Crisis política y escasez de alimentos incentiva desplazamiento indígena en Apure

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La expropiación de tierras, escasez de alimentos y la inestabilidad política han forzado a varias familias apureñas de las etnias Pume y Jiwi a abandonar sus hogares, buscando refugio en San Fernando.

San Fernando. La situación de las comunidades indígenas en el estado Apure se ha tornado crítica, debido a una serie de factores que han forzado a numerosas familias a abandonar sus tierras ancestrales.

La expropiación de tierras, escasez de alimentos y la inestabilidad política, son parte de las razones que impulsan a estos grupos, en su mayoría pertenecientes a las etnias Pume y Jiwi, a buscar refugio en la capital apureña.

Habitantes de dichas tierras durante generaciones, las etnias apureñas enfrentan una dura realidad. La pérdida de su territorio ha significado no sólo la pérdida de su hogar, sino también de su sustento. La escasez de alimentos ha agravado aún más su situación, sin opciones viables para sobrevivir.

En San Fernando, estos indígenas se encuentran en condiciones precarias. La falta de recursos y servicios básicos los ha condenado a vivir en la indigencia, obligándolos a recurrir a la búsqueda de alimentos en la basura y a dormir en espacios públicos.

En junio de 2021, en trabajo publicado por Crónica.Uno, la ONG Fundaredes denunció ante la Defensoría del Pueblo que el ELN “ha desplegado agresivas acciones con movilización de tropas y ocupación de territorios que han obligado al desplazamiento de comunidades. Además, ha sumado a sus filas a integrantes de etnias indígenas como los yaruro y los cuibas en el estado Apure.

Espacio digno

Esta situación no solo afecta su bienestar físico, sino que también pone en riesgo su salud mental y emocional. Hasta el momento, no han recibido visitas de las autoridades ni de instituciones de ayuda a los indígenas, como la Fundación Nacional Indígena. Fundei, con sede en Apure.

Juan, líder indígena, insta a las autoridades a reubicarlos en un espacio en el que puedan preservar su cultura.

“No pedimos más que un lugar donde vivir dignamente y poder producir nuestros alimentos. Exigimos a las autoridades que nos reubiquen en terrenos adecuados, en los que podamos trabajar y cuidar de nuestras familias. Nuestra situación es visible, y aún así no hemos recibido la atención que necesitamos”, dijo Juan.

Los indígenas exigen a las autoridades regionales y municipales mejorar su calidad de vida, con medidas urgentes que garanticen su protección y bienestar.

“Queremos que nos escuchen y que nos den la oportunidad de reconstruir nuestras vidas. Merecemos un espacio en el que podamos vivir con dignidad. No podemos seguir así, necesitamos ayuda urgente”, dijo María, miembro de la comunidad indígena.


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