La ONG Transparencia Venezuela calcula que alrededor de 70 % de la gasolina subsidiada se destina a actividades ilegales y en el último año generó una renta de $760 millones. En los puertos, funcionarios cobran hasta $16 por pie cúbico de los envíos puerta a puerta, para un total de ingresos ilícitos de casi 1400 millones de dólares solo en 2022.
Caracas. En Venezuela la disminución de la cantidad de gasolina que sigue subsidiada por el Gobierno no ha parado su contrabando dentro y fuera del país. El esquema mixto, entre subsidio y precio internacional, “sigue generando distorsiones” que promueven el contrabando de combustible, según alerta la ONG Transparencia Venezuela.
En su última investigación sobre las economías ilícitas que operan en el país, la organización advierte que “funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), mafias transfronterizas e incluso productores ilegales de oro y narcotraficantes” juegan un rol importante en el comercio ilegal de gasolina.
Transparencia Venezuela asegura en su informe que el Estado subsidiaba 72 % de la gasolina en 2020, proporción que se redujo a 25 % a mediados de 2023. Aún así, los actores detrás del contrabando “se adaptan rápidamente y revierten el negocio”, mediante la importación ilegal de combustible desde países vecinos.
“La GNB tiene el control de la gasolina subsidiada”, asegura la ONG, y calcula que al cierre de 2022 ese organismo “podría tener acceso” a casi seis millones de litros de gasolina al día. En el informe, se estima que 70 % del total de gasolina subsidiada se destina a actividades ilegales, con una renta mínima de más de dos millones de dólares diarios.
En 2020, motivado por la caída en la producción de combustible, el gobierno de Nicolás Maduro redujo el subsidio total y aplicó un esquema mixto en el que ofrece gasolina a $0,50 por litro. Con el paso de los años, la medida también se extendió al la venta de diésel para transporte de carga pesada e industrial.
El estudio hace énfasis en que en 2020 el precio de la gasolina venezolana se equiparó al resto de Latinoamérica e hizo, junto con la escasez local, que se revirtiera el flujo de contrabando (se hacía de Colombia a Venezuela). Pero cuando se recuperó el suministro interno y aumentaron los precios en otros países, volvieron los incentivos para el comercio ilegal.
“Si se toma como referencia el precio de USD 0,5/lt, Venezuela tiene la gasolina más barata del continente. Esto sin considerar que hay acceso a gasolina a al menos 0,02/lt”, señala Transparencia.
El contrabando de combustible en 2022 ($760 millones) generó menos “ingresos” que el año anterior ($1140 millones), pero la diferencia de precios con Brasil y Colombia “abre un nuevo campo de posibilidades de contrabando”, aún si no se tiene acceso a gasolina subsidiada.
Se “reacomoda” el negocio de las extorsiones en puertos
La investigación sobre economías ilícitas de Transparencia Venezuela, hecha junto con la consultora privada Ecoanalítica, determinó que en los principales puertos del país no se declara el valor de los bienes que van dentro de los containers “puerta a puerta” -que son cerca de 30 % de los procesados en 2022- “y rara vez se abren para revisar sus contenidos”.
Ya en la aduana, funcionarios de la Fuerza Armada Nacional establecen un “tarifario” a pagar por cada container de ese tipo, que en promedio oscila los 16 dólares por cada pie cúbico del container. A pesar de que en los últimos dos años el Gobierno ha disminuido las facilidades arancelarias y de importación, en 2022 se procesaron 18,5 % más containers que en 2022, de acuerdo con datos de la ONU citados en el informe.
Transparencia Venezuela calcula, basándose en varias variables, que solo por el mecanismo de extorsión en puertos descrito en su investigación ingresaron de forma ilícita alrededor de 1394 millones de dólares, monto equivalente a 13 % de las importaciones totales del país.
En julio de este año, las autoridades comenzaron a aplicar tasas y tarifas para los envíos puerta a puerta y “se presume que estas medidas tendrán un impacto en el cobro de las extorsiones”.
Según determinaron Transparencia Venezuela y Ecoanalítica, las organizaciones criminales y actores detrás de las economías ilícitas tuvieron ganancias de más de 9400 millones de dólares, equivalente a casi 16 % del tamaño de la economía. La cifra, además, representa la mitad de las exportaciones y los ingresos fiscales y 78 % de las importaciones totales en 2022.
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