Hace tres años la tumba del abuelo de Evelyn Salazar fue profanada. Teme que pase lo mismo con el lugar de reposo de su padre, abuela y una tía, por eso le paga a un antiguo cuidador del camposanto. El 2 de noviembre se conmemora el Día de los Fieles Difuntos.
Caracas. Evelyn Salazar se desplaza por las caminerías del Cementerio General del Sur con un ramo de flores blancas. Estuvo dos semanas sin ir porque estaba enferma, lo cual la mantenía bastante inquieta.
Cada 15 días visita la tumba de su papá, su abuela y la de su tía –enterrados en una misma fosa– con la constante preocupación de que no sea profanada. Además de ir cada quincena al cementerio, Evelyn paga para que cuiden la tumba de sus seres queridos.
Ese cuidado incluye limpieza de la maleza que crece alrededor de la sepultura, barrido de las hojas que caen de los árboles, tierra, polvo y de alejar las manos de “los mineros”, como le dicen a los profanadores.
Cerca de la tumba de sus familiares está sentado Argenis, quien tiene más de 40 años como cuidador del camposanto. Al ver a Evelyn después de dos semanas, se emociona porque sabe que llegó una de sus clientas predilectas.
Cuando ella va le paga cinco dólares a este cuidador. Otras veces tres dólares o dos, lo que tenga. Argenis tiene una ubicación ventajosa para el cuidado de la tumba de los familiares de Evelyn, pues el rancho en el que vive desde hace 20 años está a escasos metros de los difuntos de su clienta.
La tarifa mensual por el servicio de Argenis es de cinco dólares. Al mes puede ganar cerca de $40 y si le salen otros trabajitos percibe un poco más.
A parte de él, en el cementerio hay más de 100 sepultureros y cuidadores que pertenecen a una cooperativa independiente, a la Alcaldía del Municipio Libertador y los particulares. De estos últimos, hay unos que pueden cobrar hasta $10 mensual.
Por la no profanación
El más grande miedo de Evelyn es que a sus tres parientes les pase lo mismo que a su abuelo. Hace tres años le profanaron la tumba.
Lejos de sus otros tres familiares, la fosa de su abuelo está ubicada en una zona solitaria del cementerio “y donde las mujeres no pueden andar solas”, así dice ella, por el peligro que representa. Es cerca del mausoleo del militar y expresidente venezolano Joaquín Crespo.
Para Evelyn fue muy impactante llegar y encontrarse con solo un hueso de los restos de su abuelo.
“Sabrá Dios en qué altar de brujo andarán los huesos de mi abuelo”, dijo con indignación.
En esa ocasión algunos cuidadores la ayudaron a tapar la tumba de su abuelo para resguardar lo que quedaba. Su deseo es trasladar lo restante y enterrarlo junto a los otros miembros de su familia.
Muertos nuevos
Al recorrer este emblemático cementerio es común ver algunas tumbas profanadas, no tanto al comienzo sino una vez adentrados en el lúgubre recorrido.
Aledaño al mausoleo de Crespo se observan más tumbas con la palabra “profanada”.
Varios cuidadores que conversaron con Crónica.Uno coincidieron en que la profanación es un problema que nunca ha dejado de existir.
“Nosotros sabemos quiénes son los profanadores, siempre andan por ahí, pero a veces es mejor no meterse en líos con esa gente”, reveló uno de los sepultureros.
Un cuidador de nombre Rafael contó que “los mineros” no respetan ni a los muertos nuevos.
“Sacan hasta los más fresquitos para revisar los otros cuerpos que están en la misma fosa”.
La Familia de Michel Hernández puede certificar que es así. Hace menos de un mes la tía materna de esta mujer caraqueña fue sepultada en el Cementerio del Sur. Sin embargo, a la semana siguiente un cuidador llamó a la familia para notificarle que la tumba de la señora Yajaira estaba abierta.
Inseguridad
Mariana* no visita a su papá desde que fue víctima de robo con su mamá. Hace ya 10 años desde que acudió un Día del Padre. Para ese entonces ella era tan solo una niña y no tuvo deseos de volver. Ni siquiera un 2 de noviembre, fecha en la que cada año se celebra el Día de los Fieles Difuntos, como parte de una tradición en la que las familias visitan a sus muertos para rezar por sus almas.
Como consecuencia, la familia se organizó y comenzó a pagarle a un cuidador apodado el Oriental, pero como ya se encuentra fuera del país le dan la mensualidad al primo de ese hombre, quien también trabaja en el Cementerio General del Sur.
Al final, solo dos parientes, el hermano del papá de Mariana y un tío padrino, son quienes van al cementerio. En ese viaje aprovechan y le llevan comida al cuidador.
Uno de los trabajadores particulares contó que desde la nueva administración del cementerio de la Alcaldía del Municipio Libertador, desde hace casi tres años, hay más presencia policial durante el día.
Efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) hacen recorridos en motos dentro del terreno. Sin embargo, mencionó que aún no es suficiente porque la delincuencia sigue presente.
Deterioro
En este emblemático e importante camposanto de Caracas, inaugurado el 5 de julio de 1876, el deterioro de la mayoría de las estructuras es evidente.
El óxido, la humedad, daño a pequeñas estatuas y robo a estructuras, tal como lo ha sufrido el panteón de la familia Crespo en varias ocasiones.
En la última visita que Evelyn le hizo a su familia se percató de que la lluvia y la humedad fracturaron parte de la superficie de la sepultura. Y para que los profanadores no tomen ventaja, un cuidador, llamado Juan, le cobrará $20 por echarle una capa de cemento a la estructura y así ella pueda estar más tranquila.
Durante el recorrido de Cronica.Uno se vieron árboles caídos, algunos presuntamente por las lluvias. Y es que las precipitaciones también representan un problema para el lugar. Contó Rafael hay pocas alcantarillas y sistemas de drenajes.
Cuando llueve mucho, una avalancha de barro llega hasta la entrada principal del cementerio. El barro trae consigo “lápidas y hasta huesos”, dijo el cuidador.
Rafael contó que en una ocasión un compañero consiguió una sortija entre el barro.
En 2022, Carmen Meléndez, actual alcaldesa del municipio Libertador, manifestó a través de su cuenta en X (antes Twitter) que con el Plan Gran Caracas Patriota, Bella y Segura adelantan la transformación y mantenimiento del Cementerio General del Sur. “Así como lo estamos haciendo progresivamente en los demás camposantos municipales”.
Sin embargo, estas obras siguen sin generar un impacto significativo en el camposanto.
En el Cementerio del Sur, ubicado en la parroquia Santa Rosalía, erigido durante el primer mandato de Antonio Guzmán Blanco, en el Rincón del Valle, han reposado los cuerpos figuras ilustres como el sobrino de Bolívar: Anacleto Clemente Bolívar Palacios; Rómulo Gallegos, Teresa de la Parra, Miguel Otero Silva, Martín Tovar y Tovar, entre otros.
(*) Se modificó el nombre por medidas de protección a la fuente.
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