“En Catia los colectivos corretearon a la gente, pero la rescataremos”

Los consejos comunales, según denunció José Quintero de Procatia, secuestraron el trabajo vecinal y por eso los vecinos se sintieron defraudados.

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas.  “En Catia vamos a lograr que la gente participe, así sean dos o tres personas, las vamos a buscar e ir construyendo con ellas el verdadero poder popular, basados en el artículo 184 de la Constitución que habla de lo vinculante que puede ser la participación ciudadana. Sabemos que muchas personas aún tienen miedo, pero sí se puede”.

Así se expresó José Quintero, vocero de Procatia, un movimiento que promueve la integración de Catia como municipio y que desde hace más de dos décadas lleva el pulso de todos los problemas, y también a las virtudes que salen de esta populosa zona del oeste capitalino.

Quintero sabe que no es fácil lo que se propone. “En un tiempo, cuando comenzamos a recorrer los barrios, podíamos ir a la alcaldía y solicitar información sobre un proyecto o el dinero presupuestado. Eso lo hacíamos como juntas vecinales o parroquiales. Todavía en la época del alcalde Freddy Bernal, antes del 2007, se lograba entrar al Concejo Municipal. Pero vinieron con esto de los círculos bolivarianos, luego de los consejos comunales y el juego se trancó”.

Se trancó el juego, según explicó, porque les dieron todo el dinero y el poder. “Ellos eran, además partidarios del chavismo, los que podían presentar proyectos que, además, lo hacían a puerta cerrada porque no permitían que la comunidad los auditara. A la larga eso terminó desencantando a la gente. Los vecinos veían a los miembros de los consejos comunales y a los colectivos con sus casas arregladas y con tremendos carros, mientras el barrio se sumía más en el abandono”.

De nuevo citó a Freddy Bernal, quien fue alcalde de Caracas (2000-08), y dijo que durante su mandato se programaron 21 obras de envergadura para Catia, unas de ellas pantallas atirantadas, reparación y limpieza de torrenteras, pavimentación y se hizo un estudio de suelo y de riesgo de la zona.

“La gente denunciaba si no se hacía algo o si se desaparecía la plata. Pero con los consejos comunales eso cambió, pues secuestraron todo, se desató la corrupción y a la gente le empezó a dar miedo”.

Puso como ejemplos, una pantalla atirantada que se empezó a ejecutar en Casalta II, a la altura del bloque 4, en el cual se gastaron cerca de 12 millones de bolívares y nunca terminaron los trabajos; la rehabilitación no culminada de la vía en Gramoven, llegando a Nuevo Horizonte; una torrentera en Macayapa en donde dijeron que se invirtieron entre 300 y 400 millones y no se le vio el queso a la tostada.

Indicó que todo esto, sumadado a la violencia impuesta por los colectivos armados, fue lo que desmovilizó a los vecinos y, aunque estaban preocupados por el tubo roto, por la basura, por el alumbrado público, se quedaron encerrados en sus casas.

“Y ahora más cuando la gente no tiene seguridad  y en su día a día se la pasa buscando comida. Es evidente que la vida en comunidad no se hace como antes”, dijo Quintero.

De allí que se propuso desde Procatia retomar el pulso de los barrios. Tarea difícil, dijo, pero no imposible.

“Este trabajo lo estamos haciendo tarde y será lento, pero no podemos perder esta oportunidad de recuperar los espacios. Vamos a ir a las comunidades, les vamos a dictar talleres, les vamos a dar los 10 pasos para que se preparen en políticas públicas, los 10 pasos para que hagan contraloría y seguimiento al gasto público”, detalló

Por ejemplo, dijo, le vamos a decir que los diputados elecgidos por Catia (Jesús Abreu y Marialbet Barrios) no le van a tapar los huecos, pero sí pueden incluir en sus agendas parlamentarias leyes que tengan que ver con la asistencia social y los servicios. “La idea es darles confianza y rescatar pelo a pelo al participación”.

Su plan es realizar todo esto lo más pronto posible porque la gente tiene que sentir confianza de nuevo.

Foto: Cheché Díaz


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