La campaña 2021-2022 que arranca este sábado parece destinada a extender la supremacía de anzoatiguenses y larenses, que se han repartido los últimos cuatro cetros de la pelota criolla.

Caracas. La dictadura deportiva de Caribes de Anzoátegui y Cardenales de Lara pinta para extenderse en la temporada 2021-2022, que arranca este sábado y se disputará hasta enero del año que viene.

Anzoatiguenses y crepusculares han protagonizado las últimas dos finales de la LVBP y se reparten los últimos cuatro cetros de la pelota criolla, con dos trofeos para cada novena. El último campeón distinto a orientales o larenses fue Águilas del Zulia en la ya algo lejana zafra 2016-2017.

Caribes, el monarca actual, “va por el bicampeonato”, según su piloto Mike Álvarez. La tribu tendrá la motivación de volver a jugar en su reducto del Alfonso Chico Carrasquel de Puerto La Cruz y, además de su sólido núcleo criollo, adquirió en el receso a los grandeligas Asdrúbal Cabrera y Victor Reyes, quienes se uniformarán a finales de noviembre y comienzos de diciembre.

Cardenales se dará el lujo de contar con un dirigente de las credenciales de Carlos Mendoza, posible próximo piloto venezolano en las Grandes Ligas, y además tendrá probablemente al importado de mayor jerarquía en el circuito en el brazo diestro del taponero Shane Greene, un grandeliga con ocho años de servicio y 67 rescates en el mejor beisbol del mundo.

No obstante la solidez del roster alado, Mendoza no se confía.

“Yo no creo en favoritismos. El beisbol hay que jugarlo en el terreno y hacer las cosas pequeñas”, advirtió el timonel de 41 años.

La nave bien reforzada

Después de Anzoátegui y Lara, el torneo es parejo, pero sobresale el Magallanes por su pitcheo de relevo, que su manager Wilfredo Romero considera “el mejor de la liga” y su núcleo de importados, donde destacan los bates de Cade Gotta y Alejandro de Aza, además del buen perfil del inicialista estadounidense Nellie Rodríguez.

Leones, por su parte, “tiene un mejor equipo que en la temporada pasada”, como indicó Wilfredo Tovar, ligamayorista y referente capitalino. El Caracas contrató a José Alguacil como piloto, un dirigente joven que ha hecho carrera en ligas menores y gusta de jugar la llamada “pelota pequeña” de habilidad, corrido de bases y buena defensa. Y, ante la aparente debilidad ofensiva de los melenudos, no le quedará más remedio. Al menos, la directiva reforzó el cuerpo de lanzadores y el relevo tiene profundidad.

Del resto, Águilas del Zulia con buenos monticulistas y Tigres de Aragua con un roster experimentado lucharán junto con los propios Leones por los dos últimos cupos de la clasificación.

Tiburones tiene una nómina floja y escasa de brazos fiables, si bien pudo retener a Danry Vásquez, uno de los mejores bateadores de la liga, y cifra sus esperanzas en lo que pueda hacer el joven Lorenzo Cedrola. Bravos es, en el papel, el equipo más débil de los ocho y su clasificación sería una gran sorpresa. Los insulares son el único conjunto que no podrá jugar en su sede natural de Porlamar.

La jornada inaugural de la 2021-2022 incluye los cotejos Bravos-Cardenales (2:00 p. m. en Barquisimeto); Leones-Tigres (5:00 p. m. en Maracay); Águilas-Navegantes (5:30 p. m. en Valencia) y Tiburones-Caribes (6:00 p. m. en Puerto La Cruz).

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