El médico y diputado del estado Aragua, José Trujillo, informó que el único caso confirmado, es el de un niño que murió en el Hospital Carabaño Tosta a finales de octubre, pero que hay otros fallecidos en el hospital Benítez de La Victoria, Hospital de La Ovallera, en Palo Negro, y Hospital Central en Maracay, que presentaron la misma clínica para dengue hemorrágico, por lo que se presume que murieron por la misma causa y se pretende ocultar el diagnóstico.
Maracay. Aragua es un estado endémico para el dengue. Desde 1989, cuando se produjo la primera epidemia de dengue hemorrágico, decretada por el Gobierno nacional, esta entidad ocupó el primer lugar en la lista, con el mayor número de casos reportados.
Treinta años después, la región sigue siendo vulnerable y proclive al dengue: una enfermedad viral aguda, transmitida por el mosquito Aedes aegypti, o patas blancas, que se reproduce fácilmente en el agua acumulada en recipientes y objetos en desuso.
Por eso, todos los años, particularmente en temporada de lluvia, los casos de dengue son frecuentes en Aragua, aunque en las últimas décadas, las autoridades sanitarias omitan o silencien los registros sanitarios oficiales sobre la enfermedad.
“Siempre tendremos dengue”, recalca el Edgar Capriles, médico y ex presidente de Corposalud Aragua, y a quien le correspondió adelantar junto con epidemiólogos y sanitaristas, una férrea campaña para el control del dengue entre los años 1989 y 1990.
Treinta años después, Aragua presenta nuevos casos de dengue hemorrágico, que ya han cobrado cuatro víctimas fatales, según denuncia José Trujillo, médico, ex presidente del Colegio Médico de Aragua y diputado a la Asamblea Nacional
El parlamentario da cuenta del fallecimiento de un niño en edad preescolar, que murió a finales de octubre en el hospital del Seguro Social Dr. José María Caraballo Tosta, más conocido como el Seguro de San José, en Maracay.
Informó de otros tres casos de fallecidos presuntamente por dengue hemorrágico, ocurridos en los hospitales José María Benítez de La Victoria, en el Hospital del Seguro Social Dr. José Antonio Vargas o Seguro de La Ovallera, en Palo Negro, y en el Hospital Central de Maracay. Hasta ahora estos casos no han sido incluidos porque aún no se conoce el resultado de la serología.
Hasta ahora está confirmado un fallecido por dengue hemorrágico en el Carabaño Tosta, de acuerdo con los criterios epidemiológicos. Sobre los otros tres casos, aunque algunos digan que están esperando la serología y pretendan esconder el diagnóstico, en epidemiología la normalidad evidente es obvia, pues presentaron la misma clínica para dengue hemorrágico”.
De acuerdo con la información suministrada por el diputado, Girardot y Linares Alcántara son los municipios, en los actuales momentos, más endémicos.
Datos extraoficiales refieren que los fallecidos eran niños y adolescentes, entre 5 y 13 años, entre ellos una niña que residía en Turmero, municipio Mariño.
Tanto para Trujillo como para Capriles, la propagación del mosquito patas blancas, principal vector transmisor del dengue, obedece a la ausencia de políticas públicas sanitarias que se resumen en tres tareas indispensables: limpieza y desmalezamiento; abatización y fumigación.
Igualmente es primordial que se garantice a la población un suministro constante de agua por tubería y la adecuada recolección y eliminación de desechos sólidos o basura, para contribuir con la reducción de la propagación del mosquito patas blancas.
En 1997, un estudio de Focks & Chadee, concluyó que la optimización de ambos servicios públicos, reduce la transmisión del dengue en 80 %.
Un estado con escasez de agua y endémico para dengue
Aragua padece una severa escasez de agua que se ha agudizado desde 2018. Recientemente, la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines, capítulo Aragua, alertó que el agua que llega a la región, proveniente del Acueducto Regional del Centro I y II, ha experimentado una disminución de 40 %, debido, en gran medida, al desvío del agua hacia otras localidades.
Las condiciones ambientales y ecológicas que caracterizan a Aragua, la hacen una región vulnerable frente al dengue, pues estamos en una cuenca endorreica como el lago de Valencia, que contribuye al desarrollo de larvas y zancudos”, explica el expresidente de Corposalud Aragua.
Para Edgar Capriles, sin embargo, todo el país está en riesgo, pues mientras los ciudadanos no cuenten con agua potable por tubería y haya un almacenamiento incorrecto del agua, estos factores se convierten en un potencial criadero de zancudos.
La implementación de actividades de vigilancia y control vectorial es primordial. Este último se logra controlando la proliferación de las larvas o criaderos, a través de campañas de educación e información a las comunidades, con las que se les enseñe la manera correcta de almacenar el agua.
Limpieza de terrenos fumigación y abatización, son urgentes para combatir la propagación del zancudo y en consecuencia, el dengue –solicita el diputado Trujillo–. Solo así disminuirán los indicadores de la enfermedad.
Debe recordarse que en Aragua, debido a las repetidas epidemias registradas desde 1989, aparecieron los casos de dengue hemorrágico y la circulación simultánea de los cuatro serotipos de dengue: DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4. Por ello, la región es hiperendémica para la transmisión del virus dengue y con circulación a partir de 2014, de los virus chikungunya y zika.
En octubre de 1989, se reportaron en el país los primeros casos de dengue y en noviembre, la enfermedad alcanzó niveles de epidemia. Ya para diciembre, el Ministerio de Salud admitió y declaró una epidemia de dengue, que había iniciado en Aragua. Para entonces, se registraron 12.220 casos de dengue, de los cuales 3.108 fueron de hemorrágico y 73 fallecidos en todo el país, pues la epidemia se había propagado a otros estados. Los serotipos identificados en aquella oportunidad fueron DEN1, DEN2 y DEN4.
Maracay fue la primera ciudad de Venezuela donde se reconoció la emergencia de esta enfermedad en 1989, con 1.113 casos.
Un equipo multidisciplinario de la región, integrado por los médicos Roberto Barrera, Nereida Delgado, Matilde Jiménez, Ivonne Romero e Iris Villalobos, entre otros, constituyeron un sistema de vigilancia epidemiológico del dengue que permitía determinar cuáles áreas urbanas debían tener prioridad en el control vectorial.
En aquel entonces, cuando la información pública no estaba censurada y el gobierno emitía los boletines epidemiológicos, la Dirección de Epidemiología de la Corporación de Salud del estado Aragua, suministró los datos sobre dengue y la incidencia registrada en los diversos centros de salud del área metropolitana de Maracay. Los casos eran verificados por diagnóstico clínico siguiendo la definición de la Organización Panamericana de la Salud OPS.
De allí que en Aragua, gracias a las autoridades sanitarias, con el apoyo del Ministerio de Salud y de la OPS, se creó un sistema de registro nacional de dengue y se desarrolló un marco teórico que facilitó a las nuevas generaciones de médicos, el reconocimiento de nuevas enfermedades como el AH1N1, el cólera, el zika y la chikungunya.
Lamentablemente –resiente el ex presidente de Corposalud Aragua– el gobierno insiste en ocultar cifras y casos, como si con eso se evitará la propagación del dengue y otras enfermedades.
Para evitar el contagio y trasmisión de dengue es fundamental reconocer al mosquito Aedes aegypti (hembra infectada), que se le conoce como el patas blancas, por su color oscuro con puntos blancos en el dorso y en las patas. Su reproducción se produce en agua limpia y estancada. El dengue afecta a personas de todas las edades, pero los ancianos y los niños son los más vulnerables.
Es importante reconocer los síntomas de la enfermedad: fiebre alta, dolor de cabeza, ardor en los ojos, náuseas, vómitos, dolores musculares y de articulaciones.
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