En la costa de Puerto Cabello exigen atención médica, “pero en Barrio Adentro no queda nada”

Barrio Adentro

Los habitantes de Gañango que sufren problemas de salud tienen que hacer malabares para resolver las emergencias y las consultas médicas.

Valencia. Olga Sánchez vive al frente del Barrio Adentro San José de Gañango, en Puerto Cabello, y recuerda cuando lo inauguraron en los años 2000, al principio del gobierno de Hugo Chávez. Para aquel momento el servicio funcionaba muy bien, ahora está inoperativo y en total abandono.

La situación es crítica, en vista de que se trata de un pueblo pesquero, ubicado en una zona lejana de la Puerto Cabello más urbanizada. El cierre del Barrio Adentro perjudica a toda la comunidad.

Cabe destacar que el centro de salud más cercano está ubicado a 3,1 kilómetros de la localidad de Gañango. Se trata del Hospital Naval Francisco Isnardi. La siguiente opción está a 10 kilómetros y es el Hospital Adolfo Prince Lara.

“Requerimos de médicos 24/7, una ambulancia, pero es que ahí no queda nada”, dice Sánchez mientras señala la entrada del Barrio Adentro que tiene el enrejado destruido y con basura acumulada.

Abandono a la salud

Este Barrio Adentro consta de tres espacios, uno en el que se lee el nombre del centro, en donde trabajaban los médicos, otro con unos baños y consultorios, y en el fondo otra estructura que no fue completada. Según Sánchez, ese sitio sería el cuarto para los médicos.

Barrio Adentro
Fotografía: Armando Díaz.

Ahora vive un señor con discapacidad que se apoderó de uno de los consultorios para vivir. “Ese señor antes cuidaba una casa, pero cuando la compraron, lo echaron y tuvo que meterse ahí”.

El equipo de Crónica Uno se acercó a corroborar la información y se encontró con el hombre bañándose con una ponchera en el pequeño baño, y solo se limitó a cerrar la puerta.

La presencia de la médico que visita el Barrio Adentro no cumple ni siquiera con una jornada laboral. Sánchez informa que puede durar dos horas y máximo tres horas. “Eso es cuando le da la gana”.

Justamente el día de la entrevista, Sánchez necesitaba ir al Barrio Adentro para que le hicieran un chequeo general, aunque su queja principal es que tiene el hígado graso.

“Como verás, no pude ir porque eso está cerrado. Me toca ir al Naval, pero es miércoles y por aquí no pasa el transporte público, aquí en Gañango estamos desasistidos de gas, de luz, de agua, de todo”.

Emergencias que no se atienden

Hace cuatro años, su sobrino recién nacido se atragantó mientras comía y no pudieron atenderlo en el Barrio Adentro porque tampoco había personal, el Hospital Naval fue la opción.

Fotografía: Armando Díaz.

Sánchez dice que ninguna autoridad se ha acercado al lugar para resolver el problema. No obstante, el alcalde de Puerto Cabello, Juan Carlos Betancourt, estuvo a escasos metros del Barrio Adentro. En esa oportunidad se enfocó en la situación de una cancha deportiva sin concluir.

María Jiménez es familiar de Olga y explica que, como hipertensa, reconoce la imperiosa necesidad de activar el Barrio Adentro.

Si me da un subidón de tensión, no tengo quien me ponga un captopril debajo de la lengua. Nos toca salir por ahí a buscar los medicamentos”.

La prima de Jiménez dice que le da envidia que en Patanemo el ambulatorio sí está dotado de las medicinas necesarias.

“No es justo sentir que valemos menos que los de Patanemo, como tampoco es justo que haya hablado con el alcalde, con la primera dama y con la secretaria de salud para que nos brinden una ayuda y se hayan pasado mi petición por tú sabes dónde”.

Fotografía: Armando Díaz.
Peticiones mudas

La petición de reactivar el Barrio Adentro iba vinculada a una ayuda económica para su hija, menor de edad, que sufre de ataques convulsivos, pero sigue a la espera de una respuesta.

Unas casas al lado de la de Jiménez, una familia tiene la puerta abierta y en el umbral hay un hombre sin franela y con la pierna enyesada. No habla mucho y le pide a su esposa que le ponga una franela cuando ve al equipo de Crónica Uno. Por su estado de salud, le vendría muy bien tener el consultorio de Barrio Adentro operativo.

“Me ahorraría mucho porque estar postrado en una cama y con un yeso es doblemente complicado, más aún si se necesita de una revisión médica. Llegarse a cualquier hospital es duro y pagar una consulta privada es mucho peor, pero no me queda otra que sanar en esta cama”, dijo el paciente, que no quiso identificarse.

Fotografía: Armando Díaz.

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