En la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL Maracay, la deserción estudiantil alcanza 60 %, mientras sus instalaciones son cubiertas por la hierba. Sin comedor, sin transporte y sin presupuesto para funcionamiento, los docentes que aún resisten anuncian más protestas.
Maracay. Hace justamente un año, que el comedor universitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en Maracay cerró sus puertas. Desde octubre de 2018, la institución no ha podido brindarles a los pocos estudiantes que aún asisten a sus aulas el beneficio de las dos comidas diarias que recibían 1.445 estudiantes, aproximadamente.
Y es que la UPEL Maracay atraviesa una de las crisis presupuestarias más graves de su historia desde 1983, cuando fue creada en el marco del bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar, el Libertador.
Desde hace ocho meses, el Pedagógico de Maracay, institución de educación superior pública dedicada a la formación de los docentes en Venezuela, no recibe el presupuesto correspondiente para su funcionamiento, por lo que el abandono y deterioro de sus instalaciones son más que evidentes.
Niuman Páez, presidente de la Asociación de profesores, denunció que debido a la severa crisis que se vive en el país y de la que no ha escapado el sector universitario, han disminuido las unidades de transporte interno, propicia el deterioro de las áreas académicas y condena a un cierre definitivo del comedor estudiantil, entre otras calamidades.
Por primera vez en la historia de la universidad, desde febrero de este año no se ha recibido el presupuesto para el funcionamiento. Antes había retrasos graves, pero en lo que va de año, es tan agudo que no se han recibido los recursos para el funcionamiento ordinario, salvo lo concerniente al pago de sueldos y salarios, por cierto, con retrasos”, señala Páez.
La UPEL Maracay, una de las seis sedes que posee la universidad en el país, luce abandonada y desolada. Principal formadora de los docentes venezolanos, mantuvo en su mejor momento una matrícula que superaba los 4.000 estudiantes. En junio, la UPEL Maracay registraba una matrícula menor a los 2.000 estudiantes y a medida que transcurre el tiempo, el porcentaje de deserción sigue en aumento.
Actualmente –explica Páez– debido las críticas condiciones de estudio, se ha generado una deserción estudiantil por el orden de 60 %, mientras que los pocos docentes que persisten, hacen el esfuerzo para mantener la universidad abierta y ofrecen horarios especiales.
Uno de los servicios estudiantiles que brindaba mayor beneficio y propiciaba la asistencia de alumnos, era, sin duda alguna, el comedor. Se sabe que más de 90 % de la matrícula de la UPEL Maracay proviene de sectores humildes y de escasos recursos.
La alimentación que proveía la universidad era un complemento para el disminuido presupuesto familiar de sus estudiantes.
“Las miserables becas que otorga el Ministerio de Educación Superior, de apenas Bs. 1.200 mensuales, no le alcanza a un estudiante ni siquiera para un café”, denunció en su momento el profesor de posgrado en Educación Física, Jesús Elorza.
El comedor fue inaugurado en 1999. Ha atravesado algunos cierres temporales, pero este último, ha sido el más prolongado. Ni siquiera en mayo de 2017, cuando efectivos de la Guardia Nacional dispararon a estudiantes que se disponían a entrar al comedor, la inoperatividad fue total. Aquel lamentable hecho, dejó cinco estudiantes heridos y aun así, reabrió sus puertas.
A mediados de 2019, la Alianza del Lápiz que dirige Antonio Ecarri, señaló que 30 % de los maestros activos y jubilados del país, se han marchado en busca de un mejor futuro, mientras que el ingreso de estudiantes a carreras docentes apenas alcanzó 20 % en el primer trimestre de 2018. “Física, Química y Matemática son algunas de las especialidades docentes a las que ingresaron solo dos o tres estudiantes en instituciones universitarias como los pedagógicos. En 2018 solo ingresaron en el ámbito nacional 187 estudiantes a la UPEL en todas las carreras de docencia”, señaló en su momento, el profesor Nelson González, presidente de Fetramagisterio.
En 2017, unos 3.000 profesores se desincorporaron de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en el ámbito nacional y ese mismo año, firmó 10.000 solicitudes de certificaciones de notas de egresados que decidieron irse del país.
Por estas y otras razones, la Asociación de Profesores de la UPEL Maracay anuncia su incorporación a la protesta nacional que ha sido convocada para el 30 de octubre, por el gremio de enfermería.
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