En 6 meses se registraron 53 intentos de linchamiento en la Gran Caracas

Según el Observatorio Venezolano de Violencia dos de cada tres venezolanos apoyan los ajusticiamientos, por la impunidad y la desconfianza en las autoridades policiales y judiciales.

Caracas. “Me vi en el espejo y me sorprendí porque tenía la cara demasiado hinchada. Un ojo no se me veía. Quedé como cinco días ido, mis amigos me fueron a visitar y no recuerdo nada, mi familia me decía que divagaba. Después de una semana estaba un poco mejor, me quedó un ojo rojo por 20 días, que con tratamiento se curó. Gracias a Dios estoy bien”.

Alberto (nombre ficticio por motivos de seguridad) estuvo a punto de ser linchado en la estación del Metro Altamira, luego de que lo tildaran de delincuente. Pero era inocente, pues ese fue el modus operandi que aplicó el hombre que le robó el celular, dentro del vagón.

“Sentí que un hombre, de más de 35 años, estaba metiendo la mano en el bolsillo de mi pantalón y me sacó el celular. Cuando le fui a reclamar, él y una mujer comenzaron a gritar que los estaba robando. Todo el mundo se fue encima de mí a golpearme”, después perdió el conocimiento.

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Cuando reaccionó se encontraba afuera de un local de llamadas, frente a la plaza Altamira, y no recuerda quién lo llevó hasta ahí. Le robaron el bolso con unos documentos, la billetera y los zapatos. En el bolsillo de su pantalón consiguió 200 bolívares que guardó en su cartera, la cédula de su mamá, una estampita de San Miguel Arcángel y su licencia rota por la mitad.

Los intento de linchamientos o linchamientos ya no ocurren únicamente en zonas populares, actualmente se presencian en urbanizaciones, avenidas principales y estaciones del Metro, explicó la profesora Iris Rosas, coordinadora del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) Región Capital, en una nota de prensa.

Dijo que desde 2014 se han denunciado estos hechos de manera alarmante y el Gobierno parece no tener una política acertada para atender con justicia la violencia del país, ni una posición clara para controlar estos casos.

Alberto, de 24 años y técnico superior universitario (TSU), había viajado desde el interior del país hacia Caracas para acomodar unos papeles en el centro de la ciudad, pues planeaba irse de Venezuela a raíz de malas experiencias con la inseguridad y la situación económica.

“El único número que recordaba era el de mi abuela y la llamé para pedirle el teléfono de un primo que vive en Caracas para que me ayudara. Ya él se había enterado de todo, porque alguien grabó un video que rodó en las redes sociales y me estaba buscando”.

Funcionarios de la Policía del Municipio Chacao no lo dejaron detenido porque no poseían evidencias, pero según Alberto, tampoco indagaron mucho sobre lo sucedido.

“La policía debe investigar bien para que no sucedan estas cosas y se disminuyan estas acciones, no se puede tomar atribuciones sin saber en realidad qué pasó. Quizás le hubiese pasado a otro y yo pensaba igual, resulta que estos son modus operandi para robar”.

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El video rodó rápido por las redes sociales y un primo del joven comenzó a buscarlo, luego de verlo.

En la estación del Metro Altamira han ocurrido dos intentos de linchamiento en menos de seis meses. El primero fue el 15 de febrero y el segundo el de Alberto, ambos por presunto intento de robo.

“Los linchamientos no contribuyen a pacificar o hacer una mejor sociedad, sino que exacerban los comportamientos violentos de delincuentes y ciudadanos”, sentenció Roberto Briceño León, director del OVV.

Durante el primer semestre de 2016 se registraron al menos 53 intentos de linchamiento en la Gran Caracas, y 8 linchamientos, de acuerdo con un conteo hecho por Crónica.Uno.

El municipio de la capital con más casos documentados es Sucre, con 15 intentos y 3 linchamientos, seguido por Libertador con 11 intentos y 2 muertos, y Chacao con 9 intentos.

Las cifras fueron recopiladas por el equipo de Crónica.Uno, luego de una revisión en medios nacionales, regionales y digitales como: El Nacional, El Universal, Últimas Noticias, La Voz, 2001, Tal Cual, Sumarium, Caraota Digital, Efecto Cocuyo y El Pitazo.

Ausencia de vigilancia aumenta ajusticiamientos

“Estaba en la parada de la línea y oímos los gritos de una señora, porque un chamito le había arrancado el celular. A penas lo vimos, todos salimos corriendo detrás de él y lo agarramos a golpes”, relató un mototaxista que participó en un intento de linchamiento.

Al presunto delincuente le dieron una paliza entre varias personas, en el Centro Comercial La Villa de Montalbán II, y cuando lo iban a desnudar una vecina intervino. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llegaron tarde, pues el joven había escapado.

“Devolvió el celular y pedía piedad. Pero le seguíamos pegando, esos son los rateritos que nos tienen a monte por aquí y hay que enseñarles los que le va a pasar si roban. Nos molestó que la gente interviniera, después los roban a ellos y se quejan”, dijo.

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De acuerdo con el resultado de las encuestas hechas por el OVV, uno de cada tres venezolanos no justifica el linchamiento y dos de cada tres sí.

“Hace unos años los linchamientos se cometían contra personas que habían cometido crímenes horrendos, pero esto cambió. Actualmente observamos que se dirige a delincuentes menores, incluso novatos, porque la desesperación es grande y las personas están dispuestas a responder de forma violenta para protegerse”, señaló el sociólogo Briceño León.

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La víctima fue acusada de delincuente, tras reclamarle a un ladrón porque le estaba sacando el celular del bolsillo. Pasajeros del Metro le cayeron a golpes sin verificar

Sostuvo que el alto porcentaje de impunidad en casos de homicidio -91% según estimaciones del OVV-, la desconfianza en las autoridades policiales y judiciales, y la desesperación ante un Estado ausente ocasionan que la gente reaccione violentamente.

Desde los años 2004-2005 se incrementaron los linchamientos. Briceño León piensa que esto sucede porque la gente piensa que el malandro volverá a actuar y porque no creen en el sistema de justicia penal, lo que los lleva a tomar la justicia por sus propias manos.

“La comunidad sabe que si solo captura a los delincuentes y los entrega a las autoridades, la impunidad prevalecerá y quedarán en libertad”.

Foto referencial: AFP/Johan Ordoñez, archivo
Colaboración con la data: Shaylim Castro


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