cambio para, supuestamente, “debilitar el mercado paralelo”. Lo cierto es que el Gobierno pareciera estar seco de divisas debido a la caída de los ingresos petroleros y las restricciones para acceder a financiamiento externo, de allí que según analistas quiera echarle mano a las remesas.

Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en 2017 el ingreso a Venezuela por remesas llegó a 2000 millones de dólares y se espera que en 2018 esta cifra aumente a 6000 millones.

De acuerdo con el testimonio de un joven que emigró a España, y quien trabaja con “el envío de remesas” a Venezuela, las transacciones suelen ser muy diversas en cuanto al origen de los bolívares transados. En ocasiones, participa el capital en bolívares de varias personas para atender la demanda de remesas. Este joven recibe euros en efectivo o por transferencia y luego, alguien más, realiza la transferencia en bolívares. A pesar de su ilegalidad y riesgo, “las personas están aprendiendo a convivir con esto”, agrega el analista Henkel García.

No obstante, este fenómeno redistributivo de bolívares es igualmente beneficioso para quienes lo reciben. Según un informe del CAF, el resultado en el plano individual o familiar es que la emigración y, especialmente, las remesas, elevan el nivel de vida de las familias y comunidades receptoras. “Las remesas se han convertido en un mecanismo para enfrentar la pobreza y (…) el dinero se envía para beneficiar directamente al hogar”.

El informe continúa diciendo que “una consecuencia crucial y positiva de las remesas es que millones de receptores encuentran alivio de la pobreza”. Pero, con todo, “es vital reconocer que este impacto positivo sobre la pobreza es temporal”.

Sobre esto, el investigador y economista Luis Crespo señala que la necesidad de acceder a este dinero representa una salvación frente al deterioro del poder adquisitivo de los venezolanos y, por tanto, se convirtió en un enemigo del Gobierno. Agrega que el derroche de divisas en que ha incurrido el Ejecutivo crea desconfianza sobre el buen uso que puede darle al ingreso por casas de cambio.

Según la opinión de Crespo, en una economía sana, las remesas generan un efecto multiplicador positivo y pueden convertirse en inversiones, consumo, empleo, demanda agregada y estimular la producción nacional.

Cuestiones de medición: la gallina de los huevos de oro

En un informe de 2005, la CAF señaló que la contabilización de los ingresos por remesas en América Latina y el Caribe era una deficiencia de los gobiernos para apalancar el desarrollo económico de cada país. Venezuela, peor aún, profundizó esta carencia.

El informe citado reza que “los bancos centrales tienen dificultades para medir o contabilizar los dineros o aplicar la normativa existente a las empresas involucradas en las transferencias”, lo cual es una sentencia vigente para el contexto venezolano que ha estado signado por el control cambio.

De acuerdo con Luis Crespo, economista e investigador de la Universidad Central de Venezuela, la recepción de remesas era una características de países con población migrante, una situación que Venezuela no compartía de lleno hasta 2007, cuando este ingreso aumentó considerablemente.

Foto: Archivo Crónica.Uno


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