Pacientes deben llevar “casi todo” al hospital del IVSS en La Guaira para que los atiendan

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La falta de medicamentos y personal especializado en el hospital José María Vargas de La Guaira, es visible para cientos de pacientes y sus familiares. El gobernador de la entidad, José Alejandro Terán, anunció la rehabilitación de tres áreas, mientras que el nuevo director del nosocomio, Omar Bolívar, prometió reactivar servicios demandados por la población.

La Guaira. En medio del reclamo popular por la falta de insumos médicos y quirúrgicos, además del déficit en el personal de salud, Omar Bolívar, asumió como nuevo director del hospital José María Vargas de La Guaira, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).

Bolívar, médico cirujano y oriundo de esta entidad federal, ha hecho saber, a través de su círculo profesional, que no desconoce las dificultades cotidianas de pacientes y familiares, quienes han sufrido las consecuencias de cancelar de su bolsillo “casi todo”, a fin de obtener la atención de salud que necesitan.

A tales dificultades, se suman las derivadas de la pandemia del coronavirus (COVID-19) en un nosocomio que está catalogado como “centinela” por las autoridades del Ministerio de Salud.

Construido en 1950, al costado de la avenida Soublette, el centro sanitario, en la actualidad no ofrece las 200 camas de aquella época. Hoy están operativas apenas 30% de las mismas y para atender a los contagiados de COVID-19, solo cuentan con 30 camas, incluyendo la Unidad de Cuidados Intensivos, dispuesta para los casos más graves.

Desde la entrada maltratan a la gente, no hay donde sentarse para esperar, no hay medicamentos suficientes y tenemos que traer casi todo para que nos atiendan”, aseveró Alejandra Sánchez, luego de discutir con los vigilantes de la puerta de acceso.

La mujer, de 54 años de edad, llevaba en sus manos una orden médica para realizarse unas pruebas especiales de su tratamiento contra la diabetes. Su molestia se hizo más visible cuando en el laboratorio bacteriológico del hospital le informaron que la muestra sería tomada otro día, además de aguardar dos semanas más por los respectivos resultados.

Es la historia sin fin en el Seguro (nombre con el que se conoce popularmente al hospital) ¿Cómo le explico al endocrino que no puedo enviarle los resultados por esto y que estoy arriesgando mi salud?”, dijo Sánchez, vecina del sector Guanape.

En el laboratorio, si hay agua por los grifos toman la muestra de orina y heces el mismo día. Pero si falla el recurso, los pacientes deben sortear más calamidades.

“Todo es un parto, creo que tendré que pedir plata prestada para hacerme los benditos exámenes”, señaló Amelia Escobar, que había venido de Carayaca (extremo oeste), tras recorrer más de una hora en autobús.

Maromas para ayudar

En un recorrido por las principales áreas del hospital del IVSS, Crónica.Uno constató que la de emergencia cuenta con una ambulancia para traslados, a la que no se le surte combustible con prioridad en alguna de las 10 estaciones de servicio con subsidio estatal.

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Algunas áreas del hospital presentan filtraciones en paredes y techos / Foto: Cortesía MN

Los testimonios de quienes van a emergencias coinciden en que los médicos y las enfermeras “hacen maromas” para resolver las distintas situaciones.

Tuve que comprar los guantes, las gasas, el gerdex (solución desinfectante) y pedí prestada, a una comadre enfermera, una pinza para que pudieran verle una herida a mi hijo”, relató Katiuska García.

A su lado, una joven estudiante estaba sentada en el asfalto junto a su madre: “En la emergencia del Seguro, no hay nada. No es la primera vez que lo vivimos. Por ahí, hay unos colectivos pendientes de si denunciamos esto a la prensa”, agregó Lorena Mayora, que se trasladó desde Maiquetía con su hija adolescente, quien padecía un dolor de estómago.

Aquí ni un examen de Rayos X se puede hacer uno, porque el equipo está malo: dicen que es por culpa de los apagones”, elevó su voz otro paciente en la misma zona.

Como aderezo de males, las consultas de odontología están suspendidas desde la cuarentena, así como el resto de las especialidades, salvo dermatología, que desde febrero de este año selecciona, con previa cita y una vez a la semana, a un grupo de pacientes.

Al acceder a la zona de los cubículos de consultas, prevalece el abandono y la desidia: filtraciones en paredes y techos, malos olores, suciedad, ausencia de luz y agua; ello sin obviar la deserción del personal médico y administrativo, debido a las bajas remuneraciones.

Trascendió que la nómina de médicos y enfermeras del hospital guaireño alcanza las 150 personas. Sin embargo, de acuerdo con estimaciones del gremio médico local, aproximadamente 40% de ese personal ha migrado hacia clínicas privadas y otros prefirieron marcharse del país.

Tal desmotivación se podría explicar cuando un médico general, recién llegado a este centro de salud, devenga un salario mensual que, con bonificaciones y otras incidencias socioeconómicas, no supera los 20 dólares (aproximadamente Bs 90), mientras que un técnico radiólogo gana la mitad de eso.

Quizás, una de las pocas respuestas de la directiva del hospital frente a la pérdida de estos profesionales, ha sido la contratación de decenas de médicos integrales comunitarios (MIC) de la Misión Sucre.

Esos cargos a los MIC no pasaron por los estándares de la contratación colectiva. No se informa nada de sus credenciales y acuerdos salariales a la Federación Médica Venezolana. Eso se maneja así desde 2016, con ese secretismo, en la mayoría de los hospitales y ambulatorios de Vargas”, indicó Bernardo Guerra, director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela.

Bolívar admitió en prensa local que se deberían tener tres médicos de guardia, en promedio, pero la realidad apunta hacia un galeno, lo cual ha causado cansancio y malestar entre el equipo profesional.

“Que todo no quede en pinturita”

Tras el asueto de Carnaval, el gobernador José Alejandro Terán visitó el nosocomio para informar sobre el inicio de los trabajos de recuperación de la infraestructura en las áreas de fisioterapia, diálisis y pediatría.

En febrero de este año, la dependencia regional había rehabilitado un pozo subterráneo, a fin de proveer de agua por tuberías a las instalaciones del hospital guaireño.

Tras reunirse con Terán, el nuevo director prometió la reactivación de los servicios que no se están prestando a la colectividad, sin especificar cuáles serían los primeros en volver a recibir pacientes. Tampoco comentó nada en torno a los cinco quirófanos (de un total de ocho) que no funcionan desde hace más de dos años.

“Ojalá todo no quede en pura pinturita”, comentó un camillero que se dirigía a uno de los pabellones, mientras era abordado por decenas de pacientes y acompañantes que no cesaron de preguntar por diferentes servicios médicos y ambulatorios.

El hospital del IVSS en La Guaira junto al Periférico de Pariata y el Naval de Catia La Mar, son los de mayor capacidad de atención de salud en el Litoral Central.


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