La semana pasada destituyeron a la jefa de Recursos Humanos luego de que se destapara una olla de corrupción. Salió a la luz pública un video donde se veía al subdirector disfrutando del baile de una garota y, la gota que derramó el vaso, el apagón que ocurrió el pasado 12 de enero, que causó la muerte de dos pacientes. Así transcurren los primeros 15 días del 2019 en los pasillos de este centro asistencial.

Caracas. Por los pasillos del Hospital Universitario de Caracas (HUC) lo que se observa es una tensa calma luego de la intervención que se concretó el lunes en horas de la tarde.

El doctor Earle Siso, a quien le ha tocado pasar por todas las crisis hospitalarias, asume la Dirección en medio de un ambiente convulso.

La semana pasada destituyeron a la jefa de Recursos Humanos luego de que se destapara una olla de corrupción, saliera a la luz pública un video donde se veía al subdirector disfrutando del baile de una garota, y, la gota que derramó el vaso, el apagón que ocurrió el pasado 12 de enero que causó la muerte de dos pacientes. Así transcurren los primeros 15 días del 2019 en los pasillos de este centro asistencial.

La situación este martes no varió a lo interno. La junta interventora está ya dentro de la institución, pero no hay anuncios o cambios oficiales. La directiva saliente aún está en las oficinas mientras se aclaran y se traspasan los asuntos internos.

Y por primera vez, en años, los cinco sindicatos que hacen vida dentro del HUC —incluso los de tendencia oficialista— están sentados en una misma mesa en pro de las mejoras del hospital.

Denis Guedez, uno de los delegados sindicales, al salir de la asamblea de este martes dijo que están concretando un pliego de peticiones para presentarlo al doctor Siso, en quien tienen “algunas esperanzas”. “A él le gusta dialogar y esperemos que atienda nuestras quejas y sugerencias”.

Ese pliego será unificado este miércoles y será presentado a la junta interventora para su consideración.

En principio, exigirán el respeto a la contratación colectiva y que les devuelvan beneficios y bonos que no fueron honrados por la administración pasada, como el bono lácteo y el pago de los días feriados y las guardias nocturnas, por ejemplo.

En medio de todo esto, el hospital reactivó la atención a media máquina. Esto luego del evento del pasado sábado, que ameritó el traslado de pacientes críticos, el desalojo del área neonatal y demás servicios, debido al colapso del búnker eléctrico.

Guedez indicó que están atendiendo en todos los servicios con la alerta de posibles bajones. De hecho, este lunes se sintió uno, pero no pasó a mayores.

Lo que no ha sido corregido es la falla de agua. Este martes a las 4:00 p. m. no había servicio. Llega una vez cada seis días.

De 11 ascensores no funciona ninguno y los pacientes suben y bajan escaleras, aguantando sus dolencias.

Hay mucha contaminación por los malos olores que emanan de los baños y la falta de mantenimiento. No hay Rayos X, ni tomografía y el laboratorio funciona por debajo de su capacidad por la falta de reactivos.

Tienen pensado bajar el tono de las protestas, pues están prevenidos para ser atendidos por la junta interventora, pero solo una semana. Si no ven cambios, iniciará acciones de presión.


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