El propósito de Gilberto Sánchez, el Santa de la Cota Mil, es llevar alegría a los niños y niñas

Todos los 1° de diciembre Gilberto Sánchez se para en la Cota Mil junto con su hija Sineidy Sánchez. Desde hace cinco años ocupa el lugar del anterior Santa, Ramón Canela, quien falleció en su natal Barcelona, España.

Caracas. Camila, de 10 años de edad, se levantó muy temprano. Desde la noche anterior le había pedido a su papá salir un poco más temprano de la casa para poder ver al Santa Claus que se para todos los 1° de diciembre en la avenida Boyacá, conocida como la Cota Mil, en Caracas. 

Este es el primer año que Camila pasa por la Cota Mil. Su mamá, Edi Sánchez, dijo que a su hija le hacía mucha ilusión ver al Santa del que todos sus compañeros hablaban. 

Papá, vamos a ir temprano al colegio, para antes ver a Santa, recordó la madre sobre las primeras palabras de su hija la mañana de este jueves.

Foto: Gleybert Asencio

A diferencia de Edi, Sara lleva a sus hijos a la Cota Mil desde que nacieron, para que saluden a Santa y se tomen fotos con él. Es una tradición que viene de familia, mis papás también me traían a mí en su momento.

Otra madre contó que va a la Cota Mil desde hace aproximadamente 20 años, a saludar a Santa. Y desde que es mamá –hace seis años– lleva a sus hijas a tomarse fotos con Santa. Hoy llegarán un poco tarde a clases, pero vale la pena

Foto: Gleybert Asencio
La tradición sigue

A las 6:00 a. m. de este jueves, 1° de diciembre, Gilberto Sánchez, mejor conocido como Santa de la Cota Mil, estacionó su vehículo Aveo en el rayado, a la altura de Boleíta. Junto con su hija mayor, su fiel duende navideño, se bajó del automóvil.

Ambos llevaban una bolsa verde repleta de caramelos para regalarle a los niños y niñas que transitan esta vía antes de llegar a sus escuelas. Los padres se detuvieron para que sus hijos se tomaran fotografías con Santa y su duende y quienes no lo hicieron les pitaban con sus cornetas para saludarlos. Otros grabaron con sus teléfonos celulares. 

Gilberto en ningún momento se salió de su papel. Saludaba a todos los conductores y se acercaba hasta los carros para tomarse fotos rápidamente con los niños. 

Un hombre, se acercó a él y le pidió un vídeo para su hijo que está fuera del país. Este es el primer año que el niño no podrá ver a Santa en persona, pero no se quedó sin su foto y saludo especial. El padre conmovido se tomó una foto y luego grabó un vídeo corto. Por favor, envíale saludos a mi hijo Lucas”, le pidió.

Es tradición en Caracas darle la bienvenida a la Navidad con la presencia de Santa de la Cota Mil. El papel del emblemático personaje anteriormente era interpretado por Ramón Canela.

Canela falleció hace cinco años en su natal Barcelona, España. Gilberto era amigo de Ramón y por eso decidió tomar su lugar en esta tradición caraqueña.

Regalar alegría a los niños y niñas

Desde hace 25 años Gilberto se disfraza de Santa. Inició en los centros comerciales de Caracas.Mi propósito desde el principio fue llevar amor, paz y alegría a los niños, en esta época de reconciliación

Su motivación es ver a los niños y niñas alegres. Gilberto consideró que las tradiciones se han perdido y hay que recuperarlas.  También hizo referencia a la situación económica y lo difícil que se ha vuelto para las familias pagar para tomarse fotos con Santa

Yo quiero llevarles esa imagen bonita, esa sonrisa, con el Santa Claus original, sin que tengan que pagar nada por ello, al menos hoy,  siguiendo el legado de Ramón, expresó Gilberto. 

Foto: Gleybert Asencio
La duende caraqueña 

Sineidy Sánchez, 31 años de edad, es la hija mayor de Gilberto y la duende designada desde hace cinco años. Se encarga de darle los caramelos a los niños. 

Sineidy es instructora de baile, específicamente de “latin caribbean” y además es diseñadora gráfica por su cuenta.

Estoy orgullosa y honrada de poder ser duende en Navidad y acompañar a mi papá, dijo.

Los trajes que usan ambos cada 1° de diciembre fueron diseñados por Sineidy y su papá. Unos amigos cercanos les tomaron la idea y los hicieron realidad. 

El otro Santa de la Cota Mil

En la Cota Mil, a pocos metros de la entrada de Boleíta, hay otro Santa aparte de Gilberto. El hombre, de 61 años de edad, se llama Carlos Aponte y desde hace dos años se para en la avenida Boyacá con su Volkswagen blanco, que lleva una decoración alusiva a la festividad decembrina. 

Carlos tiene una venta de vehículos y cada 1° de diciembre llega un poco más tarde a su trabajo para desempeñar su labor social como Santa. Yo quiero llevar alegría y seguir las tradiciones

Foto: Gleybert Asencio

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