Los saqueos en el edificio de Ciencias del Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente, en Cumaná, redujeron la capacidad de una estructura de cinco pisos a un área vandalizada, totalmente inhabilitada para que se cumplan allí las actividades administrativas y académicas.
Cumaná. Profesores y estudiantes han conjugado esfuerzos y voluntades para habilitar otros espacios en el Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente (UDO), en Cumaná, para garantizar los procesos administrativos que permitan el inicio del período académico correspondiente al primer semestre 2019. Los departamentos de Ciencias ahora funcionan en aulas reducidas.
La ola de robos en las instalaciones de este campus universitario “acabó con las instalaciones del único edificio en el oriente del país donde se formaban profesionales en Ciencias puras: químicos, físicos y biólogos”, lamentó Luis Aure, dirigente del movimiento estudiantil.
Estamos haciendo el esfuerzo desde nuestros propios espacios para continuar ofreciendo a los bachilleres locales y regionales la oportunidad de seguir formándose como futuros profesionales, a pesar de que hoy no podemos ofrecer las mejores condiciones”, agregó.
Además del edificio de Ciencias, también fue desvalijado el de Matemáticas, donde se impartían las cátedras de Matemáticas e Informática.
Esa situación representa hoy para las autoridades del núcleo universitario un asunto de suma gravedad, porque hasta ahora no han recibido respuestas de las instancias gubernamentales garantes de la seguridad pública.
Es así como, después de funcionar en un edificio de cinco pisos donde cada departamento tenía su oficina, hoy la Escuela de Ciencias se ve reducida a un aula donde cada departamento tiene asignado un cubículo para que realicen sus actividades administrativas.
Entre tanto, la incorporación al ritmo “normal” de las actividades se ha visto entorpecida por la inseguridad en el núcleo universitario, lo que se suma a la intermitencia del servicio eléctrico y el precario suministro de agua, situación que ha dificultado la permanencia en estas áreas y las inscripciones en línea.
El dirigente estudiantil asegura que el proceso de inscripción se abrió los días 3 y 4 de octubre, pero ha tenido interferencias: “Se robaron los servidores de la universidad y hemos tenido que trabajar con servidores prestados de algunos aliados que nos están apoyando”.
Ciertamente, esta particularidad ha incidido en los índices de inscripción. Hasta ahora no se han podido inscribir ni siquiera la mitad de los estudiantes regulares”, aseguró.
Este escenario, continuó Aure, provocó una serie de conversaciones con los jefes de los departamentos, y especialmente con Control de Estudios, y se acordó reabrir el proceso de inscripción del 14 al 20 de octubre.
Aun cuando muchos estudiantes lograron resolver su situación particular, algunos de la Escuela de Ciencias no pudieron concretar su inscripción porque quedaron muchas materias retrasadas del semestre anterior.
Mención aparte merece la situación de los laboratorios, pues la universidad no cuenta con los recursos para su dotación y equipamientos, y desde el Ministerio de la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología pareciera que no hay el interés de atender esta demanda estudiantil, lamentó Aure.
No obstante, en cuanto a la inscripción para nuevos ingresos, se conoció que hasta ahora no tienen fecha de cierre. De esta manera quieren ofrecer a todos los bachilleres la oportunidad de formarse profesionalmente y ser parte de la UDO.
La directora provisional de la Escuela de Ciencias, María Malavé, afirmó que después de evaluar las condiciones del edificio se decidió trasladar los departamentos de Ciencias a los espacios de las petroaulas “para medianamente solventar la crítica situación de la Escuela de Ciencias y así poder prestar la debida y oportuna atención a los estudiantes”.
Hasta ahora –indicó– apenas se ha podido confirmar una matrícula de 240 estudiantes en la Escuela de Ciencias. “Quizá no sea la mejor de las cifras, pero ha sido 10 % más alta que el semestre pasado”, añadió Malavé.
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