El excandidato presidencial de la oposición mayoritaria dejó Venezuela hace dos semanas para evitar la cárcel y “dolor” al pueblo, pero, contra el pronóstico del chavismo, su figura no se achicó en su exilio forzado porque, entre otras razones, aún tiene el tiempo de su lado.
Caracas. El nuevo capítulo de la larga crisis de Venezuela, que se abrió con la controversia por los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del 28 de julio pasado, está lejos de concluir porque Edmundo González aún tiene mucho tiempo en el bolsillo y ahora se mueve en un mundo que conoce al dedillo, la diplomacia, estimaron analistas consultados por Crónica Uno.
El excandidato tiene exactamente, contados desde este lunes, 30 de septiembre, 102 días para hacer valer su reclamo por la Presidencia de Venezuela y evitar que Nicolás Maduro, un antiguo sindicalista y chofer de autobús que controla el poder desde 2013, jure ante el Parlamento un tercer sexenio consecutivo.
“Ciertamente, esto no ha terminado”, dijo a Crónica Uno el experto Daniel Varnagy en referencia a la posibilidad de que el opositor finalmente se juramente el venidero 10 de enero pese a su salida del país, que fue tachada por opositores y buena parte de la comunidad internacional de exilio forzado, y que el oficialismo insiste en que fue “voluntaria”.
Grietas abiertas
El analista señaló que el reclamo de Edmundo González no cesa porque en este momento “hay un tema de fechas y no de personas”.
“Aunque entiendo que cuando se hace una visión panorámica sobre el tema, y no está quien debería estar, hay un desánimo en general y la gente piensa que este es el final y ya todo se acabó. Pero hay grietas que siguen abiertas”, agregó.
De igual forma, Varnagy apuntó que serán importantes los movimientos que se produzcan en el seno de la comunidad internacional para respaldar al opositor, y que se harán más incisivos a medida que se acerque el 10 de enero.
“Todavía falta mucho tiempo para que podamos asegurar que no se va a producir algún tipo de quiebre de aquí al 10 de enero. La fecha juega un rol importante”, insistió.
Edmundo González, “como pez en el agua”
En su “exilio forzado”, el excandidato pasó a tener una postura más activa gracias a que ahora se mueve en la arena diplomática, donde se siente “como pez en el agua”, dijo a Crónica Uno el analista Aníbal Sánchez.
“Edmundo González maneja la diplomacia, allí se mueve como pez en el agua”, dijo Sánchez sobre el nuevo rol del opositor.
Solo la presencia del venezolano en España sirvió para que el Congreso pidiera a Sánchez reconocerlo como “presidente electo”. Unos días después la ministra de Defensa española, Margarita Robles, tachó de “dictadura” al Gobierno de Maduro. Este episodio tensó aún más las relaciones entre Venezuela y España.
Asimismo, González ya se reunió con el líder socialista Felipe González, un acérrimo crítico del chavismo. En la misma semana tuvo un encuentro con el histórico líder del Partido Popular, Mariano Rajoy -presidente del Gobierno de España entre 2011 y 2018. Luego de su entrevista Rajoy expresó su admiración y “apoyo inquebrantable” hacia el venezolano.
Y como si fuera poco, la semana pasada el Parlamento Europeo reconoció a Edmundo González como presidente “legítimo” y democráticamente electo en Venezuela.
Estos hechos demuestran que el excandidato recibe cada vez más apoyos.
En palabras de Aníbal Sánchez, fue una extrema “simplificación” que el chavismo pensara que podía dar carpetazo a la crisis que se abrió tras la elección con solo forzar el exilio del opositor.
El contexto de la crisis venezolana
González reside en Madrid desde el 8 de septiembre pasado. Entonce,s abandonó Venezuela a solicitud propia, según dijo entonces el Gobierno chavista, que emitió salvoconductos para que este y su esposa abandonaran Venezuela.
Antes de las elecciones, el político de 75 años era prácticamente un desconocido para los venezolanos. Pero en pocos días pasó a gozar de mucha popularidad. Su posicionamiento se debió en gran medida a que la líder opositora María Corina Machado, sobre quien pesa una inhabilitación política, le endosó sus votos.
Tras los comicios, que ganó Maduro con más del 51 %, de acuerdo con los inauditables cómputos oficiales del Consejo Nacional Electoral, Edmundo González denunció un supuesto fraude y no reconoció los resultados, lo que desató protestas que se saldaron con 25 muertos -por los que el propio Maduro responsabilizó a González- y más de 2.000 detenidos.
El opositor también dijo, días después de las elecciones, que ganó la contienda con casi 7 de cada 10 votos. De esta manera respaldó la publicación de las actas de votación, que la oposición alegó haber obtenido de sus testigos de mesa y que la Justicia desestimó por “forjadas”.
Por este motivo, la Fiscalía abrió una investigación contra González por delitos como usurpación de funciones, entre otros, y un juez ordenó su captura después de que no se presentara a declarar.
Pero el despacho del fiscal Tarek William Saab anunció que cerraría la causa, apenas se divulgo que el opositor salió del país.
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