En el ambulatorio María de la Candelaria del sector ocho de San Jacinto, se atienden hasta 1500 pacientes al mes en medio de un calor implacable debido a fallas en el voltaje eléctrico y Corpoelec no da respuesta. Como paliativo, han tenido que reducir sus jornadas de atención porque también sufren racionamientos.
Maracaibo. La ética y el amor por el trabajo son los elementos que mantienen de pie el ambulatorio María de la Candelaria de San Jacinto, los mismos que ayudan a sortear las fallas eléctricas y de infraestructura que tienen desde mediados de año. Más de 1500 personas al mes acuden al lugar para ser atendidas, debido a que este centro asistencial es uno de los más completos en atención especializada que hay en la zona norte de la ciudad.
La infraestructura de este espacio de salud, ubicado en el sector ocho de San Jacinto de la parroquia Juana de Ávila, necesita una inspección especial por parte de Corpoelec para corregir una falla eléctrica. Además de la instalación de otros aparatos de aire acondicionado para la climatización del área de consultas.
Dalia Castillo, directora del ambulatorio dijo a Crónica.Uno, que la falla eléctrica es debido a que la entrada de electricidad del centro asistencial está dividida en tres fases lo que genera, según informó una cuadrilla de Corpoelec que ya los visitó, una falla de voltaje que debe ser corregida por un equipo especial de la estatal eléctrica.
Una lotería
El pasado 25 de abril de este año, la gobernación del estado inauguró el área de emergencia del ambulatorio con trabajos de construcción, recuperación y modernización, según informó una nota de prensa, entre ellos la puesta de 285 puntos eléctricos, la instalación de dos aires acondicionados y la reparación de un tercero.
Sin embargo, actualmente la climatización de los espacios representa un problema debido a la fluctuación del voltaje.
Es impredecible saber el momento en que nos vamos a quedar sin electricidad en alguna de las fases y los aires comienzan a fallar, es ahí cuando decidimos apagarlos para evitar que se dañen”, dijo la directora.
Sobre la intervención del ejecutivo regional, Castillo refirió que el servicio eléctrico se mantuvo estable apenas dos meses después, pero luego comenzó la lotería de apagar y prender los aparatos, que no solo incluyen los aires, sino la máquina de rayos X, la reveladora, odontología, ecografía y laboratorio.
Esta situación ha empeorado durante el mes de diciembre debido al regreso de los racionamientos eléctricos de hasta cuatro horas al día, interrumpiendo la jornada de 12 horas de trabajo.
En el laboratorio, por ejemplo, no podemos prender las máquinas porque el calor las recalienta. Ellos ahí tienen aires acondicionados nuevos pero no podemos prenderlos porque comienza a fallar. A veces solo duran encendidos unas horas”, dijo Castillo.
Llamado a Corpoelec
Tilsia Tovar, administradora del ambulatorio, indicó que en mayo pasado, introdujeron una carta a la Corporación Eléctrica para solicitar la revisión interna de los puntos eléctricos, pero hasta la fecha no han recibido respuesta.
“Es un problema porque hay consultas que se tienen que parar, además del calor que es humanamente insoportable”, dijo.
Se conoció que hace un par de semanas los visitó una comisión de la gobernación para evaluar el problema interno, porque ya la máquina de rayos X tuvo que ser reparada debido a las fallas, pero no volvieron a dar solución.
Segunda fase en espera
El área de consulta, que está propuesta para una segunda intervención de la gobernación, tiene más de cinco años sin climatización, además de deficiencias en infraestructura, consultorios y equipo médico.
Bajo esas condiciones se atienden consultas de pediatría, traumatología, ginecología, nutrición y medicina familiar.
Tenemos un Split que nutre tres cubículos pero es insuficiente y la comunidad es quien nos apoya para lavar los aires. El gobernador y la doctora María Moreno, directora de la secretaría regional de salud, están al tanto de nuestra situación”, reveló Castillo.
La médico resaltó la asistencia integral que prestan y la confianza de las comunidades marabinas y foráneas que ahí se atienden. “La gobernación y el Gobierno Nacional nos apoya con insumos y medicamentos todos los meses y gracias a eso tenemos como ayudar a los pacientes. Además, el esfuerzo humano y el compromiso que tenemos es importantísimo”, dijo.
El Ambulatorio Urbano Tipo II Nuestra Señora de la Candelaria, fue ideado por la Asociación de Damas Salesianas y el padre Eleuterio Cuevas e inaugurado el 25 de octubre de 1993. Hoy, 30 años después, tiene un equipo de 85 empleados entre médicos, personal administrativo, de enfermería y mantenimiento, que han logrado 15.000 atenciones médicas.
Por esta razón la dirección del ambulatorio hizo un llamado a la Corporación Eléctrica para que atienda su solicitud antes de que finalice el año para poder seguir brindando atención en condiciones favorables.
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