La Encovi 2021 calcula que la mortalidad infantil y la migración han generado que en los últimos cinco años el crecimiento demográfico haya sido negativo (-1,1 %). También muestra que solo 65 % de la población estudiantil, calculada en 11 millones, está inscrita en un centro educativo.

Caracas. Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) durante el año 2021, son el reflejo de un país más empobrecido, más pequeño en términos demográficos y con severos problemas de pobreza, desigualdad, educación y cobertura de salud.

La presentación de los resultados fue este martes 29 de septiembre desde los espacios de la universidad. La profesora Anitza Freitez, coordinadora del proyecto y directora del IIES-UCAB, fue la encargada de exponer los resultados relacionados con el contexto demográfico, acceso a la educación, salud en general y reproductiva y migración internacional.

Para la Encovi 2021, el IIES-UCAB realizó entrevistas en poco menos de 14 mil hogares distribuidos en 22 estados del territorio nacional durante los meses de febrero-abril.

Datos demográficos

Según la Encovi 2021, la población venezolana se redujo en los últimos cinco años a 28,7 millones, por lo que el crecimiento demográfico en dicho período se calcula en valores negativos (-1,1 %). Esta reducción tiene que ver con el impacto de la migración venezolana y también con el incremento de la mortalidad infantil. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mantiene que la población proyectada, según su actualización más reciente, es de 32.985.763 habitantes.

En los últimos cinco años han salido de Venezuela por lo menos cinco millones de personas producto de la crisis. Ya son al menos ocho años continuos de recesión económica en el país, lo que ha provocado que 94,5 % de los hogares venezolanos se encuentren en pobreza y 76,6 % en pobreza extrema, según datos de Encovi.

En la actualidad, la tasa de mortalidad infantil se ubica en 26 por cada 1000 neonatos. Este nivel se iguala con la tasa que el país registraba hace 30 años (25,7 por 1000). Además, las generaciones nacidas en el período de crisis (2015-2020) están condenadas a vivir menos que quienes nacieron antes (2000-2005), debido a una pérdida de casi tres años en la esperanza de vida.

La Encovi también estima que hay al menos 340.000 nacimientos que no se produjeron en Venezuela debido a que las potenciales madres migraron del país.

Los pronósticos previos a los años de crisis calculaban la esperanza de vida en Venezuela en 83 años para el 2050, ahora se calcula en 76,6 años.

Cobertura educativa en un contexto de crisis y pandemia

El período escolar 2020-2021 empezó con una demanda potencial de población estudiantil, de tres a 24 años, calculada en 11 millones. De esa población, solo el 65 % se declaró inscrito en un centro educativo. Estamos dando cuenta de una caída de cinco puntos porcentuales en comparación con la Encovi 2019-2020, explicó Freitez.

La Encovi más reciente tiene reportes de por lo menos 550.000 estudiantes menos en el stock de inscritos en el período 2020-2021. Esos estudiantes menos están repartidos entre los primeros niveles educativos, tres y cinco años, y en la educación universitaria, 18 y 24 años.

Entre las modalidades de aprendizaje utilizadas para la educación a distancia estuvieron:

  • 35 % utilizó plataformas de aprendizaje o videos para la enseñanza en línea.
  • 45 % utilizó la impresión de materiales, guías pedagógicas. No es la opción más común debido a los costos.
  • 59 % utilizó los contactos telefónicos con padres o estudiantes para la asignación de actividades.
  • 3 % y 2% se apoyaron en las clases por TV y radio, respectivamente.

El mayor soporte en el hogar para el aprendizaje a distancia fueron las madres (78 %). En su mayoría, las mamás asumieron la responsabilidad de apoyar a los hijos en la realización de las actividades escolares, a pesar de tener que realizar a su vez tareas domésticas y extradomésticas.

La comunicación con el plantel educativo fue directamente con los docentes/profesores (95 %). Este contacto se produjo principalmente a través de grupos de WhatsApp (63 %), en visitas al centro educativo (58 %) y llamadas telefónicas (39 %).

Durante el más reciente período escolar, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) tuvo un descenso de 4,5 millones a 1,3 millones de escolarizados que reportaron el funcionamiento del PAE en sus escuelas. Lo que representa una caída del 19 % de la cobertura de este programa.

Sin embargo, solo el 14 % reportó que el PAE funcionó todos los días. Mientras que el 38 % contestó que la comida fue entregada en las escuelas y 51 % que fue entregada para llevar.

Solo 22 % de los hogares en pobreza extrema tienen acceso a computadoras, laptops o canaimas para la educación en línea. Sin embargo, 78 % de esta misma población dispone de celulares inteligentes con acceso a internet para el aprendizaje a distancia.

Eso significa que dentro de las restricciones económicas que hay dentro de estos hogares se hizo el mayor esfuerzo para poder disponer de al menos ese dispositivo para apoyar el aprendizaje a distancia, explicó Freitez.

Salud de la población en general y salud infantil

La Encovi 2021 investigó sobre los problemas de salud, enfermedades o accidentes que confrontó la población en medio del confinamiento por la COVID-19. 88 % de los encuestados contestaron que no presentaron algún tipo de percance de salud. Este resultado presenta una reducción de diez puntos porcentuales en comparación con la consulta de 2019-2020.

Pero esto no necesariamente se traduce en una mejoría en la materia, según Freitez. Recordemos que al estar confinados se reducen algunos riesgos de exposición a ciertos eventos traumáticos. También se redujo la asistencia a los centros de salud para citas de medicina preventiva, por lo que tenemos un diferimientos en los diagnósticos, añadió la profesora.

La mayoría de los problemas de salud reportados fueron:

  • Problemas de tensión y del sistema circulatorio (21,4 %).
  • Tos, resfriado y gripe (21,4 %).
  • Problemas estomacales y del sistema digestivo (5,8 %).
  • Problemas del sistema óseo, dolores en la columna, articulaciones (5,6 %).
  • Fiebre (4,6 %).
  • Afecciones respiratorias (4,4 %).
  • COVID-19 (4 %).

Con respecto a la población que reportó algún problema de salud, la Encovi calcula que 46 % no consultó en un servicio médico, y 28 % no lo hizo porque alegó que se automedicó, 10 % dijo no tener dinero y 3 % no lo consideró.

La mayoría (54 %) sí consultó en un servicio médico o farmacia. 83 % de las personas que consultaron recibieron una receta médica, de ese porcentaje, solo el 74 % pudo seguir el tratamiento, porque lo compró (51 %) o lo recibió, y 26 % no pudo cumplirlo.

Debido a los altos índices de mortalidad infantil, la Encovi consultó sobre qué está pasando con los menores de cinco años en el país. Entre los resultados que obtuvo está que al menos 13 % de esta población reportó algún problema de salud, accidente o enfermedad. Un porcentaje levemente mayor al de la población en general (11 %).

39% no recibió atención porque le fue suministrada alguna medicación en el hogar o no se tenía dinero, y 60 % recibió atención y fue llevado principalmente a servicios públicos de atención (81 %).

Los problemas de salud más comunes reportados por esta población fueron:

  • Tos, resfriado y gripe (47 %).
  • Fiebre (14 %).
  • Diarrea (12 %).
  • Afecciones respiratorias (8 %).
  • Problemas en la piel (3 %).
Salud reproductiva

Para 1960 el promedio de hijos se estimaba en seis por mujer a escala nacional. El promedio en la actualidad se estima en 2,23 hijos por mujer. “Mujeres de todos los sectores han participado de esa caída de la fecundidad que ya se acerca al llamado nivel de reemplazo (2,1 hijos)”, explica la Encovi 2021. De igual forma, las mujeres más vulnerables por su bajo capital educativo o situación de pobreza tienen un promedio de hijos más elevado.

Con respecto al conocimiento, acceso y uso de los métodos anticonceptivos los resultados son positivos. La prevalencia de uso de métodos anticonceptivos en el país se ubica en 75 %, según la Encovi 2021.

El método anticonceptivo más usado es la esterilización femenina, con 27 %, y es el que más usan (50 %) entre la población de 40 a 49 años. La segunda opción más usada es la píldora anticonceptiva, con 22 %, y en tercer lugar está el preservativo, con 18 %. En esta Encovi también se observó un aumentó en la prevalencia de uso del DIU, el condón, la inyección, implantes o parches.

Uno piensa, dado los costos de los métodos anticonceptivos, que debía haber caído el porcentaje de prevalencia de uso de métodos con respecto al pasado, y lo que ha reportado la Encovi es que ha sido similar a lo que registró la Encuesta Nacional Demográfica de Venezuela realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas en el año 2010, indicó Freitez.

Los rangos de edades en los que menos detectaron conocimiento y uso de métodos anticonceptivos fueron en los años que comprenden la adolescencia. Sin embargo, otro dato positivo es la baja en el porcentaje de madres en edad adolescente. Según el censo realizado por el INE en 2001 el porcentaje de madres en edades tempranas se ubicaba en 16 %, mientras que la Encovi 2021 reportó un 12 % de embarazos entre las edades de 15 y 19 años.

Todavía es un porcentaje alto, pero la buena señal es que muestra una tendencia decreciente, indicó Freitez.

A pesar de esto, una quinta parte de las jóvenes son madres a los 19 años (22 %). Y solo 8 % de las madres adolescentes pueden conciliar la maternidad y los estudios. Una década atrás esas posibilidades llegaban a 28 %, explica la investigación.

La Encovi aclara que la interrupción del embarazo puede estar influyendo eventualmente en estos datos. Con respecto al aborto clandestino, el país no posee datos oficiales. De igual forma, la Asociación Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (Avesa) estima que el aborto inseguro es la tercera causa de muerte materna en Venezuela.

Migración internacional

Para comienzos de septiembre, la cifra de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) es de 5.667.921 refugiados y emigrantes venezolanos por el mundo. Ese es el único dato que se conoce debido a que no hay cifras oficiales de movilidad migratoria en el país.

Sin embargo, la Encovi 2021 indagó sobre el perfil del migrante venezolano. En la investigación identificó que continúa aumentado la participación de los hombres en el flujo migratorio en una relación 132 hombres/100 mujeres. También ratificó que casi la mitad de quienes dejaron el país son personas de entre 15 y 29 años.

La razón principal para migrar fue la necesidad de buscar empleo en otro país (86 %) y la segunda fue la motivación de lograr la reagrupación familiar (6 %). En los hogares, principalmente han emigrado los hijos e hijas (57 %), y en segundo lugar el esposo o la esposa (11 %). El éxodo más reciente también da cuenta de una diversificación del capital académico de los migrantes, e indica que 23 % cuenta solo con educación media.

Otros datos:

  • 30 % no tenía empleo cuando emigró y se redujo a 14 % en el destino actual.
  • Gran parte de esas personas sin empleo consiguieron ocuparse como trabajadores de los servicios (28 %) y en ocupaciones elementales (31 %).
  • 12 % laboraban en ocupaciones como directivos, profesionales o técnicos antes de emigrar y se ha reducido a 9 %.
  • Dos de cada tres migrantes tienen un estatus regular.
  • 18 % estaría en situación irregular debido a la falta de documentos o a su vencimiento.
  • Tres de cada cinco envía ayudas en dinero o especies a su hogar de origen.
  • 57 % de esos envíos se hacen una o dos veces al mes, lo que contribuye en alguna medida a la reactivación del consumo en los hogares perceptores.
  • Por efecto de la pandemia, solamente 11 % de las ayudas dejaron de llegar y 22 % redujo la cantidad/frecuencia.

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