La Zona Industrial de Valencia ya no muestra la misma cara que tenía en los años pujantes antes de la revolución bolivariana. Ni gandolas cargadas con mercancía y materia prima o colas de carros particulares que trancaban las calles, ni puestos de comida abarrotados a la hora de almuerzo con centenares de trabajadores. La otrora pujante zona industrial se quedó solitaria y sin mantenimiento.

Valencia. En 2019 a 20 años de la llegada del chavismo a Venezuela, las calles de Valencia, la capital del estado Carabobo, no muestra la pujanza que tenía el estado central antes de la llegada de la revolución bolivariana. Los empresarios aseguran que deben cambiarse con urgencia las medidas económicas y garantizar estabilidad en los servicios públicos para dar arranque al corazón industrial de Venezuela.

Fedecámaras, Cámara de Industriales y Fedeindustria de la entidad carabobeña respondieron a la promesa que hiciera en noviembre de este año el gobernador oficialista, Rafael Lacava, de reactivar la Zona Industrial de Valencia. Aseguraron que para hacer realidad este escenario, primero se deben hacer cambios en las políticas económicas del país, que conlleven la recuperación del poder adquisitivo, además de brindar calidad en los servicios públicos como: agua, electricidad y gas. También manifestaron que es imprescindible la recuperación de las calles y avenidas de esta zona, que están en completo estado de abandono.

Luis Alberto Hernández, presidente de la Cámara de Industriales de Carabobo, manifestó que las pocas empresas que operan actualmente lo hacen por debajo de 20 % de su capacidad instalada, debido a la falta de materia prima, porque las empresas básicas del Estado se encuentran paralizadas.

zona industrial
Industriales piden cambios urgentes de políticas económicas para reactivar las empresas. Foto: Leomara Cárdenas.

Asimismo dijo que el motor de la Zona Industrial era la industria automotriz, que debido a la crisis económica optó por paralizar la producción de vehículos. En la entidad se encontraban las plantas Ford Motors de Venezuela, General Motors de Venezuela, Kia de Venezuela, Chrysler de Venezuela. En la actualidad aún mantienen a trabajadores activos Ford y Chrysler; sin embargo, en 2019 no ensamblaron vehículos.

También manifestó que debido a los problemas con el servicio eléctrico, muchas empresas tuvieron que invertir en plantas eléctricas, que no le dan capacidad a las maquinarias para funcionar y solo pueden dar servicio en las áreas administrativas, por eso cree que es imposible dar arranque al corazón industrial de Venezuela.

Por su parte Rodolfo Cibanik, presidente de Fedeindustrias Carabobo, aseguró que la producción industrial no podrá reactivarse si no se realizan cambios urgentes y eficaces en la economía del país. Entre los planteamientos hechos por Cibanik, está la derogación o modificación la Ley de Precios Justos, para que no sea un arma en contra de los empresarios.

Cibanick reveló que las 500 empresas que agrupa Fedeindustrias trabajan por debajo de 10 % de su capacidad instalada.

Hay pocos sectores que se están reactivando entre ellos: alimentos, agrícola, proteínas cárnicas, eléctrico y criptoeconomía. Entre los afectados están: plástico, metalmecánico y automotriz”.

Jonathan Aldana, presidente de Fedecámaras Carabobo, cree que Lacava no podrá cumplir con su promesa de recuperar la Zona Industrial, porque para eso se deben cambiar las políticas económicas e implementar políticas de reconstrucción progresiva de los servicios públicos.

“Una empresa se puede recuperar si recibe un crédito, pero cómo produce si no cuenta con servicios públicos de calidad”, cuestionó.

Aldana indicó con preocupación que la nueva medida de abrir libremente los puertos sin pagar impuestos está generando una competencia desleal con los empresarios que aún apuestan por la producción nacional.

zona industrial
La falta de vialidad junto con la crisis de los otros servicios son elementos que perjudican la reactivación industrial.  Foto: Leomara Cárdenas.

Nosotros consideramos esa política negativa. Esos productos en su mayoría fueron comprados en lugares donde no se garantiza la calidad. Calzados, repuestos, cauchos, baterías y muchos otros están llegando sin garantía. Pero lo más importante de esto es que están compitiendo deslealmente con los productos venezolanos”, manifestó el empresario.

Añadió que el desempleo en la entidad carabobeña para el cierre de este 2019 se ubica en 47 %.

Ciudad desolada y sin mantenimiento

Huecos enormes en la vialidad, falta de alumbrado público, zonas llenas de monte y semáforos dañados es el escenario actual de la Zona Industrial de Valencia. Los pocos conductores que aún transitan por el lugar aseguran que sus vehículos ya dan cuenta de desperfectos en el tren delantero por tratar de esquivar los huecos.

“La vía es pésima, yo hago transporte en una empresa, mi carro tiene daños en el tren delantero, debo esquivar muchos huecos. La Zona Industrial ahora es sola, esto antes colapsaba con el tráfico, se veía el movimiento de trabajadores. Pero desde hace como tres años para acá está muy sola”, dijo Eligio Perozo, transportista.

Perozo también recordó que en años anteriores, para las fechas decembrinas, se veía mucho movimiento de trabajadores, que salían de las empresas con cestas navideñas, regalos para sus hijos. “Esto era muy bonito. Se notaba la bonanza. Ahora da tristeza porque la gente camina por ahí con desgano, no pasan autobuses y hay mucha soledad”.

Miguel González lleva 10 años trabajando como vendedor de parrillas en la zona oeste del corazón industrial y comentó que cuando empezó con su punto debajo de un árbol, trabajaba de 10:00 a. m. a 4:00 p. m., y podía vender hasta 150 parrillas. Actualmente, logra vender entre 15 y 20 platos al día.

zona industrial
Miguel González vendedor de parrillas ahora solo vende entre 15 y 20 platos al día. Foto: Leomara Cárdenas.

González llegó a tener seis empleados, hoy el puesto de comida es atendido solo por tres personas y son de su núcleo familiar.

Aquí venía mucha gente. El punto se movía muy bien. Ahora viene es gente que me conoce y que saben que la comida es buena. Lo que da el negocio es solo para reinvertir y mantener los gastos de mi familia, y aquí trabajamos todos, no tengo empleados”, relató.

Expropiaciones revolucionarias

Durante el gobierno Hugo Chávez hubo una oleada de expropiaciones. En el estado Carabobo al menos seis empresas pasaron por este proceso, la primera de ellas fue en 2005 Venepal actualmente Invepal.

Para 2007 Ruedas de Aluminio, C. A. (Rualca) pasó a manos del Gobierno. En la actualidad solo trabaja a 10 % de su capacidad instalada. Antes de la expropiación producían 3000 piezas al mes. Su incapacidad productiva radica en la improductividad de Venalum, otra firma estatal que debe suministrar la materia prima fundamental.

Industrias Diana, empresa dedicada a la producción de alimentos como margarina, manteca y aceite, fue arrebatada a sus dueños en 2010.

Owen Illinois fue expropiada en 2011 y pasó a llamarse Venvidrio. Los trabajadores indicaron en 2019 que la empresa produce a 20 % de su capacidad instalada, y no pueden abastecer el mercado interno, sino solo la exportación. De 13 líneas de producción solo tres permanecen operativas.

Corporación Clorox también pasó a manos del Gobierno en noviembre de 2014, en esta oportunidad fue Nicolás Maduro que ejerció la acción. Antes de su nacionalización, fabricaba 410.000 cajas mensuales de productos líderes en el mercado como desinfectante Mistolín, blanqueador Nevex y cloro. En 2016 la empresa producía 66.660 cajas mensuales de desinfectantes, lo que significa que operaba a 16 % su capacidad.


Participa en la conversación