La empresa de servicios financieros calcula que el índice de precios al consumidor será de 792 % en 2022. La relajación de controles en la economía y el uso generalizado de monedas extranjeras contribuyeron a la “leve reactivación económica”, aunque el país sigue teniendo una de las condiciones de vida más desafiantes del continente.

Caracas. Por primera vez en ocho años Venezuela mostrará un crecimiento real de su producto interno bruto (PIB), como consecuencia de un resurgimiento de la demanda local los beneficios que tendrá el sector no petrolero a raíz de la pandemia, de acuerdo con un reporte del Departamento de Estrategias de Inversión de la empresa de servicios financieros Credit Suisse.

La entidad con sede Zúrich, Suiza, asume también que la inflación mensual rondará una tasa promedio de 40 %, lo que resultaría en una inflación acumulada de 4700 %. Sin embargo, Credit Suisse destaca que la demanda de consumo local ya no está vinculada al bolívar, sino a monedas extranjeras.

De hecho, asegura en un informe que los precios al consumidor en bolívares están perdiendo relevancia en el proceso de toma de decisiones de personas y empresas y, haciendo cálculos con la base monetaria reportada por el Banco Central en Venezuela (BCV) y comparando con los pares de la región, calcula que las transacciones en divisas constituirán 90 % del total en el país.

Las cifras más recientes publicadas por el BCV revelan que 2020 cerró con una inflación acumulada de 2959,84 %, lo que confirma que –pese a que fue una tasa menor a la de 2019– el país sigue en hiperinflación. Para 2022, Credit Suisse calcula 3 % de incremento en el PIB y 792 % de inflación.

Además, Credit Suisse calcula que la base monetaria venezolana representó menos de 1 % del PIB al final de 2020, “mínima en comparación con pares” de Latinoamérica, donde representa cerca de 8 % del PIB si se excluye a Venezuela.

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El bolívar, en su mayoría, se utiliza para transacciones muy específicas, como el pago del transporte público o para completar montos. Foto: Tairy Gamboa
“Primera revisión en, al menos, una década”

El Departamento de Estrategias de Inversión del Credit Suisse aclara que el 4 % de crecimiento del PIB que proyecta para este año es superior al 3 % estimado previamente, su primera revisión “en al menos una década”, asegura el informe titulado Venezuela: Not just a dead cat bounce.

Para hacer el ajuste, el organismo tomó en cuenta la estabilización del PIB petrolero a finales de 2020 (que restaría alrededor de 1,5 % del crecimiento anual) y un incremento anual en el PIB no petrolero que podría contribuir con 5,5 % del total de 2021, aunque solo 0,5 % del mismo sería debido a una mejora económica real del país.

Credit Suisse advierte que “Venezuela es un país con grandes crisis en muchos frentes y con una de las condiciones de vida más desafiantes de las Américas”, pero hace énfasis en que el crecimiento proyectado para 2021 “no es solo un rebote del gato muerto”.

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En Venezuela, la pobreza de consumo alcanza a 68 % de la población, según la Encovi, y la ONU calcula que más de 9,3 millones de personas podrían sufrir inseguridad alimentaria en 2021. Foto: Luis Morillo.

Dicho término, en economía, se refiere a cuando un valor, acción o mercado cae precipitadamente (el PIB venezolano se redujo 70 % en siete años), luego repunta ligeramente, pero al tiempo vuelve a caer, incluso más que al principio.

El autor del informe de Credit Suisse, Alberto J. Rojas, resalta la flexibilización o relajación de ciertos controles en la economía, además del uso generalizado de monedas extranjeras, como las causas principales de la reactivación económica venezolana, “aunque sea levemente”.

Cierto equilibrio en las cuentas nacionales

Asimismo, el Departamento de Estrategias de Inversión de Credit Suisse calcula que las importaciones aumentaron 1,5 % en 2020, hecho impulsado principalmente por la reactivación de la demanda interna y que fue más notorio en medio de la pandemia, a diferencia de la mayoría de países de la región, que cerraron con niveles inferiores a los de antes de la pandemia,

Prevemos que la cuenta corriente se equilibrará en 2021, después de registrar un déficit estimado de 1200 millones de dólares el año pasado (…) las reservas internacionales se han mantenido en el rango unido entre 6200 millones de dólares y 6500 millones de dólares durante casi un año”, indica Credit Suisse.

La empresa financiera calcula que el total de la deuda externa en default, emitida por Venezuela, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Electricidad de Caracas (Elecar) es de aproximadamente 32.500 millones de dólares, incluidos los pagos de intereses y los de amortización atrasados.

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Foto: Luis Morillo
Deuda externa sigue sin resolverse

Solo la deuda pendiente de bonos internacionales es de aproximadamente 64.000 millones de dólares, “casi 100 % del PIB”, reseña el informe, a lo que habría que agregar laudos fallidos ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por demandas introducidas contra el Estado desde la era Chávez, retrasos corporativos e intereses atrasados.

Y se aclara que, en opinión de los investigadores, solo mejoras en las condiciones democráticas del país y consideraciones humanitarias podrán anteceder o remplazar el inicio de cualquier proceso de restructuración de la deuda. En total, la deuda externa es de 148.400 millones de dólares, según cálculos de Credit Suisse.

Tras tres años de impago, a lo que se suma la crisis de legitimidad en torno a la presidencia del país desde 2019, al menos dos decisiones judiciales en Estados Unidos han puesto en vilo la crisis de deuda venezolana y los activos del Estado en ese país, cuyas acciones son demandadas por los tenedores, pero que se mantienen “protegidos” por el Departamento del Tesoro.

Factores a corto y mediano plazo en el país

Credit Suisse señala que “la información disponible sugiere que la cantidad de personas vacunadas en este momento es insignificante”, tomando como base los pocos anuncios oficiales que se han hecho sobre adquisición y llegada de dosis de Sputnik V y Sinopharm contra la COVID-19.

El país enfrenta una nueva ola de contagios de COVID-19, con colapso en los centros de salud y aumento de muertes asociadas a la enfermedad. Foto: Luis Morillo

Ello, sumado a los esfuerzos, hasta ahora infructuosos, para acceder al mecanismo Covax hacen que la entidad financiera sea reacia “a pensar que la campaña de vacunación funcionaría sin problemas”, debido a la disputa que hay alrededor de la legitimidad de la presidencia.

Sin embargo, independientemente de lo que ocurra alrededor de la vacunación en Venezuela, el escenario económico y social central de Credit Suisse sigue siendo que, “de una forma u otra, la movilidad de los ciudadanos debería volver a la normalidad para 2022”.

Y pese a que Estados Unidos –bajo el mandado de Joe Biden– sigue reconociendo a Juan Guaidó como presidente interino del país, Credit Suisse asegura que “hay altas posibilidades” de que ocurra algún tipo de discusión o diálogo con voceros de Maduro, con el foco en modificar las autoridades electorales para que se den elecciones libres y justas.

Foto principal: Luis Morillo.


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