El Ejecutivo cerró las avenidas Urdaneta y Universidad, así como la plaza O’Leary, para la “defensa de la paz”, pero los asistentes estaban dispersos y se agrupaban cerca de las tarimas y los camiones.
Caracas. Por sexta vez en dos semanas, el Gobierno cerró parte del centro de Caracas bajo el argumento de la “defensa de la paz”. Los alrededores de Miraflores, la Asamblea Nacional (AN) y la plaza O’Leary estaban tomados por empleados públicos, consejos comunales, integrantes de las misiones y seguidores del oficialismo, pero en la manifestación más de un asistente estaba molesto con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
José González es discapacitado y junto con un grupo de vecinos fue hasta Miraflores a buscar respuestas por el manejo de los Comités. Vive en la carretera vieja de Guarenas y contó que en su zona las bolsas llegan con poca frecuencia e incompletas.
Aseguró que apoya la “revolución”, sin embargo, afirmó que “hay que decir lo que está pasando. Los consejos comunales reciben las bolsas y esas bolsas están resueltas, vienen con harina, arroz, pasta, azúcar, café, leche, pero los que distribuyen se quedan con varios productos y al final no nos llega nada”.
[irp posts=”38494″ name=”En Ciudad Guayana dicen que “los Clap han sido puro embuste y mareo””]Su denuncia era respaldada por otros compañeros que estaban frente a la baranda que cercaba al Palacio, y a la espera de que algún funcionario escuchara sus quejas sobre el manejo discrecional que existe con la distribución de las bolsas.
En la entrada del Palacio presidencial se instaló una tarima donde se permitió la entrada a un pequeño grupo de seguidores, al grueso de los asistentes, como José, se les limitó el paso hasta la esquina de Bolero.
De los cuatro canales de la Urdaneta, uno tenía toldos con música, donde los trabajadores del sector público bailaban las canciones del Gran Combo y la Dimensión Latina, por otro transitaban las personas, y el resto fue ocupado por una mini cancha de fútbol, un espacio para voleibol, un ring de boxeo y un colchón brinca brinca.
En un extremo, los voceros del poder popular le explicaban la Constitución a los asistentes y una de las encargadas de la charla le indicaba a la concurrencia que en el país “no hay crisis humanitaria, sino crisis económica producto de la guerra económica”. No se mencionó que los desequilibrios de la economía son consecuencia del modelo de controles que impone el Gobierno.
La estrategia del oficialismo para tomar el centro consistió en dispersar grupos por diferentes partes. La concentración de Miraflores llegó a la esquina de Carmelitas. A la altura de la esquina de La Pelota —avenida Urdaneta— había una tarima, donde estaba otro grupo de seguidores.
En la avenida Universidad también se desplegaron camiones y tarimas que rodeaban empleados públicos, consejos comunales y miembros de las misiones. La tranca fue hasta la esquina El Chorro. Los otros asistentes ocuparon la plaza O’Leary.
Luis Blanco forma parte de la misión Negra Hipólita y comentó que “estoy aquí por apoyar la revolución y porque estoy de acuerdo con el diálogo”. No obstante, muchos gritaban consignas contra la AN.
Como parte de la instalación de la mesa de diálogo, la Mesa de Unidad Democrática suspendió la marcha hacia Miraflores, pero para el oficialismo, el centro es para unos y no para otros. Con esta actividad ya tiene dos semanas tomando una parte de la ciudad e incluso el presidente Nicolás Maduro sostuvo este jueves que la oposición no entrará a Miraflores.
Fotos: Miguel González
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