Entraron al hospital con infecciones en la orina y con celulitis y permanecen recluidos por otras patologías, como neumonía. Las mamás dijeron que además en ese centro asistencial no hay nebulizadores ni cuentan con todos los antibióticos.

Caracas. Las mamás de los pacientes recluidos en la emergencia pediátrica del Hospital Dr. José María Vargas, ubicado en la parroquia Altagracia, denunciaron que sus bebés entraron con una patología a ese puesto de salud y ahí se contaminaron con bacterias. A tal punto de que hay niños que tienen más de 20 días hospitalizados debido a que ahora padecen severos cuadros de infecciones respiratorias.

El martes 20 de diciembre. las representantes se quejaron con los médicos y su molestia llegó hasta la dirección del nosocomio.

“Pero pareciera que nos vieron solo las caras, porque hoy [este miércoles] vinieron a limpiar únicamente y los técnicos que deben reparar el aire no han llegado. Traje a mi bebé con una infección en la orina y se complicó a los días con una neumonía. Ya lleva siete días con tratamiento que, dicho sea de paso, lo estamos comprando nosotros pues en el hospital no hay nebulizadores”, dijo Elizabeth Oropeza, quien lleva 23 días en la emergencia con su niño de tres meses de nacido.

Y por los vientos que soplan, Oropeza, junto con otras siete madres, pasará las navidades confinada en ese recinto, pues a la mayoría de los pacientes aún les suministran antibióticos y les indicaron exámenes que deben hacerse particularmente, como el hemocultivo, el cual es un cultivo microbiológico de la sangre para saber si es una bacteria u hongos lo que realmente está afectando a los infantes.

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Otro de los casos es el de la niña de Andreína Molina, quien llegó al puesto asistencial con una celulitis —una inflamación del tejido celular que está bajo de la piel— en una nalga, y a los días de estar hospitalizada le comenzó una tos rara, fiebre y decaimiento.

“Los médicos no me han dicho qué tiene. Le mandaron a hacer un examen para saber si es una bacteria, pero tengo 15 días aquí comprando los medicamentos, entre ellos los que están usando para atacarle la infección pulmonar: Budecort y Salbutamol; y nada que me dan un diagnóstico. Además, el área de hospitalización no tiene las condiciones acordes para tener a los niños aquí, no hay aire acondicionado, ni ningún tipo de ventilación”, sostuvo Molina.

En esa área hay un baño en donde se lee en la puerta un aviso sobre la falta de agua. Las moscas sobrevuelan las cunas y se posan en los frascos de los medicamentos. Este miércoles en la mañana, el personal de limpieza pasó dos veces por la habitación múltiple. Pero a decir de las mamás, el aseo debe hacerse más profundamente y con desinfectante.

“Por eso es que nos niños se están enfermando. Yo traje a mi hija que es paciente de nefrología y aquí se le infectó el pulmón derecho. Ahora tiene los dos, es decir, pulmonía bilateral. Aunque soy de La Guaira siempre vengo al Vargas porque aquí los médicos me la atienden bien. Sin embargo, en esta oportunidad ya son dos semanas y me preocupa porque ella tienen otra patología por la cual no puede estar sufriendo recaídas”, contó otra madre.

Los representantes, además de ver sufrir a sus pequeños, buscan por cielo y tierra los medicamentos. Hay ampollas como Meropenem —un antibiótico de amplio espectro utilizado para tratar una gran variedad de infecciones, como meningitis y neumonía— que las consiguen hasta en Bs. 20.000; así como Furosemida, Alovent, Clindamicina y mascarillas para nebulizar. A este calvario se suma el costo de los exámenes que se hacen en laboratorios privados, como el hemocultivo que, según dijeron, les ha costado Bs. 7.000.

De hecho, mientras Crónica.Uno levantaba la información, una de las enfermeras de guardia pasó por las camas preguntando si tenían los medicamentos y le hizo esta recomendación a una de las madres: “dile a tus parientes que traten de conseguirte la ampolla, pues la bebé no puede estar sin el tratamiento”.

Toda esta información se trató de corroborar con los médicos, pero estos se mostraron cautelosos y prefirieron no dar detalles de los casos. También otras madres pidieron que no las identificaran pues temen represalias, incluso con los niños.

Foto: Mabel Sarmiento Garmendia


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