El gremio acordó realizar este martes una paralización de actividades por 24 horas con acciones de calle, y para el miércoles consignarán un documento ante el Ministerio de Educación Universitaria para pedir la salida del ministro Hugbel Roa. Jueves y viernes se espera un paro activo de 48 horas con asambleas y acciones de calle.

Caracas. Un salario que pague la canasta básica: este es el punto de partida de profesores, empleados y obreros del sector universitario. La escalada en el conflicto por reivindicaciones salariales, que inició en junio con los llamados a paro de 24 y 48 horas, desembocó este lunes en una Asamblea Intergremial en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela.

Al recinto universitario acudió parte del personal de las universidades Santa María, Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Pedagógica Experimental Libertador, Carabobo, Los Andes, Experimental Politécnica Antonio José de Sucre, entre otras. En el interior del país las instituciones académicas también realizaron asambleas de calle.

El gremio acordó realizar este martes una paralización de actividades por 24 horas con acciones de calle, para el miércoles consignarán un documento ante el Ministerio de Educación Universitaria para pedir la salida del ministro Hugbel Roa. Jueves y viernes se espera un paro activo de 48 horas con asambleas y acciones de calle.

Esto hasta el lunes que presentemos el nuevo cronograma, dijo Eduardo Sánchez, presidente de la Federación de Trabajadores Universitarios, quien agregó: Que sepan los trabajadores del sector salud que los apoyamos en su pelea, que estamos trabajando en función de hacer una marcha hacia la Vicepresidencia de la República con todos los que tienen hambre en este país. Al culminar el evento el gremio protestó en la fuente de Plaza Venezuela.

La presidente de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Lourdes Ramírez de Viloria, manifestó que el salario debe cubrir la canasta básica. Es decir, que el obrero uno debe ganar la canasta básica, que son 300 millones de bolívares. Y a partir de allí se debe desarrollar la tabla salarial. El pasado viernes el Ministerio de Educación Universitaria anunció un aumento que, según el gremio, no consideró la participación del sector y que no cubre el costo de la vida en medio de la hiperinflación.

En junio la inflación diaria fue 2,8 %, mientras que la mensual alcanzó 128,4 %, indicó este lunes la Asamblea Nacional.

Según una nota de prensa difundida por la Agencia Venezolana de Noticias, Orlando Zambrano, vocero del sector obrero de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela, dijo que el escalafón más bajo ganará casi 15 millones de bolívares.

Este último aumento que dio el ministerio es de hambre, donde ni siquiera llamó a las partes a sentarse, sino que impuso, entre gallos y medianoche con una federación de maletín, un tabulador nacional que fue rechazado por más de 90 % del personal universitario, expresó David Mendoza, presidente de los Sindicatos No Federados de Trabajadores Universitarios.

Los profesores universitarios también desconocen este ajuste salarial que regirá a partir del 1° de julio, destacó Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela.

A través de Twitter, la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar difundió la tabla que contiene el sueldo básico del personal académico: un docente titular de dedicación exclusiva percibirá un salario de 50, 4 millones de bolívares, siendo este escalafón el más alto.   

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Márquez hizo un llamado a la movilización de los trabajadores por la lucha salarial. Dijo que el miércoles también exigirán una evaluación de las prestaciones sociales para sean indexadas.  

Por su parte, Ramírez dijo que llevarán una nueva tabla salarial que sea ajustada de forma mensual. Con respecto al HCM solicitarán que sea de cobertura total.

Trabajadores que sobreviven

Josefa Gutiérrez, obrera de la Unexpo desde hace 8 años:

Cobro 480.000 bolívares semanales. Uno está limitado en todo. Me levanto y voy a trabajar por cumplir. Porque cuando se llega el jueves y veo lo que cobré, me pregunto qué compro con esto: una ramita de cebollín y una de cilantro. Para eso es que me alcanza. Yo estaba sobreviviendo con la tarjeta de crédito, pero desde febrero para acá ya no puedo hacer ni el pago mínimo. Entonces en ocasiones me toca salir a limpiar apartamentos los sábados. Anteriormente éramos los mejores pagados, ahora estamos por el piso. Esta misma situación hizo que me involucrara más con el gremio, es la primera vez que vengo a una asamblea. Quiero escuchar cuáles son los planteamientos. Hace falta involucrarse para hacernos sentir. Pero esta inflación tan grande nos ha absorbido en poco tiempo. Con esto que estamos viviendo tenemos que salir y si hay que tomar medidas, se tomarán.

Yurmaris González, personal administrativo de la Unexpo desde hace 20 años: 

¿Quién va a comer con ese aumento que hizo el ministro? Mi quicena son tres millones de bolívares. No puedo decir qué hago con eso, será magia. Mi forma de alimentarme cambió. Ahora como una semana granos, la otra huevo. Se tienen que preparar cosas que rindan. Realmente somos magos. Milagrosamente me llega la caja del Clap, pero soy alérgica a la harina y a la leche que trae. Entonces si no tengo arepas, como plátano, papa o yuca. Cuando puedo compro medio kilo de carne y la rindo con papa y le rallo zanahoria. Mi hermano también me ayuda. Él hace el mercado de su casa y me manda un poquito a mi.

Gustavo Villasmil, profesor instructor de la UCV desde hace 5 años:

 

Soy profesor en las facultades de Odontología y Medicina y en la escuela de Estudios Políticos. Mi dedicación a la universidad es superior a lo que se me remunera. Estoy de lunes a viernes de 7:00 a. m. a 4:00 p. m. Claramente vivo del ejercicio privado, que también está sujeto a los vaivenes. Sin embargo, nosotros insistimos a la comunidad académica en mantenernos aquí. Sabemos a lo que está jugando el Gobierno, pero tenemos claro que no vamos a entregar la universidad. Sobre todo por la defensa al núcleo de valores que aquí hay.

Fotos: Carmen Victoria Inojosa


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