Entrenador hípico César Gallipoli ofrece su experiencia europea en La Rinconada

El experimentado cuidador de caballos purasangres de carrera regresó en marzo al país tras trabajar 22 años en hipódromos de Francia, Inglaterra, España y otros circuitos del Viejo Continente.

Caracas. El entrenador venezolano César Gallipoli regresó hace poco al país después de trabajar 22 años en diversos hipódromos de Europa, donde el hipismo es una industria muy desarrollada.

El cuidador, de 66 años de edad, presentó varios proyectos a la administración del hipódromo La Rinconada, dirigida por Antonio Álvarez, para aprovechar sus contactos en el Viejo Continente y ponerlos en beneficio de hipismo criollo. Gallipoli está a la disposición de los propietarios para volver a ejercer la profesión en Venezuela.

“Mi objetivo en La Rinconada es correr los grandes premios internacionales de los últimos meses. Si hay propietarios interesados en mis servicios, con mucho gusto prestaré mi conocimiento internacional”, indica el nacido en la caraqueña parroquia La Pastora.

Me gustaría plantear el estilo de entrenamiento inglés en Venezuela, que es un entrenamiento de resistencia, donde no existen tantas lesiones. Hasta ahora en La Rinconada he visto mucho trabajo fuerte y eso desgasta al caballo porque los ejemplares corren con energía, no con trabajos”, agregó el trainer.

¿Cómo se dio su regreso a su tierra natal tras tantos años en Europa? Su hijo tuvo mucho que ver en la decisión.

“Mi hijo se había venido en junio de 2021 y empezó a decirme que me viniera, que las cosas habían mejorado, pero yo no andaba pendiente de las carreras. En diciembre me puso las carreras y me llamaron la atención los premios. Allí empecé a tener contacto con Antonio Álvarez, quien me dio el visto bueno para regresar”.

Dilatada trayectoria

Gallipoli asegura que si tuvo otra vida estuvo relacionada con los caballos. Por eso se dedicó al cuido de los atletas equinos, donde comenzó en 1975 como aprendiz del afamado entrenador Julio Ayala Coronil.  Al año siguiente se graduó en la Escuela de Entrenadores en la promoción Don Tito Pérez y tuvo campaña inicialmente en Valencia y luego en el óvalo de Coche.

En 1985, el caraqueño obtiene la nacionalidad italiana y eso le permite ejercer su profesión libremente como comunitario en los países de la Unión Europea. Años después emprende un periplo que tiene escalas en Roma, Madrid, Londres, París y otros países.

Gallipoli recuerda que siempre tuvo entre sus metas entrenar en Europa, inspirado en las hazañas de grandes pisteros como Nijinsky. Nunca se interesó en el hipismo estadounidense, donde hoy en día hacen vida muchos preparadores venezolanos.

El capitalino es el primer criollo en ganar carreras como trainer en Europa y el único con licencia para entrenar del France Galop, una prestigiosa asociación hípica que regenta más de 230 hipódromos galos, entre ellos el histórico Longchamp de París.

Según sus cálculos, Gallipoli ganó 178 carreras en todo el Viejo Continente, la primera de ellas en 2004 tras darse a conocer como “recuperador de caballos lesionados”.

En Inglaterra pudo trabajar en la cuadra de la familia real y estableció los contactos para ir por tres meses a Dubai a la exitosa divisa del Godolphin.

Cortesía César Gallipoli

“La afición hacia los caballos en Europa es de un respeto y un amor increíble. El inglés lleva eso en la sangre. Tanto es así que la reina suele pasear a caballo a sus 96 años de edad”, apunta el cuidador, a quien, además del consejo familiar, le pegó la nostalgia y decidió hacer maletas de vuelta en marzo pasado.

“Europa no es igual al calor venezolano. No es igual la comida, el clima y el ambiente. A pesar de todas las cosas que han cambiado, Venezuela sigue siendo Venezuela, aunque haya cosas por mejorar”, concluyó.

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