Comerciantes y compradores del mercado de Los Goajiros desafían la COVID-19 al no utilizar tapabocas ni gel antibacterial. En el recinto no llega agua por tuberías, los arrendatarios esperan las lluvias para abastecerse de agua. Expendedores incrementan el desafío al coronavirus, al no acatar la medida de cierre de sus establecimientos durante las semanas de cuarentena radical.
Valencia. Sin gel antibacterial ni tapabocas. En el Mercado Los Goajiros, que se dedica a la venta de ropa, y se encuentra ubicado al sur de Valencia, no guardan las medidas de bioseguridad para prevenir la COVID-19, tampoco cumplen con el cierre de sus locales durante las semanas de cuarentena radical.
Cerca de las 2:00 de la tarde del pasado domingo 15 de noviembre, aún se escuchaban los gritos de los comerciantes ofertando su mercancía sin preservar la medidas de bioseguridad. Todos los precios que indicaban estaban tasados en moneda extranjera, los vendedores no aceptan el bolívar, y los que lo aceptan, aumentan considerablemente el valor de la prenda.
Un pantalón para caballero cuesta entre 10 y 20 dólares, si el comprador va a pagar en bolívares, su compra se le incrementa unos tres dólares, porque precisan el precio por encima del dólar oficial del Banco Central de Venezuela y de las páginas que tasan el costo del dólar paralelo.
Mariana Lugo es vendedora en un puesto de ropa para caballeros y trabaja allí desde hace apenas cuatro meses. Dice que la cuarentena, que comenzó en marzo de este año, la llevó a salir a buscar un sustento para mantener a su hija de un año de edad, su esposo quedó desempleado. La mujer no usa tapabocas, tampoco ofrece a sus clientes gel antibacterial para limpiarse las manos.
La única meta de Mariana es concretar una venta, por eso tampoco exige a los clientes que usen de forma correcta el tapabocas. “El virus está en la mente, yo no me preocupo porque soy sana y no se me va a pegar eso”, asegura.
Sin servicios básicos
En el Mercado de Los Goajiros no llega agua por tuberías, el lugar es insalubre. Los comerciantes deben comprar botellones de cinco litros en 20.000 bolívares. Cuando el reloj marcaba las 3:12 p. m. empezó una ventisca fuerte que levantó las láminas de zinc que recubren el techo. Ante el anuncio de aguacero, en todos los locales pusieron tobos, baldes, envases, esperando la lluvia.
Carolina Álvarez dijo con alegría: “Hoy no vamos a comprar agua para limpiar el local”. La muchacha de 19 años comentó que todos los días deben comprar agua para asear el puesto, si va a utilizar el baño también debe pagar por el agua. Cuando la lluvia empezó, la joven sacó al menos dos envases. Su vecina, una muchacha que atiende otra tienda, se lamentó: “Compré agua y hoy llovió”.
Los clientes, que paseaban entre el laberinto del mercado de Los Goajiros, tampoco temen contraer COVID-19, se cambian de ropa en probadores improvisados. Lo que quieren es comprar la vestimenta para diciembre.
Jorge Colina estaba acompañado de su esposa y dos hijos, una niña de 7 años y un niño de 10 años. Los cuatro estaban sin tapabocas, “es que hace mucho calor, y no podemos respirar bien”, justificó el hombre, que apreciaba la mercancía expuesta en el Mercado de Los Goajiros.
Venimos de una vez para ver si le ganamos una al dólar, esto se va ir más caro y no podré vestir a mis hijos. Ya compré la ropa del niño, gasté 40 dólares, faltan los zapatos. Creo que voy a gastar lo mismo en la niña. Mi esposa y yo vamos a esperar para comprar nuestra ropa”, dijo Colina mientras compraba los estrenos.
En Carabobo se contabilizan hasta la mañana de este lunes 16 de noviembre 3513 casos de COVID-19 y 32 muertes, según la estadística que lleva adelante la administración de Nicolás Maduro.
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