La noche del miércoles 7 de septiembre llovió tanto, que el río Madre Vieja estuvo a centímetros de desbordarse. Y aunque no hubo daños materiales ni viviendas afectadas, los habitantes de Los Naranjos, Los Rosales y Corozal, alertan sobre el socavamiento de un dique y las fracturas que presenta el puente provisional que conecta a las comunidades con la avenida Las Delicias.
Maracay. La noche del pasado miércoles 7 de septiembre, cientos de familias al norte de Maracay, vivieron momentos de zozobra y angustia al ver cómo el río Madre Vieja estuvo a punto de desbordarse, mientras las torrenciales lluvias caídas esa noche, aumentaban su cauce.
Los Naranjos, Corozal y Los Rosales, fueron las comunidades más vulnerables, aunque afortunadamente, las aguas del río apenas se desbordaron en las calles sin causar daños a las viviendas. Inicialmente, autoridades de la alcaldía de Maracay, daban cuenta de 46 viviendas anegadas en Corozal, pero sin pérdidas materiales. Datos extraoficiales refieren que más de 500 familias permanecen en riesgo de continuar las incesantes lluvias.
Y es que el dique Corozal fue rebasado por las aguas del río, mientras que la vía que conecta con otras comunidades del norte y en la que existe un puente de hierro, se socavó aún más.
Ramón Lucas Pacheco, habitante de Los Naranjos, advierte sobre la situación delicada en la que viven en esa comunidad, que estuvo a punto de ser inundada por el río Madre Vieja.
Estamos sometidos a una desidia total. Tenemos más de seis años detrás de las autoridades para que repongan los gaviones que años atrás se llevó el río”, sostuvo.
Pacheco aduce que la comunidad organizada ha enviado infinidad de cartas y solicitudes a las autoridades municipales, en las que advierten el colapso que puede originarse en la zona. “Si este río se desborda, se lleva la escuela”.
Los residentes de Los Naranjos también se quejan de la sordera institucional, frente a las solicitudes que han hecho reiteradamente ante la empresa eléctrica Corpoelec, para que realice una poda de árboles, pues la noche de la tormenta, las aguas del río Madre Vieja socavaron peligrosamente sus raíces y temen que en cualquier momento caigan sobre el tendido eléctrico.
Similar reclamo hacen los habitantes de Los Rosales. “No es cortar los árboles, es poda” aclara Luis Germán.
Vieja deuda
También exigen de la gobernación de Aragua y de la alcaldía de Girardot, atender una vieja solicitud.
Se trata de los daños estructurales que presenta el gavión desde hace tres años, producto de las fuertes lluvias y corrientes de agua que por él circulan y que también han causado afectaciones al gavión ubicado en Los Naranjos I.
No esperen a que haya una tragedia. Ese gavión está fracturado en cuatro partes y las aguas que venían del dique hizo que el río sobrepasara su nivel. Gracias a Dios que no nos inundamos”, alertó
En Corozal, la situación no es distinta. Los vecinos alertan sobre el peligro que corren las familias ubicadas en la parte alta si el terreno cede y las viviendas colapsan y caen al río Madre Vieja.
“Una vez vino un ingeniero y nos dijo que allí no se podía concluir el gavión, porque cuando metieron la máquina para excavar, el terreno cedió”, cuenta Loida Cobo, habitante del sector.
Los habitantes de estas tres comunidades, insisten en la urgente atención gubernamental. Temen que, de continuar las lluvias tal y como se pronostica, el dique y los gaviones no resistirán la fuerza del agua del río Madre Vieja y termine por inundar a cientos de viviendas en el norte de Maracay.
Al día siguiente de la lluvia, la alcaldía de Maracay y otros organismos de protección, iniciaron los trabajos de limpieza y mantenimiento del dique Corozal, que data de la época de Juan Vicente Gómez y que recoge todas las aguas de los ríos del parque nacional Henri Pittier.
Precisamente en este dique, ubicado en la urbanización El Castaño, suele acumularse material arenoso, rocoso y vegetal que suelen arrastrar los ríos, además de la basura que gente inescrupulosa suele lanzar a las orillas de los ríos y que ocasionan la obstrucción en la represa.
Por ello, además de otras razones, los sectores populares del norte de Maracay, siempre están propensos a inundaciones, sobre todo cuando las lluvias arrecian tal y como ocurrió el pasado 7 de septiembre, cuando las propias autoridades de protección, previeron una posible evacuación de la zona, pues la incidencia pluviométrica, es decir las lluvias caídas esa noche, han sido las más altas registradas durante la temporada.
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