El volumen de producción de la manufactura local creció 16,4 % en el primer trimestre de 2024, aunque el uso de la capacidad instalada es de 37 % y se mantiene por debajo de niveles de 2022. Los industriales acompañarán la Ley de Pensiones, pero exigen que haya medidas de contrapeso que garanticen que las empresas puedan tener rentabilidad.

Caracas. “Producir en Venezuela cuesta el doble que importar productos desde el exterior” es la afirmación que hacen desde la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) en un momento económico en el que -nuevamente- la competencia con productos importados se encuentra entre las principales trabas que enfrenta la industria local.

Durante la presentación de los resultados de la Encuesta de Coyuntura Industrial del primer trimestre de 2024, el presidente de Conindustria, Luigi Pisella, señaló que la política cambiaria actual “si bien contribuye con la desaceleración de la inflación, lo hace a consecuencia de que la producción nacional no compita”.

Según indicó Pisella, de acuerdo con las cifras de Conindustria, al primer trimestre del año los precios al consumidor de los productos nacionales cuestan 105 % más que los importados, la diferencia más alta desde 2021, cuando comenzó a hacerse la medición. En consecuencia, asegura el empresario, le resta competitividad y mercado a la industria local.

Si nos dedicamos a importar, los productos serán mas eocnomicos, ¿pero quién los compra? ¿cómo se genera empleo sin producción nacional? No estamos en contra de los productos importados, pero en este momento la competencia no es ‘de tú a tú’”, dijo Pisella.

De acuerdo con las mediciones de Conindustria, al cierre del trimestre enero-marzo de este año al emnos 87 % de los industriales indicaron que la competencia con productos importados impacta en su producción, cifra mayor al 63 % reportado en el cuarto trimestre de 2023 y solo por detrás del principal factor: los tributos fiscales y parafiscales.

Aumenta la producción 

La Encuesta de Coyuntura de Conindustria también reveló un incremento de 16,9 % en los volumenes de producción del sector industrial en el primer trimestre de 2024, comparado con el primer trimestre de 2023, aunque con niveles aún por debajo del punto de equilibrio óptimo.

Luigi Pisella destacó que en muchos de los casos, aún habiendo crecido, “las empresas no tienen rentabilidad” y aún operan a un tercio de su capacidad instalada. De los resultados, destaca que las industrias medianas y pequeñas crecieron por debajo del promedio del sector (12 % y 14,3 %, respectivamente), al igual que industrias importantes como bebidas, textil y calzado, químico y maquinarias.

De acuerdo con la encuesta, tres de cada 10 empresas pequeñas usan menos de 20 % de su capacidad instalada, mientras que solo dos de cada 10 industrias puede permitirse operar por encima de 50 % de su capacidad, los niveles deseados en una economía como la venezolana. En total, al primer trimestre del año la manufactura solo utiliza 37,6 % de su capacidad instalada, aún por debajo de lo reportado a finales de 2022.

El dolor de cabeza de los impuestos

Desde Conindustria enfatizan que la Ley de Armonización Tributaria, que entró en vigencia en el segundo semestre del año pasado, no se está aplicando de la misma manera en todos los estados y municipios del país e incluso hay casos en los que las alcaldías “aplicaron otros tributos y los aumentaron”.

El presidente del gremio industrial asegura que los empresarios quieren que aumente la recaudación tributaria, pero disminuyendo las tasas y aumentando la base de contribuyentes. Hasta finales de 2023, según estimaciones de la firma EY Venezuela reveladas por Conindustria, los tributos representaban casi 60 % de las utilidades de las empresas frente al promedio de 40 % en América Latina y el Caribe.

Sobre la recién promulgada Ley de Protección de Pensiones de la Seguridad Social, Luigi Pisella dijo que lo aprobado no fue lo que habia conversado previamente el sector privado con el Gobierno ya que, entre otras cosas, no se fijó un tope a la base de la contribución como habían exigido.

Nuestro deber es contribuir con los pensionados; esto es bueno para los pensionados. Lo negativo es que no estamos bien, vamos a acompañar la Ley, pero tiene que verse en qué situación estamos. Tenemos un problema de flujo de caja, de competitividad con productos nacionales frente a importados, dijo.

Pisella asegura que desde el sector privado seguirán conversando con el Gobierno para que la Ley de Pensiones tenga medidas de contrapeso que sean beneficiosas para las empresas, como la eliminación del IGTF de 2 % a las transacciones en bolívares que encarece los productos, ya que estiman que la nueva contribución para las pensiones incremente alrededor de 3,4 % de la carga tributaria.

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