Steward Pérez, de 21 años, recibió un tiro en la cabeza en la zona 10 de José Félix Ribas cuando se encontraba cerca de la entrega de la bolsa de alimentos en la comunidad y un hombre llegó disparando al aire.

Caracas. A las 7:30 p. m. del pasado miércoles 21 de marzo inició la organización vecinal en la zona 10 del barrio José Félix Ribas, en Petare, pues había llegado el camión con las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y comenzarían a descargar.

Los habitantes estaban reunidos y entre ellos se encontraba Steward Alejandro Pérez Courtois, de 21 años, cuando se escuchó una ráfaga de disparos. Todos corrieron a ocultarse mientras gritaban y momentos después vieron al joven caer con una herida en la cabeza.

Su tía, Ingrid Sánchez, detalló que mientras algunos vecinos y familiares lo socorrían otros resguardaban la comida. Fue trasladado hasta el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, donde falleció la madrugada del jueves.

Esa noche un hombre del barrio, quien presumen estaba bajo los efectos de drogas o alcohol, bajó disparando al aire y una de esas balas impactó a Steward por la parte de atrás de la cabeza. Su tía aclaró que él no participaba en la organización del Clap, pues simplemente estaba en compañía de la comunidad esperando.

Eso no terminó en una masacre porque la pistola se le engatilló a la persona que bajó disparando y huyó por la escalera 23. Cuando escuchamos los tiros como por la escalera lo primero que hicimos fue escondernos y cuando lo vimos solo se veía a alguien corriendo, dijo.

Desconocen la identidad del “gatillo alegre” y, a juicio de Ingrid, quien lo vio no lo señalará por miedo a futuras venganzas. Cuando en un barrio se forma un tiroteo si muchos ven todo, el mundo se vuelve ciego, además eso fue retirado de la entrega y nos protegimos de las balas.

La víctima se encontraba desempleada pero hacía trabajos en la comunidad como obrero. Su tía destacó que este tipo de eventos suceden frecuentemente en los barrios, pero que justo en esa zona no pasaba desde hace 18 años.

Hago un llamado a las familias, gran parte de las conductas irregulares que vemos en la calle dependen de la casa. Si bien es cierto que el Estado tiene una cuota de responsabilidad, si nosotros no contribuimos y nos organizamos, estamos fregados, soltó Ingrid.

También aclaró que el homicidio de su sobrino fue un hecho aislado a las protestas que ocurrieron ese miércoles en la zona 6 de José Félix Ribas porque las cajas del Clap llegaron incompletas.

Foto cortesía: Carlos Ramírez


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