Entre los interesados no solamente están recién graduados que optan a un cupo universitario, sino población flotante, es decir, los rezagados de procesos anteriores. También están los bachilleres que necesitan el certificado de la Opsu para formalizar su inscripción en instituciones públicas o privadas.

Caracas. Largas colas, sol inclemente y desinformación por doquier es lo que sobra en los alrededores de la plaza El Venezolano, donde —desde el 1° de agosto— se lleva a cabo una jornada de inscripción de bachilleres en el Sistema Nacional de Ingreso (SNI) de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu). Desde las 6:00 a. m. empiezan a hacer fila y, aunque formalmente termina a las 4:00 p. m., la lentitud del sistema ha obligado a atender “hasta el último que haya”.

El operativo, organizado por el Ministerio de Educación Universitaria, se ejecuta debido a las continuas fallas que presenta la página web de la Opsu desde hace varios meses, aseguró uno de los miembros de Chamba Juvenil que atendía las consultas de los bachilleres y sus padres. 

El registro en el SNI solía hacerse todos los años durante el transcurso del año escolar, y era el paso previo a la presentación de la prueba vocacional de la Opsu y la asignación de cupos en universidades públicas. Sin embargo, de acuerdo con Yorgelis Durán —una de las jóvenes de logística que responde las dudas— los apagones “debilitaron los sistemas” por lo que desde mediados de marzo la página ha presentado problemas. 

ingreso de la OPSU
Foto: Luis Morillo

Pese a esto, bachilleres consultados por Crónica.Uno aseguraron que los problemas se han presentado incluso desde finales del año pasado. María Cristina Quintana, egresada de un colegio privado de Santa Mónica, señaló que la página “tiene tiempo así” pues durante el año escolar 2017-2018 también pasó las de Caín para poder registrar a su hermano, que para entonces se estaba graduando de bachiller. 

Aunque los organizadores del operativo señalaron que dicho proceso se llevará a cabo durante todo agosto, María Cristina y otros cientos de bachilleres —muchos en compañía de sus padres— llevan días madrugando y gastando hasta lo que no tienen, para cumplir con un proceso que hasta hace un tiempo podían hacer desde sus casas. 

Esto es un desastre. Los de camisas rojas [Chamba Juvenil] lo que hacen es pedirte la cédula pero no están pendientes de la cola. Aquí no se sabe dónde empieza, ni dónde termina y al que se descuida se le colean, afirmó Gladys Méndez, madre de un bachiller que hacía la cola mientras su hijo buscaba “algo para picar y aguantar la pepa de sol”.

La alta afluencia de personas, sumada a la lentitud del sistema, ha hecho que el proceso se alargue hasta altas horas de la noche, según uno de los trabajadores.

Foto: Luis Morillo

La desinformación y el ruido reinan en este operativo. No hay un vocero oficial o letrero que indique los recaudos que hay que llevar para completar su registro; las dudas a veces se entremezclan con el sonido del animador del evento y el reguetón dispuesto en los alrededores de la plaza, donde se realizan concursos de baile y rifas para los aspirantes a cursar estudios superiores. Mientras unos llenan los formularios, otros compiten y salen airosos con una tableta. Luego se van con la duda de si con ese registro realmente obtendrán un cupo universitario. 

Algunos de los consultados señalaron que, además del registro en el SNI, también es posible realizar la prueba vocacional que permite dar una idea de cuál es la carrera que pudiera cursar el bachiller de acuerdo con sus aptitudes y gustos. Sin embargo, funcionarios del Ministerio de Educación Universitaria señalaron que el proceso que se lleva a cabo es simplemente el ingreso de datos de los estudiantes y de su situación socioeconómica.

Foto: Luis Morillo

Al sitio no solamente llega gente residenciada en Caracas, sino proveniente de zonas aledañas como Valles del Tuy, Guarenas, Guatire, Vargas y los Altos Mirandinos. Al mismo acuden tanto bachilleres recién graduados como “población flotante”, es decir, bachilleres egresados de años anteriores que no están inscritos actualmente en ninguna universidad o instituto de educación superior.

Otros, sin embargo, solamente buscan registrarse para obtener el certficado de participación en el Sistema Nacional de Ingreso, requisito exigido de manera obligatoria por universidades públicas y privadas del país para formalizar la inscripción del aspirante, así como la constancia de presentación de la Prueba Nacional de Aptitud Académica.

Los organizadores también le dieron espacio a representantes de universidades públicas del Estado para mostrar su oferta académica a los bachilleres.

Las universidades Experimental de Caracas (Unexca), Experimental Simón Rodríguez (Unesr) y de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez Frías estaban entre las que mostraban a los interesados los requisitos y carreras que se pueden cursar. Medicina integral comunitaria, Radioimagenología, Terapia Ocupacional, Optometría, Fonoaudiología, Fisioterapia y Enfermería eran las opciones disponibles en esta última, cuya sede principal se encuentra en La Candelaria.

Foto: Alberto Torres

Según nota de prensa del Ministerio de Comunicación e Información (Minci), en el proceso de la Opsu “se hace hincampié en que las carreras y programas de formación a los que opten los bachilleres estén anclados a los 15 motores de la Agenda Económica Bolivariana y así las universidades contribuyan con los lineamientos estratégicos” instruidos por Nicolás Maduro.

De acuerdo con el portal El Universitariola Opsu aplica un modelo “multivariable” para la asignación de cupos universitarios, cuyo 50 % está compuesto por el promedio global de notas de 1° a 4° año de ciclo diversificado; 30 % por la condición socioeconómica del bachiller; 15 % por la vinculación al territorio (es decir, haber escogido una carrera ofertada en la región donde vive) y 5 % por su participación previa en el SNI y la realización de actividades extracurriculares.


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