Los depósitos municipales de Cedeño se encuentran en total abandono, así lo ha denunciado el concejal de esta localidad, Xavier Figuera, que indicó que además de las cuatro compactadoras dañadas hay más de 20 vehículos inservibles. En Maturín los trabajadores del aseo se declararon en paro por falta de pagos.
Maturín. La avería de las cuatro compactadoras con la que contaba el municipio Cedeño de Monagas ha generado como consecuencia que los ciudadanos deban esperar por las compactadoras de basura de otros municipios como Caripe y Bolívar para que presten el servicio de recolección de desechos de la localidad.
Xavier Figuera, concejal de la Mesa de la Unidad Democrática en Cedeño, denunció que no solo se trata de los camiones compactadores dañados sino también de más de 20 vehículos que han sido llevados a los depósitos municipales porque están inservibles.
Nosotros teníamos cuatro compactadoras que servían para atender perfectamente a las cuatro parroquias de Cedeño, desde que se dañaron debemos pedir prestado a municipios cercanos para subsanar la recolección de desechos”, acotó.
Figuera sostiene que los conocidos depósitos municipales se han convertido en cementerio de vehículos que en su momento prestaban servicios para la colectividad en la zona.
En este espacio hay vehículos como: clínicas y teatro móviles, camiones de servicio y compactadoras de basura. Se calcula que en este depósito hay al menos 20 unidades dañadas y algunas incluso desmanteladas para ser vendidas por piezas.
“La situación con los depósitos municipales representa el abandono, la desidia y corrupción. Estamos hablando de vehículos que fueron desvalijados y destruidos por gerencias del pasado. Es una situación desalentadora y preocupante”, refirió el edil.
El concejal asegura que este problema data desde hace aproximadamente 10 años cuando tomó el mando la exalcaldesa Vilma Carvajal y posteriormente, Humberto González, que a juicio de Figuera dejaron al municipio en emergencia.
El municipio Cedeño debería ser declarado en emergencia en cuanto a servicios públicos. Todo esto sucedió bajo la mirada cómplice de los gobernantes de esa época: la señora Vilma Carvajal y después Humberto González quienes no quisieron este municipio”, subrayó Figuera.
Luego de una visita que realizó el concejal a estos espacios, pudo constatar que la mayoría de los vehículos no se pueden reconstruir porque carecen de las piezas más importantes.
“Estamos hablando de desmantelamiento que generalmente es para fines lucrativos de un sector o de una persona para vender las piezas que en algún momento sirvieron. Las cuatro compactadoras están totalmente desmanteladas. Con las piezas de las cuatro no se puede armar ni una bicicleta”, puntualizó.
En Maturín se van a paro por falta de pago
Al menos 60 trabajadores del aseo urbano en Maturín pararon sus camiones como muestra de descontento ante la falta de pago por parte de la alcaldía.
Los afectados aseguran que la deuda suma tres meses y hasta ahora nadie da respuesta en cuanto a esta situación por lo que se declararon en paro hasta tanto sea cancelado el dinero que adeuda el ayuntamiento.
Estos camiones son alquilados por la alcaldía de Maturín y las tarifas de pago varían de acuerdo con el tamaño de la unidad. Los trabajadores detallan que la contratación diaria es de 140 dólares para camiones pequeños, 180 un camión grande y 200 dólares una retroexcavadora.
La alcaldía contrató 10 camiones tipo volteo y dos retroexcavadoras, de las cuales solo ha pagado cinco camiones únicamente. El resto aún espera por pago y explicaciones de parte de la alcaldesa Ana Fuentes.
Nos vamos a mantener en paro hasta que cumplan con nuestros pagos porque nos tienen mareados y han pasado tres meses y nada que pagan. Nadie nos da una explicación”, manifiesta Francisco Marcano.
Los trabajadores afectados sostienen que son padres de familia y necesitan el dinero para el sustento de sus hijos, por lo que no volverán a mover sus unidades en beneficio de la alcaldía hasta no recibir el pago correspondiente.
“No podemos seguir prestando el servicio cuando nos adeudan tres meses y 15 días. Somos padres de familia y nuestros hijos también necesitan comer”, refirió Eleomar Díaz.
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