El 22 de julio hubo una asamblea de ciudadanos en La Alameda, a la que acudió el alcalde del municipio Baruta, Darwin González, quien presentó a los vecinos un estudio de impacto ambiental y un título de propiedad que afirma que el terreno donde quieren construir el club deportivo es propiedad privada.
Caracas. En La Alameda, municipio Baruta, hay un bosque frondoso y verde rodeado de conjuntos residenciales. Asomarse por la ventana de algunos de esos apartamentos puede significar mirar mucha vegetación en plena ciudad. Para los vecinos es este “privilegio” podría verse afectado si se concreta la construcción de unas canchas de pádel sobre este terreno.
A la ventana de Juan Garantón todos los días llegan colibríes, guacamayas, azulejos, entre otras aves. Él y su familia disfrutan de las visitas de estos animales, siempre tienen comida y agua para ellos. Viven desde hace más de 30 años en la zona y teme que si se construyen las canchas, esto sea perjudicial para la fauna que habita en el bosque.
Nos quieren quitar esta vista y a estos animales por unas canchas de pádel”, reclamó Juan.
Este espacio natural también es hábitat de perezas, puercoespines, entre otros. Estos animales son vistos con frecuencia por los residentes de La Alameda.
El pádel es un deporte que se encuentra en pleno auge en Venezuela. Se juega con raqueta y en parejas. Su objetivo principal es pasarle al oponente la pelota, con el rebote de esta en el campo contrario.
Las canchas donde se desarrolla este juego son espacios delimitados por paredes, explica el portal español Mundo Deportivo. Las raquetas de pádel son gruesas y están hechas de fibra de carbono, por lo que el impacto de la pelota genera un ruido mucho mayor en comparación con el tenis.
El proyecto
El proyecto de construcción de un club deportivo con canchas de pádel empezó a ser un problema para los vecinos desde diciembre de 2022, cuando un grupo de hombres llegó a la zona con maquinaria pesada y puso un aviso en la entrada del bosque con las supuestas especificaciones del proyecto.
Nosotros nos enteramos cuando ellos llegaron con un supuesto acuerdo entre las asociaciones de vecinos y la constructora, que no contempla una consulta a los vecinos ni haber entregado un estudio de impacto ambiental”, comentó Fabiana Garantón, vecina de la zona.
Sin embargo, el sábado 22 de julio, en La Alameda hubo una asamblea de ciudadanos a la que acudió el alcalde del municipio Baruta, Darwin González, quien presentó a los vecinos el supuesto estudio de impacto ambiental y un título de propiedad que afirma que este terreno es propiedad privada.
Uno de los alegatos de los vecinos es que en este terreno existe un tanque de agua, el cual es responsabilidad de Hidrocapital, una empresa estatal.
El estudio de impacto ambiental “presenta muchas irregularidades”, según el testimonio de Fabiana Garantón, quien, además es abogada.
“Allí dice que somos una comunidad aislada con bajo nivel de instrucción y no deja claro ni siquiera qué tipo de bosque es”.
Cronología de los hechos
- En diciembre de 2022 los vecinos alegaron que en el municipio existe una prohibición de construcciones en temporadas vacacionales o feriados. Por lo que la construcción quedó paralizada.
- Los involucrados en la construcción no acudieron al lugar sino hasta enero, y nuevamente los vecinos se organizaron para impedir el inicio de la obra. En ese momento iniciaron reuniones con la alcaldía “que no llegaron a nada”, según Fabiana Garantón.
- Los vecinos introdujeron una denuncia ante la fiscalía por delito ambiental. Luego de este hecho, una comitiva del Ministerio de Ecosocialismo acudió al lugar y suspendieron la obra mientras se mantenga la investigación por parte de la fiscalía.
- Pasaron seis meses, hasta que nuevamente los involucrados en el proyecto acudieron al lugar el pasado 18 de julio con una retroexcavadora. Estas personas presuntamente alegaron a los vecinos un sobreseimiento de la causa.
Los vecinos no permitimos el paso de la maquinaria. Nosotros nos dirigimos a la fiscalía al día siguiente porque en caso de que existiera un sobreseimiento de la causa, nosotros podíamos apelar. En ese momento el fiscal nos aseguró que no existía ningún sobreseimiento”, explicó Fabiana.
Pero finalmente el día de la reunión con el alcalde, González mostró un sobreseimiento con fecha del 21 de julio, por lo que los afectados introdujeron la apelación. Además se acordó una nueva reunión con el alcalde para este jueves 27 de julio.
A la reunión de este jueves, 27 de julio, entre vecinos y la alcaldía no asistió el alcalde, según la cuenta de Twitter de la organización ciudadana Baruta en Movimiento.
El terreno
Según lo leído por los vecinos en el estudio de impacto ambiental, este asegura que esta obra será un espacio “deportivo y familiar”. Sin embargo, parte de los habitantes alega no estar de acuerdo con esta obra, ya que temen que esto se convierta en un espacio ruidoso y al que lleguen personas ajenas a la comunidad.
La mayoría de las personas que vivimos aquí somos adultos mayores. Ya en la zona hay otras canchas de pádel. Recientemente hubo un campeonato que terminó a las 4:00 a. m. con fuegos artificiales”, comentó Carolina Sifontes, vecina de la comunidad.
Cerca de La Alameda está Capital Sport Pádel, ubicado en Santa Fe; especio que tiene cinco canchas de pádel y que, además, tiene menos de dos años en la zona, y Valle Arriba Athletic Club, en donde también existen canchas de pádel.
Los impactos
Juan Arévalo, ingeniero hidrometeorologista y magíster en Ciencias de la Tierra, explica que estas construcciones pueden tener varios tipos de impactos en la comunidad.
“Puede afectar el tránsito, con ruidos molestos, uso de servicios, entre otros”.
Los otros impactos que describe Arévalo tienen que ver con que dicho terreno está formado por una especie de taludes hechos de rellenos que se hicieron durante la construcción de todos los urbanismo en la parte superior de la montaña, hace más de 40 años. “Incluso ese terreno tiene asentamientos de hasta cinco metros, eso es bastante”.
“Si en ese tipo de terreno ejecutan movimientos de tierra en la parte baja, podrían estar inestabilizando dichos taludes. Por eso primero es importante realizar análisis del terreno para ver cómo está, para evitar deslizamientos de tierra”, comentó Arévalo.
Impermeabilizar dicho terreno, según Arévalo, también podría significar menos espacios en donde el agua de lluvia pueda escurrir. Por lo que el agua se seguirá inundando en las vías principales al no tener espacios vegetativos en donde escurrir, como ocurrió durante la lluvia del martes 25 de julio, que además provocó el hundimiento del asfalto en la parte baja de Santa Fe.
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