Organizaciones como Provea, Foro Penal, Laboratorio de Paz y Sin Mordaza indicaron cómo realizar las denuncias en caso de que ocurra un arresto en el marco de las manifestaciones.

Caracas. Cuando Armando —nombre ficticio por seguridad— se disponía a sacar la bomba lacrimógena que había ingresado a su edificio, en la avenida Andrés Bello, un grupo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lo detuvo, sin mediar palabras. Él ni siquiera participó en la manifestación planificada para ese 19 de abril.

Paula Ferreira, por su parte, sí asistió a la convocatoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) realizada ese día. Una vez en la autopista Francisco Fajardo, la GNB inició la represión equipada con bombas lacrimógenas.

Ferreira, al no contar con protección, decidió –junto con otros manifestantes–, arrojarse a las riberas del río Guaire. Su temor de asfixiarse por las bombas fue más fuerte que su repulsión al cauce de agua contaminada.

Detenciones sin justificación y represión en medio de protestas pacíficas constituyen una violación a los Derechos Humanos, en esto coincidieron varias organizaciones no gubernamentales durante un foro realizado el pasado 18 de abril en el Centro de Arte Los Galpones.

Los Derechos Humanos son la afirmación de la dignidad del ser humano frente al Estado. Es por ello que la violación de esos derechos solo la realiza el Estado, sostuvo Oscar Patiño, director de la organización Sin Mordaza.

Por otro lado, Rafael Uzcátegui, director de Provea, indicó que en casos como los de Armando, lo más importante es denunciar y documentar los hechos, para que de esta manera quede constancia de las acciones de los efectivos.

Así se demuestra que hay patrones sistemáticos, porque luego las autoridades dicen que fueron ‘casos aislados’. Es importante que denuncien si fueron víctimas de robos por parte de funcionarios; si luego de la detención, no los presentan a los tribunales dentro del tiempo estipulado; si fueron víctimas de amenaza. Todo eso es importante denunciarlo, aunque parezcan casos muy pequeños, señaló.

Agregó que aunque los entes gubernamentales encargados de llevar estos casos no hagan nada, la denuncia debe seguir en pie. “Así queda en evidencia que, aunque se realizó la denuncia, los entes no se hicieron cargo. Y cuando llegue el momento de hacer justicia, ellos quedan señalados”.

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Hay dos maneras de realizar las denuncias, de acuerdo con Patiño, las judiciales y extrajudiciales.

“Las judiciales son aquellas que se realizan ante los entes correspondientes, como los ministerios. Las extrajudiciales son ante las ONG: quienes explican qué sucedió, se acompaña con protestas si es necesario, hay activismo nacional y participación ciudadana. Ambas maneras de denuncia no se excluyen entre sí”, detalló.

Gonzalo Himiob, director de Foro Penal, recalcó que el derecho a las protesta se encuentra los artículos 53 y 68 de la Constitución, por lo tanto, prohibirlas es una violación.

“En ambos artículos se reflejan el derecho a reunirse sin previo aviso y el derecho a manifestarse. Si vas a ejercer tus Derechos Humanos, es importante que los conozcas”, comentó.

De acuerdo con las cifras de Foro Penal, desde el 4 hasta el 27 de abril se han registrado 1607 arrestos bajo el marco de las protestas.

“En los casos que hemos tratado en la organización no hay evidencias de que los detenidos hayan cometido algún delito. Es por ello lo importante de registrarlo todo y tener detalles de lo ocurrido”, dijo.

Mantenerse en las calles

Las diferentes ONG aconsejaron mantenerse en las calles para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos, por ello recomendaron organizar reuniones de formación entre vecinos.

Igualmente, indicaron que los problemas que aquejan a la ciudadanía deben mantenerse visibles y mantener presión a las instituciones en las cuales se realizan las denuncias.

“Al momento de protestar es importante saber los objetivos. ¿Por qué se protesta?, ¿contra quién se hace? Debe haber una preparación antes y después y saber los riesgos que se pueden correr”, señaló Lexys Rondón, coordinadora de Laboratorio de Paz.

Foto referencial: Francisco Bruzco


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