El abogado Carlos Trapani considera que los escenarios de violencia se pueden prevenir, solo es necesario el esfuerzo del Estado para crear políticas públicas que garanticen el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Caracas. Un total de 1.541 hechos relacionados con muertes, abuso, violaciones a la integridad y los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA) se registraron entre diciembre de 2022 y julio de 2023 en Venezuela. Así lo reveló el informe Somos Noticias Capítulo Violencia que presentaron este martes, 26 de septiembre, la Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) y Cecodap.
El estudio destacó que al menos 439 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de abuso sexual. Las niñas representan el 72,9 % de las víctimas, mientras que los niños el 27,1 %.
La coordinadora general de la Redhnna, Carla Serrano, destacó que en estos hechos surgió un cambio respecto a los víctimarios: 50 % de los abusos los cometieron desconocidos de las víctimas, pese a que distintos estudios apuntan a que usualmente la mayoría de los agresores pertenecen al entorno cercano del niño o adolescente.
“Otro dato que nos llama poderosamente la atención es que hay muchos adolescentes como victimarios. Esto es necesario conectarlo con la educación sexual integral que debe recibir todo niño, niña y adolescente en este país para prevenir estas situaciones… Un adolescente abusador es potencialmente un niño abusado previamente y estos son los casos a los que debemos ponerle más foco”, agregó la socióloga.
Muertes de NNA
Durante el período del monitoreo, 362 niños, niñas y adolescentes murieron en distintos contexto de violencia.
Serrano señaló que aunque las muertes de NNA debido a acción violenta y delincuencial solo representan el 12, 3 % no hace menos alarmante la cantidad de menores de edad que están expuestos a este tipo de delitos.
Para la investigadora, las muertes por razones hospitalarias evidencian la falta de garantías para la salud de los niños en los hospitales que funcionan en condiciones poco higiénicas, con pocos profesionales y una escasez de insumos que perjudica a los pacientes que requieren de la atención adecuada.
Por otro lado, se registró la muerte de 22 niñas y niños entre la edad de 0 y 12 años a manos de sus padres, cuidadores o familiares cercanos luego de ser sometidos a tratos crueles e inhumanos. El informe arrojó 15 casos víctimas de sus madres y otros 7 padres o padrastros. “No hay que esperar que el problema explote. Es necesario unirnos como ONG e instituciones para difundir información, campañas y todo tipo de herramientas para educar a la sociedad y poder prevenir estas situaciones”, dijo la directora de la Redhnna.
Suicidio a temprana edad
El coordinador general de Cecodap, Carlos Trapani, destacó la cifra de 14 niños, niñas y adolescentes que se suicidaron en el período estudiado. Alertó sobre la ausencia de programas efectivos para la prevención de suicidio, el poco acceso a atención psico-familiar y los distintos conflictos que puede vivir un niño en su entorno. Planteó que todos estos factores aumentan el riesgo de que ocurran estos hechos.
“El derecho a la integridad de los niños es el más vulnerado en Venezuela… los niños no están condenados a la violencia, pero se requiere un esfuerzo por parte de las instituciones encargadas de velar por ellos”, agregó.
El abogado precisó que desde el año 2005 el Estado no muestra datos oficiales sobre la violencia contra los niños en Venezuela, lo que impide dimensionar realmente el tamaño de estas problemáticas. Aclaró que aunque el informe es una fotografía global de lo que padecen los niños, no es un reflejo de la realidad nacional pues, en su opinión, “la realidad de Caracas no es la misma que la del resto del país”.
“Desde el año 2005 no hay datos oficiales sobre violencia en contra de los niños, niñas y adolescentes en este país”, señaló el abogado.
Para Trapani existe un contexto de mucha adversidad que expone a un imponente riesgo a los niños tanto en sus hogares como en las escuelas que, incluso con las precariedades, son un espacio seguro. “La disminución de la calidad de vida debido al flagelo de la economía del ciudadano común, la falta de acceso a una educación integral, atención psicológica y un gran etc, denotan la falta de políticas públicas por parte del Estado para combatir estos males”.
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