La Red Venezolana de Gente Positiva (Rvg+), Accsi y la Fundación Mavid, en el foro “Viacrucis de las personas con VIH en Venezuela”, presentaron y analizaron los resultados del monitoreo social del acceso a los servicios de atención y tratamientos en 19 estados venezolanos, y el impacto de la COVID-19 en esta población vulnerable.
Caracas. Cuando se habla de población vulnerable se incluye a quienes viven con VIH-Sida, que en Venezuela alcanzan los 110.000 ciudadanos, entre mujeres, hombres y niños. Solo este año se han diagnosticado 1406 nuevos contagios y reportado las muertes por Sida de 229 personas.
Los familiares a veces solicitan que no se indique en el acta de defunción que la persona falleció por Sida para evitar estigma y discriminación. Lo que conlleva a un sesgo en los registros.
Además, el Ministerio para la Salud no permite que se suministre y publiquen datos epidemiológicos, sumado al hecho de que el sistema de registro es obsoleto para procesar y registrar esta importante data.
Esas son algunas de las de las apreciaciones de Argenis Mondragón, segundo a bordo y director de Proyectos de Acción Ciudadana contra el Sida (Accsi), recopiladas durante su ponencia en el foro virtual “Viacrucis de las personas con VIH en Venezuela”, que contó además con la participación de representantes de la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+) y la Fundación Mavid.
La cifra de 229 decesos se recopiló en el monitoreo social a las consultas de VIH y farmacias de antirretrovirales en 19 estados del país. Y se discrimina en 37 fallecimientos en enero, 39 en febrero, 22 en marzo (cuando inició la pandemia), 28 en abril, 29 en mayo, 39 en junio y 35 en julio.
En marzo, abril y mayo hubo descenso por la limitación en la atención de otras patologías no relacionadas con COVID-19 en la red pública.
También citó Mondragón que en este período se registró 64 % de desabastecimiento de otros esquemas de antirretrovirales diferentes al TLD.
Por su parte, Juan Marcano —invitado como monitor y presidente de Adhanm, organización ubicada en el Estado Nueva— se refirió al tema de la discriminación en los centros públicos de salud venezolanos hacia quienes viven con VIH, situación que repuntó con la pandemia. Dijo que mayo (con 425 denuncias), junio (468) y julio (315) fueron los meses de mayor registro de casos.
Mientras que 468 personas con VIH, en el lapso de enero a julio, no fueron hospitalizadas por el colapso de los centros públicos asistenciales y la discriminación que recibieron del personal de salud. Y, de nuevo, mencionó que julio es el mes dentro de la cuarentena con más rechazo de pacientes: 80.
Dentro de la población vulnerable, destacó el hecho de que a las embarazadas las obligan a parir en los hospitales públicos en vez de practicarles la cesárea para evitar la transmisión del VIH al bebé, tal como lo establecen los protocolos clínicos de la OMS.
Lo que maneja es que 15 mujeres fueron obligadas a dar a luz, seis nacimientos durante el mes de julio.
En el caso de los niñas, niños y adolescentes, informó que 514 —es el promedio por mes— recibieron antirretrovirales en Venezuela. Pero en estados como Portuguesa y Nueva Esparta se los entregaron vencidos. Además, de acuerdo con su exposición hay desabastecimiento de antirretrovirales pediátricos y de fórmulas lácteas en el ámbito nacional y que en Mérida no hay infectólogos pediatras.
Su estudio igualmente mostró que las personas con VIH en Venezuela presentan comorbilidades al Sida y a la COVID-19: tuberculosis, complicaciones respiratorias, diabetes y complicaciones cardiovasculares.
A ello se suma que hay 100 % de escasez de reactivos de pruebas rápidas para la detección del VIH, carga viral, conteo de CD4, genotipo y otros exámenes de laboratorio para el diagnóstico y control, y 100 % de escasez de medicinas para el tratamiento de infecciones oportunistas asociadas al Sida y a la COVID-19.
El dato
30.653 personas con VIH expresaron tener hambre
Lo que dejó 2019
Jesús García, de la organización Renacer, hizo un paneo de la situación del VIH-Sida en Venezuela durante 2019. Dijo que había 45.000 mujeres de 15 años o más que vivían con esa condición; en el caso de los hombres en ese mismo rango eran 64.000 y niños de 0 a 14 años de edad se contabilizaron 3900.
En 2016, según el Plan Maestro para el fortalecimiento de la respuesta al VIH, Tuberculosis y Malaria, había 120.000 venezolanos con la patología, dato que recabó García de Onusida, organización que para julio 2019 daba cuenta de 8000 personas con el virus que había emigrado del país.
Otro de los datos que mostró tiene que ver con las terapias antirretrovirales. Del total de afectados sólo 44.912 individuos recibían tratamiento, una cobertura de 40 %, a diferencia de 2016 cuando hubo un alcance de 71.210 ciudadanos, 59 % del total.
Y expuso más:
- Para ese año 1600 mujeres embarazadas necesitaban antirretrovirales,
- La tasa de transmisión vertical fue de 31,87 %,
- Se desconocen las cifras de muertes de adultos y niños debido al Sida, así como la de huérfanos de 0 a 17 años, y el porcentaje de personas que habían suprimido la carga viral plasmática.
De acuerdo con su ponencia, en 2019 se diagnosticaron 5200 nuevos casos, de esos 500 eran niños.
“En conclusión, para 2019 se registran 5200 nuevos casos, en una población de 110.000 individuos afectados por la epidemia, preocupa que solo 44.912 tenga acceso a uno o dos esquemas de tratamiento (vencidos o próximo a vencerse); mientras 65.088 están sin tratamiento, de los cuales 2836 son menores de 14 años”.
Pero las cifras del viacrucis, nombre que le pusieron las organizaciones con incidencia social en el tema de la salud, no pararon de alarmar, pues Estevan Colina, director de Ami-Zulia, dijo que —y aquí usó una cifra oficial— las muertes por Sida alcanzan a 2100 personas cada año, desde 1981 cuando se detectó el primer contagio.
Al respecto, Alberto Nieves, director Ejecutivo de Accsi, hizo mención al impacto de la COVID-19 en esta población, e informó del fallecimiento de tres personas, dos anunciadas oficialmente, en el rango de 39 años por complicaciones asociadas. Eran portadores del VIH, la primera fue una mujer que ingresó al Victorino Santaella de Los Teques; a los días un hombre murió en el hospital Clínico Universitario de Caracas y un tercer caso fue una mujer que falleció en Bolívar.
Recomendaciones para evitar más muertes por Sida
Eduardo Franco, presidente de la Fundación Mavid del estado Carabobo y coordinador de la Red Venezolana de Gente Positiva, dijo que la emergencia por la COVID-19 está profundizando la emergencia humanitaria compleja, y destacó que la pandemia está poniendo barreras a las personas con VIH y a las acciones que realiza la sociedad civil.
“Nos preocupa enormemente la impunidad que se impone de forma rápida al igual que las violaciones a los derechos humanos. La pérdida del estado de derecho es una realidad evidente, con la nula respuesta de las autoridades gubernamentales frente a la urgencia de las necesidades de las personas con VIH que no tienen una calidad de vida ni garantía a su vida. El bienestar de los ciudadanos con esta condición se desgasta más por la pobreza, el acceso al agua, la nutrición”.
Por tanto, dijo, es urgente:
- La adquisición y distribución de los medicamentos antirretrovirales que no estén en el esquema LTD.
- Medicinas para enfermedades oportunistas.
- Fórmulas lácteas para los niños con VIH, alimentos que no les está garantizando el Estado venezolano.
- Suplementos y vitaminas para los adolescentes.
- Reactivos para las pruebas rápidas, para detectar VIH y sífilis y para todos los exámenes de laboratorio.
- Que se haga en la red pública la carga viral (que cuesta entre 100 y 120 dólares en laboratorios privados).
Necesitamos la ayuda nacional e internacional para poder salvar vidas en Venezuela, ya ustedes vieron las cifras, podemos evitar más muertes por Sida”, destacó Franco, vocero de la Red Venezolana de Gente Positiva.
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