Los retornados estarían ubicados en escuelas, colegios y liceos. Mientras que el Gobierno asegura que están acondicionando los espacios, pues no estaban preparados, los migrantes denuncian que ni agua les dan. Al mismo tiempo los vecinos custodian las escuelas en San Cristóbal ante el temor de que traigan personas a los planteles de la capital para pasar la cuarentena. 

San Cristóbal.  Desde que se decretó la cuarentena por la pandemia de coronavirus, y pese a que el paso estaba cerrado, no han dejado de llegar venezolanos a través de la frontera en el estado Táchira. Ante esta situación, Colombia abrió un paso humanitario en el puente binacional Simón Bolívar y Venezuela anunció medidas para quienes regresan.

A la fecha, casi 4000 venezolanos han ingresado a través del paso humanitario ubicado en el puente internacional Simón Bolívar de San Antonio del Táchira. Esto ocurre desde el pasado 4 de abril, cuando inició el ingreso de venezolanos provenientes de países como Colombia y Ecuador, tras la crisis generada por la pandemia del COVID-19, según señaló Freddy Bernal.

La información la suministró Bernal —a quien Maduro “nombró protector del Táchira”— en su programa radial, donde también explicó que de esas 3974 personas, 2800 están en los puestos de atención social integral que fueron ubicados en instalaciones escolares en los municipios Bolívar, Ureña y Junín. 

En estos espacios, con colchonetas y bajo una estricta vigilancia policial, están las personas que dieron negativo al test rápido, pero que deberán guardar una cuarentena de 14 días, que es el periodo de incubación del virus. Una vez cumplido ese lapso serán enviados a sus estados de origen. 

Los otros mil retornados se encuentran en el terminal de pasajeros de San Antonio a la espera de su traslado a un puesto de asistencia integral, no ha sido informado cuál será. 

La situación ha generado zozobra en la población de la entidad y a varios planteles de San Cristóbal han llegado vecinos para custodiar las instalaciones, en rechazo a la posible llegada de estas personas. Alegan que temen que haya brotes de contagio en sus comunidades, aunado al riesgo que corren las instalaciones con la gran cantidad de personas que pernoctarían en estos espacios. 

En la avenida Rotaria, Zorca y Unidad Vecinal se han concentrado vecinos precisamente para evitar que a los retornados los ubiquen en esa escuela. 

El pasado 7 de abril, habitantes de Capacho salieron a protestar ante la llegada de personas armadas al Colegio Santa Mariana de Jesús, quienes pretendían tomar las instalaciones de dicho plantel. Tras la presión de los vecinos, estos grupos armados —se desconoce el cuerpo de seguridad al que pertenecen— no tuvieron otra opción que retirarse sin lograr su cometido. 

“La misma improvisación es lo que ha llevado a que la gente no quiera que tomen una escuela en su comunidad porque no se están tomando las medidas sanitarias… no es falta de solidaridad, sino que no quieren que el problema llegue a su casa”, dijo Javier Tarazona, director de Fundaredes. 

Indica Tarazona que se han aprovechado de la vocería “hoy han reconocido que no hay sanitarios ni agua potable en los centros educativos que han destinado para esto”. 

A través de un audio enviado por una de las personas retornadas, una mujer denuncia que no han tomado agua, así como la presencia de niños enfermos: “Estamos en un pueblo que se llama Rubio… nos tienen presos…somos 17 buses y los del gobierno no nos paran, solo tomando fotos”, la voz de la mujer se quiebra en la nota de audio.

Aseguraban en esa grabación, atribuida a un retornado, que el Gobierno los engañó, pues pensaban que los iban a llevar a Valencia pero los llevaron a pasar la cuarentena en una escuela sin luz, sin agua y logística. “No nos traen comida”, denuncian en el audio. 

El plan oficial

Las cifras ofrecidas por Bernal contrastan con las del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien estimó que “al momento (el pasado miércoles 8) habrían llegado unas 300 personas y otras 200 se encontrarían en tránsito”, por lo que estimó que unas 540 personas ingresarían al país solo el día miércoles.

Padrino López explicó que ante el retorno de venezolanos se activó un dispositivo de atención integral en el cual se hace un proceso de verificación y se aplican las pruebas rápidas de detección. “Reciben la atención integral de alimentación para que pasen esta cuarentena”. 

La gobernadora de la entidad, Laidy Gómez, ha estimado que producto de la pandemia unos 10.000 venezolanos retornarán al país a través de las fronteras del estado Táchira.

Por su parte, autoridades colombianas mantienen un estricto cerco de seguridad y sanitario en la zona de La Parada, ante la llegada de autobuses provenientes de diversas partes del país con venezolanos a bordo.

Solo la mañana de este Jueves Santo se reportó la llegada de una docena de buses llenos de migrantes venezolanos, quienes fueron chequeados, desinfectados y custodiados hasta la línea limítrofe en el puente internacional Simón Bolívar, donde fueron recibidos por las autoridades venezolanas. 

Se espera que lleguen más personas, pues solo en Bucaramanga unos 1000 venezolanos pernoctan a la intemperie en el Parque del Agua de la capital de Santander. Incluso las autoridades de esa ciudad realizarán un consejo de estado, a fin de tomar decisiones sobre estas personas que estarían incumpliendo las medidas de aislamiento.

Por esta razón, uniformados pertenecientes a la Policía Nacional de Colombia custodian los pasos ilegales o adyacentes a la frontera con Venezuela.

Foto: Cortesía

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