La nación mantiene una deuda con el Banco de Desarrollo de América Latina por unos $3600 millones. La operación, que se concretaría en seis meses, es calificada por el diputado Ángel Alvarado como un “mal precedente” para la región.

Caracas. Ángel Alvarado, diputado a la Asamblea Nacional, mostró un documento en el que asegura que el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) aprobó la venta del 20 % de las acciones clase B de Venezuela, uno de sus miembros fundadores, para cobrar la deuda de unos 3600 millones de dólares que la nación mantiene con esa institución.

“El directorio de CAF acaba de aprobar la venta de acciones clase B de Venezuela para amortizar parte de la deuda de 3600 millones de dólares. Seis meses para completar la operación. Apoyaron la media Colombia, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Argentina”, escribió el parlamentario este 3 de marzo en su cuenta de Twitter. 

A juicio del economista y miembro de la Comisión de Finanzas de la AN, es un mal precedente que esto ocurra dentro de un organismo como CAF, que busca la integración de los países de América Latina y contribuir en la reducción de la pobreza. Alvarado señaló en entrevista con la emisora Circuito Éxitos que la misión de CAF debería apuntar a un fin más ético y menos mercantil.

De concretarse la operación unos $200 millones de las acciones clase B de Venezuela pasarían a la CAF. El que a finales de los sesenta fue uno de sus fundadores es hoy amenazado con dejar de ser socio, expresa el parlamentario.

La deuda que arrastra Venezuela con distintos acreedores, entre ellas las demandas por expropiaciones, rondan los 180.000 millones de dólares, según la comisión. Hasta 2018 el Banco Mundial cifraba la deuda en casi 155.000 millones de dólares.

“Esto no tiene precedentes en ninguna región del mundo”, dice Alvarado a Crónica.Uno. Agrega que la única manera de revertir la medida antes de los seis meses sería que Venezuela pagara la deuda, pero luce imposible en medio de un escenario de recesión económica, en el que la nación ha dejado de honrar varios compromisos y ha puesto en riesgo activos como Citgo.

Al consultarle si hubo una advertencia previa a Venezuela, responde que habría que preguntarle al ministro de Finanzas, Simón Zerpa, esta decisión fue debatida por sus pares en Argentina. Hace meses se conoció que la CAF otorgaría un préstamo de 350 millones de dólares a Venezuela para el sistema eléctrico que requería de la aprobación del Parlamento, lo que generó divisiones y hasta ahora ninguno ha informado sí tal préstamo se concretó. “Queda claro que la intención no era ayudar al país, sino haber arreglado su balance”, dice Alvarado.

“Este es un precedente pésimo para América Latina y los países que entren en cesación de pagos con la CAF, además pavimenta el camino para la salida de Venezuela, porque si empieza vendiendo 20 % de las acciones clase B y suponemos que si en un margen de dos años no se ha resuelto el tema venezolano, en ese lapso Venezuela dará cesación de pagos de toda esta deuda y, eventualmente, el resto de los países andinos se quedará con las acciones de nuestro país”, explica.

Alvarado manifestó a los ministros de Finanzas de la región, especialmente de Ecuador, Colombia, Paraguay y Perú, que esto no se trata de un problema entre Maduro y Guaidó, sino de un asunto que afecta a los venezolanos. 

Para el diputado, los accionistas de CAF no operan con transparencia al no informar abiertamente que Venezuela es uno de sus miembros que no tiene la capacidad de pagar la deuda.

Entre las implicaciones de esta decisión está que Venezuela deje de ser miembro, que pierda todas las acciones, así como la sede en Caracas. Este panorama dejaría al país sin un instrumento para conseguir recursos ante una recuperación futura, opina Alvarado. Mencionó que la CAF ha sido un instrumento mal manejado desde la gestión de Hugo Chávez.

Un tema fundamental es reestructurar esa deuda y reconocer hasta dónde se puede pagar. Esta es una política agresiva, el pueblo venezolano no está para pagar la deuda y que le quiten sus activos, sino para que le comprendan, le ayuden a reestructurar esa deuda y salir adelante, defiende el parlamentario de Primero Justicia.

 

Advierte que la brecha social que se ha profundizado entre Venezuela y el resto de la región no le conviene a nadie. A su juicio es fundamental resolver este problema y reconsiderar la medida.


Participa en la conversación