En 15 días los precios del tomate y el pimentón se dispararon en los mercados municipales y los supermercados. Por los costos, las personas compran menos cantidades.
Gabriela Berroterán / @gabyestibalys
Caracas. Preparar los guisos, los contornos de la carne o el pollo y las ensaladas descuadra el presupuesto del venezolano. Los precios de las hortalizas se disparan con velocidad, y actualmente, una familia tiene que disponer por lo bajito de 1.000 bolívares para adquirir un kilo de cualquier hortaliza, por lo cual muchos compran menos cantidades.
“Las hortalizas están carísimas y las pocas que compro son para aliñar la carne o el pollo” dijo Estefani Álvarez, ama de casa que vive en Catia, quien contó que cuando va al mercado se lleva menos de cada producto.
La Encuesta de Condiciones de Vida de los Venezolanos (Encovi) 2015 reflejó que el consumo de las hortalizas tiene una frecuencia muy baja en los estratos de mayor vulnerabilidad, pues la ingesta de harinas se posiciona en el primer lugar.
El comportamiento de los precios de estos rubros, solía depender de la cosecha, sin embargo, en los últimos meses ha impactado la baja producción. En días pasados el presidente de Fedenaga, Carlos Albornoz, expresó que la siembra tiene problemas por la falta de insumos.
En un recorrido efectuado por Crónica.Uno en mercados municipales y supermercados se observó que el costo del kilo de tomate está en mínimo 1.000 bolívares, lo que representa un incremento del 150% en 15 días. Los precios de la cebolla y el pimentón en los establecimientos oscila entre 1.000 y 1.100 bolívares, y en dos semanas subieron más 40%.
El kilo de papa y zanahoria también se encuentra entre 1.000 y 1.200 bolívares y en pocas semanas su precio se ha duplicado.
Marvis González, obrera de una escuela pública y que vive en La Vega, contó que por los costos que tienen algunos rubros los compra una vez al mes. “Lo que gano ya no me alcanza”, apuntó.
Otras familias tratan de rendir el pollo o la carne, que también escasea y está costoso, con los pocos vegetales que consiguen. Elena Morales, una secretaria residente de Caricuao, dijo que “compro papas pequeñas porque me sale más barato y así rindo la carne o el pollo, que también cuesta comprar”.
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